Diálogo para la reconstrucción

Tras un mes de confinamiento, este lunes comienzan a reincorporarse a sus puestos trabajadoras y trabajadores de servicios no esenciales, concretamente en la Industria y la Construcción. También en la Administración andaluza se incorporarán presencialmente los altos cargos y el personal eventual que les da soporte. El grueso de los empleados y empleadas públicas de la Junta que no desarrollan servicios esenciales lo hará en un momento que aún desconocemos y que la propia Administración se ha comprometido a pactar con los sindicatos, como corresponde.

El solo hecho de pensar en la vuelta a la normalidad nos hace atisbar un horizonte más esperanzador. De una forma u otra, seguramente cada uno de nosotros hemos reflexionado estos días sobre nuestras vidas, sobre lo que nos gusta más o menos de las vidas que llevábamos antes de que esta situación nos sorprendiera como un tsunami.

Nos vimos inmersos en esta realidad de manera abrupta. De un día para otro todo cambió: el que creíamos que era un virus ajeno y lejano llegó a Europa y fue declarado pandemia, y a partir de ahí comenzamos a asistir casi atónitos a un suceder de acontecimientos y situaciones que jamás pensamos que podrían darse.

Esta crisis tiene muchas vertientes y muchas caras. Por un lado, la perspectiva sanitaria, con la escalofriante cifra de fallecidos por el Covid-19 y con los esfuerzos titánicos del personal de la sanidad y de otros trabajadores que desempeñan servicios esenciales en estos momentos, en muchas ocasiones y por desgracia, sin los medios necesarios para garantizar su propia seguridad y salud. Y, por otro, el golpe sin precedentes desde el punto de vista laboral, social y económico.

Ante el nuevo contexto económico, desde CSIF abogamos por un plan de reconstrucción de nuestro país que se haga desde las administraciones públicas, con un plan extraordinario que contemple las necesidades de recursos humanos y mejoras en ámbitos estratégicos como son la sanidad, los servicios sociales, la Administración General, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la educación o la investigación, entre otros.

A nuestro juicio, este plan extraordinario debería incluir un diagnóstico preciso de las necesidades en los diferentes sectores, partiendo de la premisa de que hemos perdido empleos públicos esenciales y que se va a producir una avalancha de jubilaciones. En definitiva, lo que planteamos es un plan de reconstrucción que parta de la base de que nuestras administraciones y servicios públicos se han visto mermados y debilitados tras años de recortes.

No podemos olvidar que las administraciones públicas también son un motor de crecimiento, de creación de empleo de calidad y cualificado, así como una palanca para la modernización y la prosperidad del país. Por eso, nos gustaría sentarnos a trabajar cuanto antes para abordar un plan de recursos humanos para el conjunto del sector público y así se lo hemos trasladado al Gobierno de España.

Desde CSIF Andalucía entendemos que en momentos como los que vivimos hace falta, más que nunca, diálogo. Desde nuestra organización, a lo largo de su historia, los hombres y mujeres que la componemos hemos demostrado que sabemos dialogar desde una perspectiva profesional e independiente, defendiendo siempre los intereses de los trabajadores y las trabajadoras.

El sentido común y la responsabilidad de todos y todas deberían imperar ahora, de manera que el anhelado regreso a la normalidad no debería ser abrupto, a diferencia del modo en el que se entró en esta situación, y deberían aprovecharse las vías de cooperación y diálogo que existen para no tomar decisiones precipitadas que nos pudieran llevar a empeorar el difícil escenario en el que nos encontramos.

Por ello, nos causó cierto estupor la semana pasada el anuncio inicial de la vuelta progresiva al trabajo del personal de la Junta de Andalucía, sin previa comunicación a los sindicatos de la Mesa General Común de los Empleados de la Junta, donde CSIF es la organización mayoritaria.

Posteriormente, dicho anuncio fue clarificado en el sentido de que el grueso del personal de la Administración autonómica de servicios no esenciales aún no se reincorporará y, cuando lo haga, el plan para llevarlo a cabo se pactará con las fuerzas sindicales correspondientes. Así lo esperamos. La vuelta a la ansiada normalidad debe hacerse con todas las garantías y la Administración debe facilitar los medios necesarios en cada caso para que su personal regrese al trabajo presencial con seguridad y minimizando riesgos. En nuestro sindicato estaremos muy atentos para que este regreso se efectúe desde la protección máxima a los trabajadores y trabajadoras, con la mano tendida a la Administración, como siempre hemos hecho, para arbitrar las medidas que este escenario requiere.

La Administración andaluza también tendrá en CSIF un aliado para la mejora en la calidad del empleo, máxime después de que esta crisis haya puesto a las claras la vulnerabilidad del tejido productivo andaluz, con excesiva dependencia del sector servicios y concretamente del turismo.

Con responsabilidad, altura de miras y lealtad, CSIF Andalucía ofrece diálogo: un diálogo sincero y verdadero que, como dijo Thich Nhat Hanh, es aquel que se da cuando ambos lados están dispuestos a cambiar. Diálogo para que los empleados públicos andaluces que no desempeñan servicios esenciales vuelvan a sus puestos con garantías, y diálogo también para reconstruir los servicios públicos y mejorar el desarrollo económico y social de Andalucía después de esta maldita crisis.