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Los consejeros de Caja Madrid se desvinculan por completo de las preferentes

Protesta de preferentistas. / Juan Luis Sánchez

Pedro Águeda

La idea de vender participaciones preferentes a ahorradores de Caja Madrid no pasó por el Consejo de Administración de la entidad. Por tanto, ninguno de sus miembros, ya fueran nombrados a propuesta del PP, del PSOE o de algunos de los sindicatos, pudieron advertir nada en contra. Aún más si las cuentas que Miguel Blesa les presentaba hablaban de una caja en excelente estado de salud financiera. Estos son los argumentos que defendieron este martes cuatro de esos consejeros ante las preguntas del fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón.

Los cuatro querellados ocuparon la segunda jornada de declaraciones, de las cinco previstas para esta semana en la pieza separada del ‘caso Bankia’. Responden ante el juez Fernando Andreu después de que la Sala de lo Penal admitiera en parte la querella presentada por una pareja catalana de afectados por las preferentes.

En esa querella se incluía a seis miembros del Consejo de Administración, pero sólo a uno de la comisión ejecutiva de Caja Madrid, la responsable de idear y comercializar las preferentes, según han coincidido en sus interrogatorios los cuatro consejeros que declararon esta tarde. El quinto, Gonzalo Martín Pascual, lo hizo ayer, como Miguel Blesa. Precisamente es el expresidente el único de los querellados que pertenecía a esa comisión ejecutiva.

Ante el juez declararon este martes Jesús Pedroche, nombrado por el PP; José María Arteta, por el PSOE; Rodolfo Benito, por Comisiones Obreras; y José Manuel Fernández Norniella, el vicepresidente de la entidad cuando se emitieron las preferentes y exsecretario de Estado de Comercio en el Gobierno de José María Aznar. Ni siquiera él, número dos de Blesa, tuvo influencia en la participación de esas emisiones, según relató durante el interrogatorio. Norniella es uno de los consejeros que incumplió la Ley de Cajas al recibir créditos por más de 800 millones de euros en su calidad de consejero de Iberia.

Los consejeros defendieron que entre las funciones del Consejo de Administración de la Caja no estaba diseñar o adoptar decisiones como la emisión de preferentes. Eso correspondía a la comisión ejecutiva y a otra, la de control, supervisar el proceso.

El 20 de abril de 2009, el director general de la entidad, Ignacio Sánchez Barcoj, comentó en una reunión del Consejo de Administración la posibilidad de emitir 5.000 millones –finalmente fueron 3.000– en participaciones preferentes. Según el relato de José María Arteta, Barcoj dijo que el objetivo era fortalecer los recursos propios de la entidad en un contexto de crisis internacional. ¿Significa eso que Caja Madrid emitió las preferentes para tapar el agujero que ya sufría? No, según la información suministrada al Consejo. Esta es la versión ofrecida en la Audiencia Nacional por cuatro de sus miembros.

“Asunto resuelto”

El 18 de mayo, en una nueva reunión del Consejo de Administración de Caja Madrid, ya se les informa de que las preferentes van a ser emitidas. Los consejeros recibieron ese tema como “asunto resuelto”, trasladó Rodolfo Benito al fiscal. El juez Fernando Andreu optó este martes por no formular ninguna pregunta durante el interrogatorio, como ya hiciera en la primera jornada de interrogatorios.

El fiscal Luzón insistió en que el Banco de España ya advirtió a Caja Madrid el 31 de marzo de 2009 de que se encontraba en una situación de 'sobreexposición' inmobiliaria y riesgo crediticio. No era esa la información que les trasladaba, sin embargo, la cúpula de la entidad. Ninguno de los consejeros dijo que Blesa o Sánchez Barcoj les hurtaron información.

Sin embargo, eso se desprende de sus declaraciones. “Beneficios altos y bien compensada la cartera crediticia”, resumió Pedroche hoy que les trasladaban. Las cartas del Banco de España se leían a los consejeros de manera parcial, añadió Benito. “Las cuentas de 2009 no reflejaron ningún deterioro económico”, sumó Fernández Norniella. “La situación de solvencia era buena”, remató Arteta, quien recordó que en el primer trimestre de aquel año el beneficio de Caja Madrid ascendía a 350 millones, casi la mitad de todo el obtenido el año anterior.

Como hiciera Blesa ayer, todos los consejeros recordaron que los cupones de las preferentes siempre se pagaron mientras ellos fueron miembros del Consejo de Administración. “Nunca hubo alarma social por las preferentes”, afirmó el consejero Arteta.

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