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Moreno Bonilla entierra la “exclusividad” del PSOE con el legado autonomista del 28F: “La bandera andaluza es de todos”

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, ofrece su discurso en el 28F.

Daniel Cela

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El primer 28F o Día de Andalucía sin el PSOE en el Palacio de San Telmo y con un Gobierno de PP y Ciudadanos en más de tres décadas de autonomía se ha convertido en un acto autoreferencial de los populares, que hoy gobiernan. La idea clave, que aparece tanto en el discurso de la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet (Cs), como en el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), es que el concepto 28F no es patrimonio de unos pocos, aunque hayan gobernado 36 años y medio consecutivos. Éste es el dardo envenenado dirigido al PSOE, el partido que ha monopolizado el discurso oficial de la Junta desde el primer 28F: “Nadie debe ni puede patrimonializar el Día de Andalucía. La bandera es de todos. Y el hecho de que yo esté hoy aquí como presidente es la muestra de que esta tierra no quiere que nadie se arrogue lo que es de todos”, dijo Moreno. En la misma línea, Bosquet había dejado otra bofetada a la izquierda en su discurso ante la Cámara legislativa: “Ningún grupo puede patrimonializar el feminismo”, dijo, para contrariedad de la bancada socialista.

El PP se ha reencontrado con el autonomismo andaluz al llegar al Gobierno y ha hecho un discurso tan andalucista como hasta ayer hacía el PSOE. Eso sí, con un añadido para denunciar el discurso “excluyente” de los socialistas. La derecha andaluza no defendió hace 30 años el referéndum y el estatuto de autonomía que hoy se conmemora, pero sí estuvo en la reforma estatutaria pactada casi 20 años después con PSOE e IU (en 2007). Moreno ha enfatizado hoy que “hay que explicarle a los jóvenes” qué es el 28F, para que dejen de verlo como algo “lejano y antiguo”, y tendrá que empezar por ahí su relato a las nuevas generaciones.

La historia que el nuevo presidente de la Junta puede trasladarle a los jóvenes andaluces desde la experiencia política del PP sería más o menos ésta: Mi partido, diría Moreno Bonilla, se desmarcó del referéndum autonomista y rechazó el primer Estatuto andaluz en 1980, y esa fue una “espinita” -como admitiría Javier Arenas- que el PP tardaría 20 años en sacarse; luego mi partido apoyó un nuevo Estatuto, en 2007, que era casi un calco al Estatut catalán; mi partido recurrió en los tribunales la máxima ley catalana, pero no la andaluza, y aquel texto autonómico quedó mutilado por el Tribunal Constitucional. Ahí empezó a inflamarse la política con Cataluña, hasta derivar en un órdago secesionista ilegal que ha golpeado a España y abrasado a todos partidos. Ahora el presidente de mi partido, Pablo Casado, abandera un discurso centrista y españolista para combatir el independentismo catalán, y de paso cuestiona aspectos blindados del Estado de las autonomías. El presidente de mi partido propuso en la campaña electoral de las andaluzas, en la que yo era el candidato, retirar las competencias de educación a las comunidades y devolverlas al Gobierno central. Ahora yo presido la Junta y hoy, aquí, en el Día de Andalucía, me estreno con un discurso autonomista que trata de enderezar la historia del PP en esta comunidad y reivindico el legado del 28F que, sin embargo, chirría con el mensaje político de mi jefe de partido.

Pese al relato de Moreno, los socialistas siempre han tratado a los populares como ajenos al legado autonomista, más aún ahora que el Gobierno PP y Cs se apoya en una fuerza, Vox, que quiere recentralizar el poder en Madrid y acabar con el Estado de las autonomías. El traje institucional y el discurso oficial son armas potentes para que el nuevo presidente de la Junta entierre ese mensaje, sobre todo un día como hoy, desde el escenario del Teatro de la Maestranza, rodeado de los galardonados con la Medalla de Andalucía. En primera fila de la platea, la ex presidenta y líder de los socialistas, Susana Díaz.

Las medallas de Andalucía y los títulos de Hijo Predilecto, máximas distinciones que entrega el Gobierno andaluz, están representadas este año por 11 hombres y tres mujeres (una de ellas, la viuda de uno de los premiados). Hubo, un año más, una sobrepresencia masculina sobre el Teatro de la Maestranza de Sevilla. No sólo porque hay más hombres que mujeres galardonados, sino porque las instituciones galardonadas estuvieron representadas también por hombres. Esta gala sufre de testosterona desde sus inicios, aunque este año ha chirriado más porque las autoridades venían de escuchar en el Parlamento el discurso de la presidenta, Marta Bosquet: “Mientras siga habiendo discriminación hacia las mujeres, mientras se las relegue a una situación de inferioridad, será necesario levantar la voz, denunciar las injusticias y seguir reivindicando la igualdad desde la libertad”, había dicho una hora antes en el hemiciclo, ante los 109 diputados.

En la calle, próximo al Maestranza, miles de personas se manifestaban en defensa de la autonomía andaluza. Lo hacen cada año, es la manera de ciertos colectivos sociales -acompañados por Podemos e IU- de festejar “el 28F de las movilizaciones, y no de las moquetas y los pasillos”. Pero este año han desplegado una mayor carga política contra el nuevo Gobierno de centro derecha -que apenas lleva dos meses activo- y el socio de extrema derecha que les sustenta. Vox participó de los actos del Parlamento, pero no de la Junta, y dejó caer algunas consignas españolistas para subrayar su rechazo a aquel referéndum del 28 de febrero de 1980 que hoy se conmemora.

