Responsabilidad y mayorías

El dirigente socialista y ministro del Gobierno de coalición progresista José Luis Ábalos dijo este fin de semana que el PSOE tiene una gran capacidad de generar mayorías y que la aprobación de los Presupuestos es una cuestión de responsabilidad.

Estoy de acuerdo, pero habla urgido porque se vislumbra que los PGE se pueden aprobar y Bildu, un partido vasco abertzale, ha anunciado su apoyo a las cuentas del Estado. Y el chaparrón arrecia, hasta ahí podríamos llegar; se ha organizado una auténtica jauría a la caza del cómplice del terrorismo. La derecha visible, la invisible y sus asociados del statu quo del bipartidismo se han lanzado sobre el PSOE que gobierna porque Bildu es ETA y los que aceptan sus votos, unos traidores a España.

Naturalmente que cuando esta asociación habla de ETA habla de la ETA de los demás, no de la suya propia, con la que negociaron y pactaron. Pero no me voy a detener en la historia, no merece la pena. La memoria de cualquier demócrata no me dejaría mentir y, mucho menos, las hemerotecas.

En realidad, no es Bildu lo que preocupa, un partido no muy grande con ideas socialdemócratas apenas superadas; lo que inquieta es que pueda haber Presupuestos y, entonces, que el Gobierno progresista aguante y dure. “Que España se hunda que luego la levantaremos nosotros”, clamaba Montoro, el ministro de turno de los Presupuestos en vigor.

Los que se oponen a que los PGE se aprueben con los votos abertzales no son capaces de identificar en qué capítulo de las cuentas del Estado se especifica su carácter separatista ni dónde se rompe España; no creo que los ministros de Investigación, Cultura, Economía, Hacienda, Sanidad, Transportes, Agricultura... se sientan amenazados por el independentismo presupuestario; sí podrían identificar la radicalidad presupuestaria, moderada, en función de los tiempos que corren. Consiste en contrarrestar la otra radicalidad insolidaria de los que están en vigor, fruto de la apisonadora ultraliberal de la derecha que dejó tirados a millones de españoles con el aplauso entusiasta de muchos de los socialistas que hoy exageran el gesto. Hoy, la responsabilidad de Estado precisamente exige lo contrario. Hoy hacen falta unos presupuestos solidarios que incorporen a toda la ciudadanía a la difícil tarea de recuperación que nos queda por delante. Entre otras cosas, para hacer posible la llegada de los dineros de la UE que tanto inquieta también a los patriotas asociados contra el Gobierno progresista.

Los exomilitantes se parecen a lo que Orwell denominó 'socialistas de derechas'. Que si se miraran en el espejo con humildad, encontrarían la explicación de lo que les irrita, por el surgimiento de una opción de Gobierno a la izquierda de ellos mismos

Se trata por tanto de que no haya Presupuestos y de que el Gobierno progresista fracase. Y en este momento vuelvo a Ábalos. Es verdad que es tiempo de responsabilidad y de mayorías pero ¿dónde sitúa el epicentro del seísmo político? La irresponsabilidad que lo ponga en las derechas no es ninguna novedad, luego ese no debería ser el problema. La irresponsabilidad de la reacción no es nueva. La responsabilidad por la que clama Ábalos es exigible a la misma organización a la que pertenece el ministro, es decir el PSOE.

Una parte muy importante de dirigentes no está siendo responsable. Cuando me refiero a los asociados del frente antigubernamental, me refiero a ellos, que no son los moderados del Gobierno a los que provoca Inés Arrimadas. Los moderados del Gobierno –tienen derecho a serlo– son leales al Gobierno progresista y a su organización; hablamos de otros moderados, los de fuera del Gobierno y, a veces, hasta fuera de la organización, o eso parece.

Esos exomilitantes se parecen mucho a lo que ya George Orwell denominó en tiempos republicanos “socialistas de derechas”. Que si se miraran en el espejo con humildad, encontrarían la explicación de lo que les pasa, lo que les irrita, por el surgimiento de una opción de Gobierno a la izquierda de ellos mismos.

De responsabilidad solo he oído hablar en los debates presupuestarios a PNV y Bildu; la responsabilidad socialista no brilla, sino más bien oscurece las propuestas del Gobierno, enfangando el terreno para beneficio de las derechas.

Ábalos se presenta como paladín de la búsqueda de mayorías pero cómo, si su propio partido es incapaz de generar una mayoría de opinión y de sostén de las posiciones gubernamentales. Los barones y baronesas no son sino una expresión inquietante de esa falta de responsabilidad y de incapacidad en convertirse en una mayoría que lidere el Estado en tiempos de zozobra.

Como esos pájaros que pían en todas partes pero ponen el huevo en su nido, la irresponsabilidad debilita al Gobierno y a la credibilidad del socialismo como valor reformador y regenerador de un Estado que se nos queda rancio. En su visión pueblerina solo caben ellos mismos, y su territorio, su nido, en donde solo se tendrán que presentar para seguir siendo barones y no en todo el Estado. Si no, hagamos una prueba de pura ficción: ¿se imaginan a los líderes más jacobinos presentándose en Catalunya o el País Vasco, adonde llegan sus cacareos? Y son España, ¿o no?