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Una jungla de sofismas

Elisa Beni

Hoy llego con el machete en la boca. Va a hacer falta. Vivimos inmersos en una jungla de sofismas que no por agotadores resultan menos falsarios. Sólo si desbrozamos una senda vamos a encontrar la salida, y por eso me he pertrechado con un machete. Ese que todos llevamos dentro y que se llama raciocinio. Vamos pues a intentar abrirnos paso entre esa espesura de “razones o argumentos falsos con apariencia de verdad” que nos regalan como “relato” y que sólo buscan manipular la realidad a gusto de los que desean conservar su estatus.

Sofisma 1: Lo imprescindible es tener urgentemente un Gobierno

Así, sin matices. Conseguir un Gobierno. El que sea posible. Como sea y sobre lo que sea. La trampa es clara en el argumento. Mientras que es cierto que la estabilidad y el funcionamiento del país está necesitado de un gobierno, no es menos cierto que un Gobierno es el encargado de regir los destinos de los ciudadanos durante cuatro años. Lo que es urgente es tener un buen Gobierno. Esto no se refiere al signo político sino a las virtudes que pueden predicarse de ello. Desde luego que hay poderes fácticos que lo que quieren es eso, uno cualquiera que desbloquee las cuestiones que les impiden seguir a lo suyo. En la vida nadie compraría que “urge tener una pareja” sea más sensato que “urge tener una buena pareja”.

Sofisma 2: Hay que evitar a toda costa terceras elecciones

Evidentemente es mejor no tener que recurrir a otros comicios pero no es cierto que cualquier camino sea mejor que volver a las urnas. Y mucho menos que ese camino nos obligue a aceptar que en este país puede hacerse lo que sea, cualquier cosa, y continuar gobernando como si nada. Como la falsedad del axioma es palmaria, el PP ha intentado remarcar la “maldad” de las urnas fijando un día imposible. Ahora que la posibilidad se acerca ya nos han dicho que era un farol y que en ningún caso votaremos en Navidad.

Sofisma 3: No es posible un gobierno “mil colores y radical” según Rajoy, un gobierno Frankenstein que dice Rubalcaba...

Me resulta muy chistoso que se esgrima una y otra vez un argumento tan infantil. La radicalidad depende del lugar ideológico desde el que contemples el fenómeno. Es evidente que muchos millones de ciudadanos o no los consideran radicales o se identifican con esa radicalidad ya que han refrendado ese fenómeno que no les da ningún miedo. Lo de los mil colores es puramente folklórico puesto que los 180 votos que se niegan a investir a Rajoy tiene al menos un color en común: no convertir nuestra democracia en un pozo ciego en el que el robo, la mentira, la prepotencia, la deshonestidad,la injusticia y la desigualdad no tengan ninguna consecuencia. Ese solo color debería ser más fuerte y más potente que cualquiera de los otros de los que se revistan las distintas formaciones.

Sofisma 4: Sánchez es el culpable del impasse y será el culpable de todos nuestros males

Este dislate enlaza directamente con el anterior: ¿cómo va a ser Sánchez culpable de nada existiendo Rajoy? La culpa de la situación actual es de Rajoy sin lugar a ninguna duda. Sólo la forma de gestionar la crisis del PP sacó a la gente de quicio lo suficiente como para impulsar la protesta, las mareas y, como consecuencia, el nacimiento de Podemos.

Sólo la podredumbre que o ha creado o ha tolerado hizo que hasta el mundo de la empresa se diera cuenta de que había que pasar la fregona y decidiera impulsar a Ciudadanos. Así que sólo Rajoy nos ha traído al multipartidismo y sólo su gestión prepotente, machacadora, injusta y cuajada de corrupción ha creado una barrera que ningún líder puede saltar sin mancharse él mismo y a su partido y sin traicionar a los ciudadanos de bien que le votaron.

Por supuesto que los pequeños sofismas accesorios a este ( la corrupción es de todos, todos están corruptos, los ciudadanos también son corruptos, la gestión del PP ha sido muy buena, los recortes ya los hizo ZP) caen por su propio peso y sólo pueden formar parte de un correlato infantiloide. Una democracia con la carga que el gobierno del PP le ha echado encima anda ya tan tambaleante como un cormorán con las alas pringadas de galipó. Es cierto que al líder del PSOE le falta establecer su propia respuesta a esto pero creo intuir que esta vez ha decidido valorar bien el tiempo.

Sofisma 5: El PP ha ganado las elecciones y debe gobernar

Este sofisma lleva sobrevolándonos incluso desde antes de que votáramos el año pasado y es que ya se temían que no habría mayoría absoluta. En España las elecciones no se ganan o se pierden a efectos de formar gobierno. En España “gana el Gobierno” aquel que es capaz de concitar una mayoría parlamentaria. Todo lo demás, fuegos de artificio. Basta saber en qué consiste un sistema representativo. Como el machaque no funciona porque la realidad es otra, parece que ahora mandan el globo sonda de transformarnos en un sistema presidencialista en un mes. Ojo con eso.

Sofisma 6: Esta situación es dañosa y perjudicial para la democracia

En esta falsedad se juega además a la antinomia puesto que no sólo no es una situación perjudicial en sí misma para la democracia sino que muestra la fortaleza con la que el sistema funciona. A lo que asistimos ahora es a los efectos de la lógica democrática. Es la que ha creado nuevos partidos para responder a las demandas de los ciudadanos y la que impide que la indecencia sea abrazada sin más. Lo que vemos es como la democracia se resiste a admitir que con una infección se puede vivir indefinidamente y que no es necesario expulsar el cuerpo extraño que la creó.

Sofisma 7: La unidad es un valor absoluto más importante que cualquier otro

¿Es más importante la unidad que la justicia, la igualdad, la equidad, el bienestar social? Es evidente que muchos preferimos que los ciudadanos que sienten como suyas naciones que no llaman España sigan un camino de futuro con nosotros pero eso sólo se conseguirá con un proyecto y con diálogo no como hasta ahora. No hay problema para hablar de un problema que existe y que debe ser resuelto políticamente.

Todos esos árboles quieren impedirnos ver el bosque. Ese que existe para hacernos creer que sólo hay una solución a los problemas, que sólo hay un grupo capaz de regir el destino de España. Un bosque plantado para dejar paso solamente a aquellas opciones consentidas por los auténticos poseedores del poder. Esas son las fuerzas que hay que vencer para sanear este sistema y poder sentirnos orgullosos de nuestras instituciones.

Se abre ahora un periodo de espera hasta la celebración de los comicios vascos y gallegos. No sólo para constatar que el PNV no presta el apoyo a Rajoy sino para dejar sitio a las oposiciones propias de la campaña. Sólo después, cuando sea evidente que sólo cabe la opción de un gobierno que levante las alfombras o nuevas elecciones, estaremos ante la tirada decisiva. Esa es la realidad que quieren ocultar en una jungla de sofismas.

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