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Los futuros cambios para el teórico del carné de conducir enfrentan a autoescuelas tradicionales y digitales

Pere Navarro, director de la DGT.

Consuelo Durán

Ha pasado el 1 de julio, ya estamos casi a finales, y no ha entrado en vigor la modificación del Reglamento General de Conductores, pese a que en el borrador del real decreto la Dirección General de Tráfico (DGT) había establecido esta fecha para unos cambios que han generado un pulso entre las autoescuelas tradicionales y las digitales por la intención de hacer obligatoria una formación presencial mínima para el teórico del carné de conducir. La polémica ha llevado incluso a la DGT a desdecirse.

Este verano no, pero simplemente porque está todavía en formación el Gobierno de España y se ha tenido que posponer. De hecho, en el borrador lo que plantea la DGT es que “la evidencia nos muestra que en la accidentalidad intervienen más las actitudes que el propio desconocimiento de las normas”, y por ello se remite a la Directiva del permiso de conducción 2006/126/CE, que establece los mínimos exigibles en el examen, con el objetivo de incluir “una formación teórica presencial obligatoria previa al acceso a la prueba de control de conocimientos para la obtención de los distintos permisos de conducción”. O sea, se acabó formarse exclusivamente online o presentarse por libre -evitando incluso las autoescuelas digitales- a las pruebas para el teórico del carné de conducir.

El propio Pere Navarro, director general de Tráfico, anunció hace meses que se está apostando por esta formación presencial de los conductores antes del permiso de circulación, poniendo como ejemplo Portugal, que exige un mínimo de 25 horas, y de hecho, junto a España hay sólo otros cinco países que todavía no han hecho obligatorio este pase por las aulas, donde también se pretende incluir contenidos de concienciación y sensibilización obligatorios para el teórico. Es más, en España la formación presencial ya es obligatoria para conductores de mercancías peligrosas y vehículos pesados o para los que se sacan el permiso de conducir en el ejército, igual que las autoescuelas deben tener por ley un establecimiento dado que para el práctico se da formación presencial sí o sí.

El e-learning, contra la medida

Las plataformas de e-learning se han levantado contra la medida, y ya llevan más de 10.000 firmas en la plataforma charge.org mientras la DGT mantiene sin fecha la entrada en vigor de unas medidas respaldadas por estudios como el titulado Justificación de un sistema de formación obligatoria teórica y práctica para la obtención del permiso de conducir, del el Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia (Intras), con la colaboración de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).

Enfrente tienen a la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD): “La medida que pretende implantar la DGT provocaría un grave perjuicio económico a los habitantes de las regiones más rurales y despobladas, pudiendo llegar a costar 27 millones de euros a los españoles (450 por alumno), ya que en nuestro país el 80% de los municipios no cuenta con una autoescuela”, explica Miguel González-Gallarza, su portavoz. 

Regiones más afectadas

Después de Castilla y León, caracterizada por concentrar la mitad de los pueblos más pequeños de España, Andalucía es la segunda comunidad autónoma más afectada, “con casi 800.000 personas que viven en municipios sin autoescuela”. De este modo, Miguel González-Gallarza prosigue: “Va irse un modelo de autoescuelas más caro que la formación online”. En la misma línea, detalla que “el sobrecoste viene de que la digital es más barata que la tradicional y luego que en la segunda hay que desplazarse, lo que cuesta más en tiempo y dinero”.

“Esto es especialmente grave si tenemos en cuenta que el excesivo precio actual, unido a la falta de tiempo e interés de los jóvenes, ya estaban provocando que descienda el número de personas que se saca el carné de conducir cada año”, agrega. Se remite a un estudio realizado por la propia PAD y que revela que “la mitad de los jóvenes valora negativamente esta medida, y a dos de cada tres les parece injusto tener que pagar más por ello”. 

Medida idónea para las autoescuelas tradicionales

Por su parte, José Blas, presidente de la Unión Federal de Autoescuelas de Andalucía (UFAA) y vicepresidente de la CNAE, defiende la idoneidad de una propuesta que “no está llamada a que los alumnos pasen por clase porque sí, sino porque se realiza un trabajo de concienciación y sensibilización absolutamente necesario para resolver luego cualquier conflicto”. Recuerda también que no es que las autoescuelas tradicionales rechacen las nuevas tecnologías: “Nosotros claro que usamos también la formación on line, por ejemplo con aplicaciones en las que los alumnos pueden hacer test cuando mejor les venga y con ello poder administrar mejor su tiempo”.

Por otro lado, recuerda que la CNAE lleva “años” reivindicando esta medida “porque para educar a los individuos, estos deben estar dentro del aula, o ¡difícil lo tendrían los maestros si tuvieran que enseñar on line!”. Reconoce que el alumnado de autoescuela no son niños, sino adultos de una media que va de los 18 a los 25 años, pero no por ello resta importancia a su presencia en las aulas: “Muchos que han tenido que hacer el proceso de reeducación por haber perdido el carné por puntos me han dicho que ojalá hubiera recibido las nociones que les hemos dado en clase”.

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