Siempre hay que darle la bienvenida al contraste de ideas y al debate en abierto, llevado a cabo con compañerismo y lealtad al proyecto común.
Construir colectivamente, aprovechando las capacidades e iniciativas de todos y todas, es una buena medicina para superar diferencias y crear síntesis.
La condición para un debate exitoso y enriquecedor pasa por no reproducir las luchas intestinas de poder, esas luchas palaciegas que estamos viendo en otros partidos, que no abordan los contenidos o proyectos sino que se inscriben en una guerra de la oligarquía de dichos partidos por el control operativo de la organización para sus fines personales o de bando.
Ciertamente, el régimen de la restauración borbónica de 1975 se tambalea ante nuestros ojos, desde la propia monarquía, pasando por los partidos dinásticos y su turno de Gobierno, la estabilidad institucional en riesgo evidente etc.
La brecha entre el régimen y la ciudadanía es un hecho evidente. Pero no debemos concluir ingenuamente que está muerto, ni que el PSOE está acabado a pesar de su intento de suicidio. No, no vamos a tener en bandeja ser la alternativa real a este estercolero. Ni siquiera van a pensar, en su prepotencia adquirida, en tratarnos de igual a igual. No quieren aliados sino súbditos (imaginad aquí en Andalucía). Ya están planificando el papel del actor PSOE en el nuevo relato de gobernabilidad: a pesar del “sablazo chusquero”, nos venderán a través de los altavoces del régimen (no lo olvidemos) el brutal sacrificio y sufrimiento de la lozana andaluza en aras del interés absoluto. Así de simple. Unos van de constructores del régimen y a nosotros nos reservan el papel de la “deconstrucción”, los antisistemas, vamos.
En este partido nos toca siempre jugar en campo contrario. Si además atisban la más mínima fisura en nuestra líneas, las dificultades serán extremas. Nuestra gente no “disfruta” con las guerrillas internas, ni con las disputas por los cargos internos o institucionales, ni con las maniobras orquestales en la oscuridad… No olvidemos que mucha de nuestra gente ya viene resabiada de esas prácticas y tenemos que procurar no derretirnos inútilmente.
La nómina de políticos andaluces en el panorama estatal es larga: Cánovas del Castillo, Castelar, Primo de Rivera, Alcalá-Zamora… y si repasamos la actualidad es abrumadora, hasta el celebérrimo Bárcenas. Todos ellos, prácticamente sin excepción, personajes que han apoyado o sostenido un régimen centralizador corrupto, consagrando el papel secundario y dependiente de Andalucía.
En este largo camino hacia la dignidad de Andalucía no podemos perder el tiempo inútilmente discutiendo si son galgos o podencos, tenemos que fortalecer nuestra alianza con la gente día a día, en la calle y en las instituciones, con la bandera de la modernidad frente a un régimen caciquil y arcaico en descomposición, con la bandera de la rebeldía y el inconformismo frente a la resignación y a la claudicación, con la bandera de los derechos humanos frente a los subsidios y limosnas; con inteligencia social frente a la astucia coyuntural. Como decía Diamantino, “no hay causas imposibles; hay causas difíciles, pero como son tan justas algún día las alcanzaremos”.
Sobre este blog
En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.
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