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Los críticos del PP de Sevilla aguantan el pulso a su presidente, que pospone el plan para fulminar a su número 2

Los populares de Sevilla tras los resultados del 26J (Fotografía: PP de Sevilla).

Olga Granado

El PP de Sevilla ha evitado in extremis este miércoles escenificar que está partido por la mitad y no se ha consumado la revocación de sus funciones de la secretaria general desde hace menos de un año, Virginia Pérez, como pretendían el presidente de la organización, Juan Bueno, y sus fieles para cortar la cabeza a los críticos.

El comité ejecutivo provincial “extraordinario y urgente”, que se había convocado con este relevo como segundo punto del orden del día, fue finalmente suspendido unas horas antes de la fijada para su inicio (18.00 en un hotel de la capital hispalense) después de que mediará la dirección regional pidiendo cordura y se pospusiera a septiembre la “reestructuración” del partido, lo que augura un verano muy movido porque ese trabajo va a empezar desde hoy.

Ésta es la versión oficial, difundida mediante un comunicado, pero lo cierto es que en la decisión ha pesado más el hecho de que Juan Bueno no estaba dispuesto a que su empeño en apartar de sus funciones a su número 2 fuera sometido a la votación secreta de los casi 140 integrantes del comité ejecutivo provincial, como había exigido la propia Virginia Pérez, respaldada por medio centenar de firmas de los críticos. Esta maniobra hacía prever muy ajustado el resultado y no se la quería jugar a unas cartas que podían hacer todavía más insostenible la situación, tal y como han expresado fuentes del partido. La reestructuración incluye la salida de Virginia Pérez, pero sería “voluntariamente”, algo que le había pedido Juan Bueno y a lo que se había resistido hasta el momento, y por eso éste optó endurecer la presión contra ella “por pérdida de confianza”.

La operación para esta revocación contaba con cierta relajación del presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, quien en su día fue el mentor de Virginia Pérez pero esta vez había ido apartándose de ella por entender que no respetaba los tiempos en su afán por desbancar a Juan Bueno. Ésta, por el contrario, conserva el respaldo del histórico Javier Arenas, que precisamente ha aprovechado la campaña del 26J para patearse la provincia y hacer trabajo orgánico, empeñado en mantener el control de la organización más potente dentro del PP-A, que es el que más compromisarios aporta para el Congreso nacional que próximamente celebrará el partido. Este martes, en vísperas del comité ejecutivo provincial, pedía paciencia para evitar el espectáculo.

Y poco después aparentaba celebrar la decisión de suspender el comité ejecutivo provincial para una guerra que también traslada el tira y afloja que él mantiene con la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal:

Pese a que Javier Arenas pareciera apuntarse el tanto de haberlo frenado, el caso es que el golpe sobre la mesa lo ha dado Juan Manuel Moreno, que había apuntado que no pensaba intervenir en Sevilla a no ser que lo obligaran. “Y a ninguno le conviene que intervenga”, llegó a confesar a esta redacción. Pero finalmente le han obligado, y ha optado por forzar la suspensión del comité ejecutivo provincial en el que iban a volar los cuchillos y optar por una reorganización un poco más sosegada. La negociación la ha llevado a cabo su número 2, Dolores López, mientras él estaba al tanto desde Granada.

La fotografía que ilustra esta información con el PP de Sevilla celebrando sus mejores resultados en el granero del PSOE en toda su historia -perdieron en votos pero empataron a cuatro escaños- es una instantánea del declive de la secretaria general, quien aparece en segundo plano, relegada por los dos muñidores de su caída en el ostracismo: el propio Juan Bueno y su aliado Juan Ignacio Zoido, número 1 por Sevilla el 26J y todavía aspirante a volver a encabezar la candidatura para las elecciones municipales de 2019 en la capital hispalense. E incluso, sacando pecho y también en primera fila, la mano derecha de Juan Ignacio Zoido, el coordinador de su grupo municipal Gregorio Serrano.

En este sector está también el alcalde de Tomares y senador electo José Luis Sanz a quien en su día Juan Ignacio Zoido quería como presidente del PP-A cuando él decidió retirarse. De hecho, la operación contra Virginia Pérez es también reflejo del pulso que siempre ha mantenido el PP de Sevilla contra Juan Manuel Moreno.

