Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar
Armas de instrucción masiva
Podemos decir (y perdón por lo de Podemos) que tras cuatro fracasos electorales, el PP no ha entendido absolutamente nada del mensaje que le hemos propinado los ciudadanos, incluidos muchos de sus votantes; que el amor a España ya no consigue ocultar el hedor a gaviota muerta que desprende. Al contrario, siguen los caudillos populares con su cansino discurso del ¡Santiago y cierra España! achacando todos los males al malvado Zapatero, al que se unen ahora el diabólico Pedro Sánchez y el Belcebú con coleta, que quieren acabar con las esencias patrias y con su tres por ciento, que es su mayor esencia patria.
Así, tras la imputación de más de un centenar de dirigentes madrileños, la muy honesta Esperanza Aguirre anuncia que se va, pero sólo la puntita, ya que continúa como jefa opositora del Ayuntamiento de Madrid, agazapada a la espera de que el tsunami de mierda se lleve por delante a don Mariano Tancredo. Y en Valencia, el otro epicentro de la gusanera popular, tras la detención e imputación de otro centenar de honrados líderes del partido, el PP ha decidido blindar a Rita Barberá, la jefa de la banda, convirtiéndola en aforada, tras haberse aforrado ella misma durante los últimos 20 años.
Dos claros ejemplos del ansia regeneradora del partido aznarista, que se unen al famoso martillo de destruir discos duros y a las argucias legales para entorpecer la instrucción de los casos abiertos. Y no es eso lo malo, que bastante peor es escucharles cada día cómo nos toman el pelo asegurando que nadie ha hecho más que ellos contra la corrupción, que el que la hace la paga y que aquí ‘ya’ no se pasa ni una, dando a entender que hasta ahora sí se han pasado muchas.
Pero como soy de natural pánfilo, voy a optar por creerles, y además les voy a dar la solución del problema. En primer lugar, los dirigentes populares deben hincarse de hinojos ante el Parlamento y confesar con humildad todos sus pecados, hacer propósito de la enmienda y cumplir la penitencia. A continuación deben reparar el daño causado, devolver todo lo robado por el partido y por todos y cada uno de sus líderes y lideresas, aunque para ello tengan que vender su segundo chalé en Marbella. Después deben autodisolverse, nombrando una gestora que vea los asuntos urgentes, para posteriormente entregar las armas, sobre todo los martillos y las libretas negras y abrir sus zulos y cajas fuertes.
Cuartelillo en la sede
Y si quieren esmerarse, podrían hacer como sus padres y abuelos, allá en las postrimerías del franquismo, que para hacer más eficaces a las fuerzas de orden público, instalaron cuartelillos en algunas facultades de la Universidad Complutense para ahorrar en dietas y desplazamientos. No es mala idea, dada la frecuencia con que la Guardia Civil registra las sedes populares. En este punto no descartemos que pueda haber una comisaría volante en la Moncloa, por si acaso.
Cumplidos todos estos requisitos, ya sólo les quedaría hacer un congreso democrático y buscar algunas personas honradas para dirigir los destinos del partido, que en algún sitio debe haberlas. Por ejemplo, en Andalucía, donde Moreno Bonilla y alguno de sus ayudantes todavía se mantienen alejados del pecado, eso sí, por falta de tentaciones. Aunque antes de eso, debería el señor Bonilla dar un repaso por las sedes provinciales y los ayuntamientos capitalinos, donde también se han estado cociendo suculentos pucheros. Aquí es oportuno contar la anécdota que relataba el amigo de un destacado prócer andaluz, que alardeaba de que tuvo que echar con cajas destempladas a un afamado constructor que se había dejado un maletín en su despacho tras una visita de cortesía. Enojado, tuvo que llamarle la atención y obligarle a que se llevara el paquete. Todavía estoy intentando superar la impresión y encajarme la mandíbula.
Cumplidos estos necesarios trámites, el nuevo líder popular debería, por último, ordenar a sus huestes que dejen de poner zancadillas a los jueces y facilitarles todas las armas de instrucción masiva que precisan. Aunque tratándose del PP, a lo mejor son armas de instrucción menos IVA. Y me llevo dos.