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Cuando Cáritas es un peligroso grupo radical
“No dejes que la verdad te estropee una buena noticia”. Con esa máxima como evangelio, el amarillismo periodístico ha destrozado carreras y reputaciones a lo largo de la historia. No sabíamos sin embargo, hasta qué punto semejante precepto había calado en lo más hondo de la política en general y de este Gobierno en particular.
En los últimos días hemos asistido a distintos episodios que ponen de manifiesto la escasa importancia que nuestros gobernantes dan a la realidad o, quizás, el muy preocupante hecho de que personas de las que depende la vida y el bienestar de millones de ciudadanos, vivan en un mundo paralelo, en el que cualquier parecido con el suyo, o el mío, es mera coincidencia.
Produce auténtica vergüenza ajena escuchar a todo un ministro de Hacienda como Cristóbal Montoro arremeter contra una organización tan ejemplar como Cáritas, por contradecir en su informe sobre la pobreza el triunfalismo económico del Gobierno. En dicho informe, Cáritas asegura que España es el segundo país de la Unión Europea con más pobreza infantil, sólo superado por Rumanía, y que las medidas de austeridad han generado más pobreza, con un millón y medio de hogares españoles en los que hay exclusión social severa.
Tan demoledor informe echa escandalosamente por tierra los machacones mensajes que nos llegan del ejecutivo de Rajoy sobre la salida de la crisis y nuestra recuperación económica. Un bombardeo informativo que no es ajeno a la proximidad de las elecciones europeas y a los datos nada halagüeños para el PP que revelan las encuestas.
Cuando, incluso, los más prestigiosos analistas económicos coinciden en que la “recuperación” pregonada por el Gobierno tardará muchos años en llegar a los ciudadanos más castigados por la crisis, el infantilismo de Montoro, poniendo a los pies de los caballos, a una organización tan querida y respetada como Cáritas, revela una prepotencia y un desprecio tan insólito en un servidor público que evidencia el porqué la ciudadanía ha vuelto la espalda a sus políticos.
El informe de Cáritas es demoledor para el triunfalismo económico del Gobierno, y en él se asegura que “las medidas de austeridad han fallado a la hora de solucionar los problemas y generar crecimiento”. Y que en España, el riesgo de pobreza entre los niños menores de 18 años se situó en 2012 en el 29,9%, casi nueve puntos por encima de la media de la UE, que estuvo en el 21,4%, según datos de 2013 de Eurostat. De 2011 a 2012, la tasa de pobreza en este sector de población aumentó del 15,6% al 19,4%. Pues bien, en lugar de admitir que la brutal crisis que asola nuestro país nos ha conducido a una situación tan dramática como ésta, Cristóbal Montoro, opta por intentar ridiculizar a Cáritas, cuando no a amenazarla veladamente, como ya hizo el personaje con el colectivo de los actores y los medios de comunicación.
Pero es que, además, la justificación en la que Montoro basa sus descalificaciones del informe Cáritas es un auténtico insulto a la inteligencia de la ciudadanía. Dice Montoro que los datos sobre la pobreza en España “no se corresponden con la realidad”, porque sólo se basan en “mediciones estadísticas”, y le ha pedido a esta organización que no “provoque” debates en este sentido. O sea que las mediciones estadísticas no le sirven a Montoro cuando las utiliza Cáritas, pero son infalibles cuando las maneja él.
¿Pero quién se ha creído Montoro que es para tratar así a una organización, sin la cual el día a día de miles de ciudadanos sería aún más difícil de lo que ya lo es? ¿Desde qué púlpito predica el ministro sobre un colectivo que está teniendo que cubrir parcelas que su Gobierno ha abandonado vergonzosamente?
Cristóbal Montoro no ha rebatido ni uno solo de los datos aportados por el exhaustivo informe de Cáritas, y sus críticas se han basado en vaguedades y generalidades sin rigor alguno, máxime teniendo en cuenta que los datos barajados por dicha organización han sido los oficiales.
Pero ya se sabe que este Gobierno en general, y Montoro en particular, son especialistas en demonizar a todos aquellos que no comulgan con sus ruedas de molino, sean económicas o políticas. Así, los actores y medios de comunicación son delincuentes fiscales, los ciudadanos que protestan en las calles, nazis o ultraizquierdistas, y ahora, por lo que se ve, Cáritas se convierte en una peligrosa organización radical.
Cómo estará la cosa, que hasta la religiosa Sor Lucía Caram, con más de 58.300 seguidores en su cuenta de twitter, @sorluciacaram, ha sido durísima con Montoro, a quien ha acusado de mentiroso en un tuit: “El ministro Montoro falta a la verdad, encubre la miseria que ellos han generado y cronificado, y falta al respeto a todos los españoles”.
En otro ha pedido su dimisión: “Montoro dimisión ya. Insultantes declaraciones de un aliado de la estafa y la mentira de Estado” ...
¿Será Sor Lucía otra peligrosa radical?