Se especulaba si Susana Díaz acudiría a la gala del Maestranza, aunque ella sostiene que nunca se planteó no hacerlo. No siempre los dirigentes del PP andaluz han acudido a esta ceremonia, que siempre tildaron de “rancia”. Moreno sí lo hizo en sus años de líder de la oposición. Díaz se ha estrenado como asistente, entre el público, aún con la cabeza en el Gobierno que perdió en las elecciones andaluzas. La gala y los galardonados están elegidos por el Ejecutivo saliente y consensuado con los nuevos gobernantes. Habrá que ver si el año próximo, la socialista sigue acudiendo a la ceremonia.

La líder del PSOE andaluz escuchó el primer discurso de Moreno Bonilla un 28F, muy metido en su papel institucional. El presidente popular hizo una defensa del autonomismo andaluz muy similar a la que hacía antes la presidenta socialista, retratando el 28F como ejemplo de igualdad entre españoles, como la respuesta responsable al secesionismo catalán. “El legado fundamental del 28F es esa reivindicación de la igualdad y la cohesión. Los andaluces brindamos una concepción solidaria y equilibrada de nuestro país. Abrimos la puerta a que no hubiera diferencias entre españoles y tuvimos éxito”, dice Moreno Bonilla. El presidente de la Junta ha hablado de Cataluña sin hablar de Cataluña, como lo hacía Díaz en los últimos años. “La división es una amenaza que nos puede debilitar y menguar nuestras posibilidades. España es un gran país que formamos entre todos, y Andalucía es una gran tierra para trabajar y para vivir”, subrayó.

En este último punto, Moreno Bonilla quiso recalcar que el empleo necesita empresas, “porque sin empresas, no hay empleo”. Es el principal problema de Andalucía, un 22% de desempleo, con un diferencial crónico respecto a la media de España, y que lastra la economía andaluza. El presidente reivindicó el 28F como “algo de todos” y puso especial hincapié en implicar a las nuevas generaciones. “Los jóvenes ven muy lejano el 28F y es necesario explicarles con orgullo qué hicieron nuestros mayores, una generación brillante que aparcó diferencias para alcanzar el gran logro de nuestra autonomía. Hay que explicarles que no es una historia antigua, sino el símbolo de nuestro orgullo por ser andaluces”, advirtió.

Galardonados

La ceremonia estuvo conducida por el periodista Domi del Postigo, con un hiperprotagonismo que se superpuso durante toda la gala al momento estelar de los galardonados. Francisco Martínez Cosentino, de Almería, presidente y promotor del grupo Cosentino (con 4.500 trabajadores), recibió “con orgullo” el título de Hijo Predilecto de Andalucía. “No ha sido fácil, y en el camino me he arruinado tres veces. Recibí la medalla de plata de Andalucía en 1992. Semanas después, nos quedábamos al borde de la quiebra. Ésta es la vida del empresario: hoy estás arriba y mañana al borde del precipicio”, dijo. A las puertas del teatro, un grupo de personas, víctimas y familiares de trabajadores de sus empresas afectados por la silicosis, se manifestaban contra él con gritos y pancartas. Cosentino hizo un discurso muy político. “Tenemos la obligación moral de dejar a la siguiente generación una Andalucía más fuerte moral y socialmente”, añadió.

El Gobierno andaluz ha entregado este jueves el título de hijo predilecto de Andalucía a José Luis García Palacios a título póstumo, artífice de la Caja Rural del Sur, de Huelva y exsenador de la UCD; y a Francisco Martínez Cosentino, de Almería, presidente y promotor del grupo Cosentino, ya medalla de Andalucía. Dos hombres para la máxima distinción que concede la Junta de Andalucía. En el escenario, once hombres galardonados y tres mujeres. A la Brigada Central de Salvamento de Asturias, que formó parte de los equipos de rescate que participaron en la recuperación del cuerpo del niño Julen caído al pozo de Totalán, en Málaga. Unas 300 personas formaron parte de aquel dispositivo durante 13 días que conmocionaron a la sociedad española, y que terminó dramáticamente; a Antonio Martín García, uno de los letristas más laureados del Carnaval de Cádiz, también conocido por ser el autor de canciones para la cantante Rocío Jurado; a la Fundación Aguilar y Eslava de Cabra, fundada en 1979, por contribuir a mejorar la educación de los jóvenes; a Pablo Heras Casado, director de orquesta y del Festival de Música y Danza de Granada; al colectivo de trabajadores de Doñana, 129 personas que son personal de la Junta de Andalucía y trabajan por la conservación tanto del parque nacional como del parte natural del espacio.

En el área de cultura ha sido distinguida la actriz Inma Cuesta, nacida en Valencia, pero criada en Arquillos (Jaén). Cuesta estuvo nominada al Goya como mejor actriz por su interpretación en La novia, por el que logró un premio Feroz. Ha trabajado en numerosas películas como protagonista, como La voz dormida de Benito Zambraro, Blancanieves y Primos, y en series de televisión como Águila Roja. Acaba de recibir otro premio Feroz por la serie Arde Madrid, de Paco León. También en este área ha recibido una medalla la cantante Pastora Soler, cuyo nombre de pila es Pilar Sánchez Luque. Otra institución distinguida con este mérito ha sido el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBI), por su contribución a la investigación molecular y celular; a la cuarta zona de la Guardia Civil en Andalucía; y a Cáritas regional de Andalucía por su gran contribución como ONG a paliar las dificultades económicas de numerosas personas en la comunidad.

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