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Si te descuidas te montan una democracia libre de impunidad

Olga Rodríguez

Aunque parezca mentira, hemos tenido que esperar hasta ahora para que el Gobierno del PP asista por primera vez a un homenaje a los españoles muertos por el nazismo. Lo ha hecho a través del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien acudió al campo de concentración de Mauthausen, donde se rendía homenaje a las víctimas del nazismo, entre ellas más de 9.000 republicanos españoles que sufrieron la barbarie nazi con la aquiescencia de Franco.

La memoria histórica es selectiva en este país. En las escuelas no estudiamos que hubo miles de republicanos españoles que lucharon contra Hitler y que pagaron un alto precio por ello. Tampoco estudiamos la represión franquista ni las consecuencias de la impunidad de la dictadura, que llegan hasta nuestros días, con más de cien mil desaparecidos aún en fosas comunes y sin verdad, justicia ni reparación. Ahora, con esto de que es el 70 aniversario de la caída de Hitler, al Gobierno del PP le ha debido de parecer que este año no podía faltar. Eso sí, una cosa es asistir a un homenaje a las víctimas españolas que lucharon contra el nazismo y otra es reconocerlas de una forma más seria.

Por eso cuando este martes el Congreso ha tenido que votar si el rey pide perdón a los deportados republicanos por “las responsabilidades del Estado español”, el resultado ha sido que PP y PSOE dicen que no, que mejor no. Porque eso supondría reconocer jurídicamente a los ciudadanos españoles víctimas de la deportación, es decir, abordar su rehabilitación moral y, en su caso, económica, como se ha hecho en Francia o Alemania.

Además ya se sabe: empieza uno dándoles la mano y enseguida te cogen el brazo. Una cosa es reivindicar la memoria de puertas para fuera, y otra de puertas para dentro. Comienzas reconociendo a las víctimas republicanas del nazismo y terminas teniendo que reconocer a las víctimas del fascismo español. Y la cosa se iría de madre. Habría que reconocer los restos de los más de cien mil desaparecidos por el franquismo, rendirles un homenaje oficial, investigar sus casos judicialmente, condenar a los culpables, reparar a las víctimas y a sus familias e incluir en los libros de Historia que se estudian en las escuelas los detalles de la dimensión de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el franquismo. Si te descuidas te montan una democracia libre de impunidad.

Y al final algún gobernante tendría que pedir perdón en nombre del Estado español a las víctimas españolas del fascismo. Fascismo así, en general, sin poder acotar la cosa, sin forma de excluir de ello al franquismo. Teniendo que reconocer los derechos de las víctimas. Demasiado para la cultura e la impunidad del PP y sus amigos.

PD: Emilio Silva, fundador de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica ha recibido esta semana en Nueva York el Premio ALBA (Abraham Lincoln Brigade Archives)/Puffin de Derechos Humanos mientras España sigue negándose a responsabilizarse de las víctimas del franquismo y de la reparación de los crímenes de la dictadura.

Con la dotación económica que reciben podrán seguir por un tiempo haciendo su trabajo. Como ha escrito Manuel Rivas, quizá así Lincoln encuentre a Lorca bajo la tierra. Como dice Silva, “no es casual que este premio venga de Estados Unidos o que la causa judicial abierta contra el franquismo esté en un juzgado argentino” y no español.

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