De Kirk, Abascal y todo lo demás

El pasado fin de semana, en la celebración de nuestro décimo aniversario de bodas, estábamos disfrutando de una pizza, una cerveza y una banda de blues en directo mirando el atardecer. Esto sucedía no en un chiringuito de Tarifa sino en la pequeña localidad costera de Carlsbad, California. 

Cuando una señora nos pidió compartir nuestra mesa de pícnic en el abarrotado patio nos pareció bien. Todo eran risas hasta que la señora se nos acerca, con mirada conspiratoria, y nos dice “isn’t it sad about Charlie Kirk?”, que traducido resulta “qué pena lo de Charlie Kirk”.

No os voy a engañar, yo no sabía quién era el activista ultraconservador Kirk hasta que le dispararon en una universidad de Utah. No así los líderes del Partido Popular Alberto Núñez Feijóo y de Vox Santiago Abascal, que rápidamente plantearon que si a Kirk le habían asesinado, cualquier día les pasa a ellos también. Me pregunto si en aquella concentración convocada por la extrema derecha en Madrid para recordar a Kirk, el pasado 11 de septiembre, los asistentes sabían de su existencia previo a la convocatoria. 

Han sido un par de semanas absolutamente brutales aquí en los Estados Unidos distópicos. Entre el asesinato de Kirk, los ataques a la libertad de expresión con el cómico Jimmy Kimmel como víctima y el fanatismo religioso puesto en primera fila, como diría mi abuela, no ganamos pa’ sustos. 

Como siempre en esta columna, quiero ir un paso más allá del simple relato de lo que está pasando para generar reflexión y quizás contestar a la pregunta de por qué todo lo que está pasando en Estados Unidos lo vemos reflejado también en España

Como siempre en esta columna, quiero ir un paso más allá del simple relato de lo que está pasando para generar reflexión y quizás contestar a la pregunta de por qué todo lo que está pasando en Estados Unidos lo vemos reflejado también en España. 

Me parece interesante lo que dice la comentarista política demócrata Amanda Nelson en este vídeo de Instagram. Ella habla de tres causas principales por las que la democracia estadounidense se está viendo abocada al autoritarismo. 

Primero, dice Nelson, la reconstrucción del país después de su guerra civil no castigó suficientemente a los esclavistas del sur y dejó un poso de supremacismo blanco que ha estado infectando al país desde entonces. ¿Te suena?

Segundo, el sistema económico neoliberal ha incrementado las diferencias entre clases, y el resultante enfado de quienes quedamos debajo de la línea resulta, en muchos casos, en racismo y sentimiento anti inmigrante. ¿Te suena?

Por último, el aprovechamiento de la pandemia del Covid-19 por los partidos de ultraderecha para consolidar sus proclamas. ¿Te suena?

No me extraña la fascinación que hay desde los medios de España en reportar las idas y venidas políticas de Estados Unidos. Si acaso son estas más caricaturescas, exageradas, y cubiertas de sangre por la proliferación de armas de fuego que tenemos en EE.UU., la base es muy similar

Esto último lo estudian Lisa Zanotti y Stuart James Turnbull-Dugarte en una investigación publicada por Cambridge University Press. Zanotti y Turnbull-Dugarte concluyen que los políticos de Vox intentaron por todos sus medios posicionarse como el primer partido político para los votantes de derechas durante la pandemia. Aunque los esfuerzos de Abascal no dieron el fruto que se esperaba, los ultraderechistas se han mantenido en el panorama político español con mucha más fuerza de la que inicialmente se les daba, según los investigadores.

Siendo así no me extraña la fascinación que hay desde los medios de España en reportar las idas y venidas políticas de Estados Unidos. Si acaso son estas más caricaturescas, exageradas y cubiertas de sangre por la proliferación de armas de fuego que tenemos en EEUU, la base es muy similar. 

Si, a día de hoy, estamos encontrando en Huelva rastros del franquismo hasta ahora desconocidos. Si en Estepona, políticos de derechas siguen urbanizando la costa como si Franco siguiera vivo. Si el populismo de derechas más burdo sigue convenciendo, quizás nos lo tendríamos que mirar. 

Como diría mi abuela, una vez más, si las barbas de tu vecino ves cortar, pon las tuyas a remojar.