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Militares británicos y estadounidenses colaboran en los ataques saudíes a Yemen

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Reino Unido, David Cameron

The Guardian

Emma Graham-Harrison —

El ministro de Exteriores saudí ha afirmado que hay militares británicos y estadounidenses presentes en el centro de control de los ataques aéreos que Arabia Saudí lanza sobre Yemen y que tienen acceso a listas de objetivos, aunque no participan en su selección.

Varias organizaciones de derechos humanos, el Parlamento Europeo y la ONU han manifestado su preocupación por esos ataques lanzados por una coalición liderada por Arabia Saudí en apoyo al Gobierno yemení reconocido internacionalmente. Casi 3.000 civiles han sido asesinados en Yemen desde que la guerra civil estalló en marzo, según la ONU. Un millón de personas se han visto desplazadas y el país está en serio riesgo de hambruna. El Gobierno británico ha sido advertido de que está infringiendo el derecho internacional al permitir la exportación a Arabia Saudí de misiles y material militar fabricados en su país que podrían haber sido utilizados para matar a civiles.

El ministerio británico de Defensa ha confirmado que las fuerzas militares de ese país están presentes en la sala de operaciones saudí para proporcionar formación y asesoramiento “sobre buenas prácticas en técnicas de determinación de objetivos, con el fin de ayudar a garantizar el cumplimiento permanente del derecho internacional humanitario”. Lo ha enmarcado en un acuerdo de larga duración y ha asegurado que no tienen ninguna función operativa. “Los militares de Reino Unido no están directamente involucrados en las operaciones de la coalición liderada por Arabia Saudí”, ha declarado una portavoz.

El ministro saudí de Exteriores, Adel al-Jubeir, ha manifestado que su país no tiene nada que esconder. Ha explicado que muchos agentes extranjeros han sido destinados al centro de control para Yemen, han podido supervisar su ofensiva aérea y están satisfechos con las medidas de seguridad.

“Tenemos agentes británicos, estadounidenses y de otros países en nuestro centro de control. Saben cuál es la lista de objetivos y conocen lo que hacemos y lo que no hacemos”, ha detallado a los periodistas en Londres tras reunirse con miembros del Gobierno británico y con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.

Jubeir ha asegurado que los militares extranjeros no participan en la selección de los objetivos. “Nosotros elegimos los objetivos, ellos no. No sé con exactitud en qué parte técnica del proceso están involucrados, pero sí sé que están al corriente de la lista de objetivos”, ha explicado.

“La idea es que esto debería ser transparente, no queremos que la gente nos pregunte 'qué estáis haciendo'”, ha manifestado. “No tenemos nada que esconder”. También ha detallado que Arabia Saudí emplea bombas inteligentes para una determinación precisa de los objetivos, evalúa las consecuencias de cada ataque y corrige cualquier fallo del proceso. “Sobre la idea de que estamos bombardeando a civiles indiscriminadamente: a) no está basada en hechos; y b) no es justa”, ha manifestado.

“Espantosa indiferencia hacia las vidas de los civiles”

Amnistía Internacional ha advertido de que “la coalición militar liderada por Arabia Saudí ha demostrado tener un patrón de espantosa indiferencia hacia las vidas de los civiles”. La ONU ha expresado una preocupación similar. El año pasado, los ataques de dicha coalición alcanzaron una clínica móvil y un hospital de Médicos Sin Fronteras, así como varios colegios. También se les acusa de haber atacado centrales de suministro de agua y de electricidad.

Los abogados de la Campaña Contra el Comercio de Armas (CAAT) han abierto procesos legales contra el Ministerio británico de Economía, responsable de la concesión de licencias de exportación. Le acusan de no cumplir con su deber legal de tomar medidas para prevenir y acabar con las violaciones del derecho internacional humanitario.

Jubeir ha asegurado que los aliados de Arabia Saudí están satisfechos porque sus verificaciones para proteger a los civiles son suficientes, recordando unas recientes declaraciones de su homólogo británico, Philip Hammond. Este dijo esta semana en el Parlamento que los agentes del país están trabajando con las fuerzas armadas saudíes para garantizar que no violan el derecho internacional humanitario.

“Sí que tenemos presencia militar en Arabia Saudí y estamos trabajando con los saudíes para garantizar el cumplimiento de los procedimientos adecuados para evitar incumplimientos del derecho internacional humanitario”, respondió Hammond a una pregunta del ministro en la sombra de Exteriores, Hilary Benn. “También empleamos a nuestros efectivos presentes en comprobaciones rápidas. Hasta el momento, en todos los casos, nuestra gente sobre el terreno ha informado de que no hay pruebas de infracciones intencionadas”, explicó también.

Jennifer Gibson, de la organización contra la pena de muerte Reprieve, afirma que “la ofensiva saudí de bombardeos en Yemen ha matado a miles de civiles y ha atacado clínicas de Médicos Sin Fronteras, un colegio para ciegos y un salón de bodas”. “Es increíble descubrir que nuestro gobierno ha involucrado a las tropas británicas en el proceso de determinación de objetivos que está creando este caos. Y lo que es peor: estamos conociendo la implicación de Reino Unido no por nuestro Gobierno, sino por las autoridades saudíes que ahora parecen ser más transparentes que sus homólogos británicos”, lamenta.

“Hay preguntas decisivas que siguen sin respuesta”, continúa Gibson, “¿Bajo qué mando están las tropas británicas en el centro de control, bajo el británico o bajo el saudí? ¿Forman parte del personal 'empotrado' al que se refería el ministro de Defensa en su confusa declaración de diciembre, que decía que 94 militares británicos estaban destinados en 'los cuarteles de la coalición'? ¿Y qué papel han jugado los ministros en la aprobación de sus actividades?”. Y concluye: “Los ciudadanos británicos tienen derecho a saber”.

Traducción de: Jaime Sevilla

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