El líder del PP-A no ha hablado del polvorín en que se ha convertido la agrupación en Sevilla, dentro de su versión de que el partido está muy unido, pero sí lo ha hecho el vicesecretario de Coordinación Política del PP-A, Toni Martín, del bando de los críticos. En un comentario en su perfil en Twitter ha expresado su satisfacción por que “haya imperado el sentido común” con la suspensión del cónclave de este miércoles.

La situación se produce cuando el partido tiene abiertos varios frentes en la provincia, con duros cruces de acusaciones entre uno y otro bando que ejemplifican la división en sus filas. Los casos más graves se dan en Dos Hermanas, la mayor ciudad de la provincia; La Rinconada, otro de los grandes núcleos del área metropolitana; y especialmente, Valencina de la Concepción.

Media docena de no adscritos con duras acusaciones

De este modo, en Dos Hermanas el partido está dirigido por una gestora, presidida por Virginia Pérez y que fue la que el pasado mes de abril destituyó a su portavoz municipal, Cristina Alonso, que se fue denunciando “vejaciones” y “violencia psicológica” por parte de sus propios compañeros de siglas. La edil ha denunciado que todo empezó a raíz de su declaración como testigo en la investigación de un supuesto chantaje contra el que fuera candidato de C's a la alcaldía, Manuel Varela, quien renunció a última hora. En su testimonio llegó a relacionar a Luis Paniagua, presidente de Nuevas Generales en Andalucía, con este chantaje. Por el momento, ha pasado a ser no adscrita.

En el caso de Valencina de la Concepción, tres de los cuatro ediles que el partido obtuvo en las últimas elecciones municipales -Lourdes Novella, Araceli Espinosa y Nuria Jiménez- han presentado un escrito en el Comité Nacional de Garantías y Derechos contra la suspensión de militancia decretada por la dirección provincial después de que propiciaran una moción de censura el pasado mes de febrero contra el PSOE que finalmente no prosperó porque se descolgó el cuarto de los populares, Manuel Ramón de la Cerda.

Estas ediles, que han pasado a ser no adscritas, sostienen que ni se platean recurrir en la dirección provincial o regional porque están hechas “un desastre”. En su opinión, el expediente contra ellas iniciado por Juan Bueno y ratificado por el Comité Andaluz de Garantías y Derechos “no tiene sentido” porque no se las puede dar de baja como militantes cuando no lo son, sino que, como el otro concejal, concurrieron como independientes en la candidatura del PP. “Ninguno de los cuatro somos afiliados ni militantes”, remarcan en su escrito, y de hecho, reconocen que no pagan las cuotas del partido.

Nuria Jiménez insiste en que se “saltan los estatutos”, entre otras cosas porque el expediente debería haberse concluido en dos meses y se inició el pasado 27 de febrero, a lo que une una crítica feroz contra el “machismo” que entiende que impregna las filas de la formación: “Todas mujeres. Callaron a la compañera de Dos Hermanas y lo intentan con nosotras tres, igual que con Virginia Pérez”. Ellas están dispuestas a llegar a los juzgados, y ya lo han hecho contra la decisión del alcalde, Antonio Suárez (PSOE) de convertirlas en no adscritas.

También es llamativo el caso de La Rinconada, un municipio donde en las elecciones municipales de 2011 encabezó la lista la propia Virginia Pérez, pero en 2015 optó por ir por Gines, dentro del habitual intercambio de cromos que practica el PP y que da muestra del desarraigo que impregna en muchas ocasiones a su propios ediles. En 2015, el número 1 fue en su lugar Ángel Seisdedos, quien sólo logró su acta de concejal -perdieron tres- y recientemente ha pasado a ser no adscrito tras ser expulsado de la formación por no ir a los plenos.

Él alegó que era porque los mismos se celebran por la mañana, dentro de su jornada laboral, una circunstancia de la que ya avisó a la dirección provincial cuando le propusieron encabezar la candidatura, igual que ha enfatizado que no ha faltado a las comisiones y otras citas de la vida municipal.

En medio de toda esta tormenta, la dirección provincial confía en poder contener un poco más el estallido con su intención de hacer una crisis en diferido. De momento, el comunicado remitido por el PP de Sevilla este miércoles incide en ello: “Somos un partido unido en el que siempre ha habido cordialidad y se ha valorado por encima de todo el bien de los ciudadanos”.

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