“La Utopía y su gente no se rinden, os necesitamos más que nunca”
Con un desalojo forzoso aplazado cinco días y al albur del posible acuerdo entre la Consejería de Fomento, el Ayuntamiento de Sevilla e Ibercaja, la continuidad de la Corrala Utopía pende de un hilo. Por ello, cerca de 300 personas se concentraron ayer noche en las inmediaciones del edificio con voluntad de visibilizar el respaldo social que sigue teniendo esta iniciativa, que ha logrado, tras 21 meses habitando un bloque sin luz ni agua, convertirse en un símbolo de la reivindicación por el derecho a la vivienda.
“La Junta de Andalucía se han comprometido a buscar solución junto con el Ayuntamiento”, explicó a los asistentes Aguasanta, una de las vecinas, micrófono en mano. Además, agradeció el apoyo recibido en todos estos meses y quiso dejar claro que, aunque lograran encontrar una solución, es importante seguir luchando, porque “nuestro caso es sólo un ejemplo de la realidad de muchísima gente y de un problema mucho más grande: el del derecho a una vivienda digna”.
Aguasanta hizo de portavoz junto a María, las dos vecinas que han representado a esta treintena de familias en muchas ocasiones y protagonizado algunas acciones, como el encadenamiento en la puerta de la sede de Ibercaja. Según explicó María, “esto se ha convertido en el el símbolo de la lucha de todo un pueblo y aunque nos quieran tachar de delincuentes, no lo somos”. Además, recordó el contexto que les había llevado hasta allí: “Tras años luchando por sacar nuestras familias adelante, no pudimos seguir pagando por nuestros hogares o simplemente nunca pudimos tener uno propio. Trabajando 12 horas por un sueldo miserable tuvimos que elegir entre comer y pagar un alquiler. Perdimos todo”.
Así, se reafirmaron en su lucha por “convetir la utopía en realidad y transformar el derecho universal a la vivienda en algo real”. “La utopía y su gente no se rinde; os necesitamos más que nunca. Banca e instituciones tiene que ofrecer soluciones reales, afrontar su responsabilidad”.
“Creemos en la justicia y en los derechos básicos, viendo que estos negados por las instituciones públicas decidimos empoderarnos y luchar por ellos. Tras 21 meses sin suministros, seguimos teniendo claro que la utopía es posible”, concluyó María en la lectura del escrito.
El cante de Manuel Gerena
El cantaor Manuel Gerena (en la foto) quiso visibilizar su apoyo a las mujeres de la Corrala y, micrófono en mano, dedicó dos letrillas a estas mujeres. En una de ellas cantó “entre la vida y la muerte hay un tiempo que se va, cada minuto se merece vivirlo en la libertad”.
