Otros diez datos que nos cuenta el CIS sobre Andalucía en campaña
Los grandes titulares están publicados y no varían en mucho en lo que a tendencias se refiere: el barómetro publicado este jueves por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revela que el PSOE-A ganaría las elecciones autonómicas del 22 de marzo con un 34,7% de los sufragios, lejos de la mayoría absoluta, pero a una consierable distancia del segundo, el PP-A con un 25,7% de estimación de voto, y con Podemos como tercera fuerza, desbancando a una IU que se hunde y a la que pisa los talones Ciudadanos. Sin embargo, merece la pena mirar las tripas del CIS para ver qué otros datos se desprenden de las respuestas de los encuestados:
Javier Arenas conseguiría escaño por los pelos. El que fuera candidato a la presidencia en 2012 por el PP-A obtendría escaño esta vez por muy poco. Porque va de número 4 por Almería, y el CIS le da a los populares sólo cuatro escaños en esta provincia, frente a los siete de 2012, minando también el poder popular en una provincia tradicionalmente afín y donde el PP no ha perdido nunca desde 2004.
También está en el límite Antonio Maíllo. Similar situación para el candidato a la presidencia por IU, que encabeza la lista de la coalición de izquierdas por Sevilla, provincia en la que la formación obtendría, según el barómetro, un escaño (fueron dos en 2012), pese a que, con un 7,7% de los votos, es la que le arroja mejores resultados de las ocho.
Ojo, cuatro de cada 10 dice no haber decidido su voto. El 41,3% de los encuestados sostiene que aún no ha decidido su voto, lo cual deja un elevado porcentaje de incertidumbre que a la hora de la verdad tirarán para uno u otro lado. Por eso, los partidos creen que esta campaña es clave.
La mayor duda está entre el PSOE-A y Podemos. Una cuestión a tener en cuenta es que si se les pregunta a los encuestados por sus dudas entre dos partidos, donde más indecisión se aprecia es entre el PSOE-A y Podemos, de manera que al final, la papeleta podría ir para uno u otro. Hay un 15,4% que se confiesan en esta tesitura, con lo que ambos partidos tendrán que pelear por ese granero de votos. En duda también hay un 12% que no sabe si votar al PSOE-A o al PP-A.
Gana el PSOE-A, pero más de la mitad quiere un cambio de partido. Curioso porque el CIS les pregunta si tras los comicios quieren que gobierne en Andalucía un partido distinto, y más de la mitad (53,3%) dice que sí, frente a una cuarta parte que contesta que no. Un resultado sorprendente a la luz del siguiente dato.
El PSOE-A sería el más votado en todas las provincias. La única en la que el PP-A logra pisarle los talones es en Málaga, precisamente la elegida por su candidato a la presidencia, Juan Manuel Moreno, para liderar la lista. Los populares obtienen en Málaga una estimación de voto del 30,5% (seis escaños), a un punto del PSOE-A (31,6%).
Huelva sería la mejor provincia para el PSOE-A. Si la mejor provincia para el PP-A sería Málaga, en el caso del PSOE-A, obtendría sus mejores resultados en Huelva, con un 39,4% de los sufragios.
Podemos gana a los populares en Sevilla y Cádiz. El CIS calcula cuatro escaños para cada uno en Sevilla. De hecho, Podemos obtiene una estimación de votos del 21,2% y los populares, un 20,2%. Mientras, en Cádiz, provincia por la que se presenta la líder de Podemos, los de Teresa Rodríguez obtienen más ventaja y con un 25,3% de votos serían los segundos más votados, y los populares (sin Antonio Sanz como cabeza de lista), los terceros (21,8%).
Hay más gente que prefiere que gane el PSOE o Podemos que el PP-A. Pese a que la estimación de voto coloca a Podemos como la tercera fuerza (con un 19,2%), lo cierto es que si se les pregunta a los entrevistados que, independientemente de si van o no a votar, quién les gustaría que ganara, el 15,8%. se decanta por la formación de Pablo Iglesias. Son más de los que responden PP-A (14,5%), que en estimación de voto sí está por delante: 25,7%. Eso sí, los que dicen PSOE-A son el doble (28,3%).
El interés por votar es muy elevado. Si los que han manifestado que votarán “con toda seguridad” (66,9%) lo cumplen, estaríamos en un nivel de participación por encima de las dos convocatorias previas: 2008 (48,41%) y 2012 (62,23%). Lejos, eso sí, del récord de 1996 (77,94%), cuando coincidieron con las elecciones generales. Pero también es cierto que hay un 15,4 que dice que “probablemente sí” votará, por lo que si lo hacen, habría nuevo récord de participación.