Mueve tus caderas

No estés tan deprimida. Todo tiene solución. Unos vasos y unos amigos y un poquito de rocanrol. Mueve tus caderas cuando todo vaya mal.

Elvis vive. Viva el Rey. Ahora mismo, tres o cuatro tertulianos abren un debate sobre la pelvis del campechano monarca de la ilusión y, al cabo de un rato, nos quedamos más tranquilos, dentro de la gravedad: su señora mantiene abierta la agenda oficial por la página cuarenta y cuatro. Y Ana Mato sugiere la externalización de la mayoría ruidosa con su habitual desparpajo. Público, privado, that is the question. Les tendremos puntualmente desinformados.

Vienen al pelo las canciones de los míticos Burning, vienen con dedicatoria. “Mueve tus caderas”, al Rey Juan Carlos. “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?”, a Susana Díaz. “Esto es un atraco”, a Botín y Rato. “Una noche sin ti”, a Griñán. “No es extraño que tú estés loca por mí”, de Bárcenas a Cospedal. “Es decisión”, de Angelita a Rajoy.

Ahorrar es recortar. San Eufemismo, expuesto en besamanos, asesora a nuestros barandas de aquella manera. Judas Carajote sabe que el enemigo vive en casa, como Elvis en la kely de todos. Suena el rock de la cárcel, sólo para los elegidos, Aquí no abdica ni María Teresa Country.

En otro tiempo y en otro lugar, Elvis estaría jubilado. Hasta en Botswana, donde hago lo que me da la real gana. Prejubilati con tomati, él sigue ere que ere, sin mirar alrededor del baile. Mira cómo bailan los imputados andaluces, mira cómo bailan otros clásicos del rock, retirados del mundanal silencio, dando paso a las jóvenes y flamantes generaciones de cincuentones, cabreados de larga duración, a quienes, a este paso, las pensiones les saldrán a pagar. Tales hechuras ha heredado la coyuntura que cada día nace una razón más para disfrutar de la eterna juventud. Forever young por derecho. ¿Nombre y apellidos? Peter Pan. Mi mamá me plancha las camisas de rayas y las ideas descabelladas. Soy rebelde porque el Marca me hizo así. Ya estoy yo acostao.

El presidente de la comunidad de vecinos anuncia una bajada de pantalones para el Dos Mil y Pico. Una medida electoral, sin duda. Ya es hora de que tomen medidas, así sabremos cuánto miden las cosas. Hay que tener cara para prometer de nuevo una bajada de pantalones en condiciones, luego de haber desnudado al personal de por vida por razones técnicas. San Eufemismo no da crédito, expuesto al qué dirán. Un día va a ocurrir algo, el día que no haya fútbol de copago. El nota de los cien millones se lesiona en el calentamiento, gran metáfora. A la gente le da pena Iker Casillas. Hay que hundir a Messi como sea. El Atleti va primero. El mundo al revés. Sube la música, pon los Ramones, más que ná pa contrarrestar el regatón de los inquilinos de arriba, que tienen delito y nos van a echar de este país.

Lo dicho. Mueve tu caderas, siempre hay una solución. Exige tus derechos. Planta cara. Recuerda la letra pequeña. Baila sobre la tumba del olvido. Miéntete. Charla con los mimos. Levanta la vista del táblet. Hay vida más allá. Paraíso ahora.