Antonio Núñez: “El Gobierno debe concluir cuanto antes qué ha pasado con el ébola”
Antonio Núñez Roldán (1948, Puebla de Guzmán, Huelva) es catedrático de Inmunología, Medalla de Oro en 2007 de la Federación Europea de Inmunogenética y jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. Desde su dilatada experiencia, aboga por que el Gobierno de España informe “cuanto antes” a la opinión pública de qué ha pasado exactamente con la auxiliar de enfermería que se contagió de ébola en el Hospital Carlos III y lance un “mensaje de absoluta tranquilidad” a la ciudadanía.
¿Está justificada la alarma social tras el caso de ébola registrado en Madrid?
Sí y no. Existiendo como parece que había un protocolo muy riguroso diseñado por las autoridades sanitarias del Ministerio y donde seguro que han intervenido prestigiosos profesionales multidisciplinares, el hecho de que haya habido un contagio es para estar preocupados. Y animo a que se haga una investigación exhaustiva sobre qué ha podido ocurrir. Pero el nivel de alarmismo social no está justificado.
La situación es la que ha habido siempre: se trata de un virus cuya tranmisión se puede controlar razonablemente bien puesto que no se transmite por vía aérea como el de la gripe sino con un contacto directo con secreciones o productos de los pacientes, y eso es ciertamente controlable. Insisto, más que alarma, lo que debe haber es una gran preocupación por parte de las autoridades sanitarias de Madrid sobre qué ha podido ocurrir.
Y, a su juicio, ¿qué ha podido ocurrir?
La cuestión está en que hay que evitar por todos los medios el contacto de las mucosas, de la piel, con los productos de los pacientes. Evidentemente, en algún momento, mi impresión es que algo ha fallado. Se nos está diciendo que el nivel del equipo de protección personal quizá no era tan sofisticado como el que se está usando en otros países, no lo sé. Pero estoy seguro que será relativamente fácil conocer la razón por la cual esto se ha producido.
Ya le digo, esto requiere de una investigación hecha por científicos, muy neutrales y multidisciplinares. Eso sí que va a tranquilizar a la gente, con independencia de los contactos que esta persona pueda tener una vez que ha enfermado. Mientras ha estado sin síntomas, en principio no hay posibilidad de contagio. Sólo hay posibilidad de contagio cuando se ha iniciado la sintomatología florida de la enfermedad. Controlando a las personas que han contactado con ella, debería de controlarse esta situación.
¿En qué posición queda la seguridad del sistema sanitario español?
El sistema sanitario español sigue siendo, antes del ébola y después del ébola, uno de los mejores del mundo. Incluso en los mejores sistemas sanitarios puede haber problemas. Hemos visto como en Texas (Estados Unidos) un paciente ha ido a un hospital y, a pesar de presentar fiebre y venir de un país donde existe el ébola, se le he dado de alta y no se ha considerado la posibilidad. Habrá un error mayor, pero ha ocurrido en un país que tiene el sistema más sofisticado del mundo, aunque también el más caro.
Esto no debería cuestionar para nada la calidad del sistema sanitario y de sus profesionales. Otra cosa es que, ante una situación como ésta y ante la sofistificación de las medidas preventivas de cómo deben de protegerse las personas, se requiera un entrenamiento muy grande. Quizá haya podido suceder que ha habido alguna falla en ese protocolo, que está escrito y que todas las comunidades autónomas lo tienen. Esto no debería de haber ocurrido y se trata de investigar por qué ha ocurrido, pero a partir de ahí nada más.
¿Cómo se enfrentan las autonomías a una cuestión de este tipo?
A nivel autonómico tenemos un protocolo de cómo manejar a un paciente que tenga cualquier mínima sospecha de haber contraído una infección por virus ébola, que básicamente es de alguien que haya tenido contacto con pacientes con ébola, que haya visitado recientemente los países donde hay casos de ébola y que tenga fiebre. Para eso, todos los profesionales sanitarios deben estar informados de que, ante esa situación, inmediatamente hay que aislar al paciente y derivarlo, en Andalucía, a uno de los ocho hospitales de referencia en cada una de las provincias donde está todo preparado para atender escrupulosamente esos casos sospechosos de ébola.
Hasta ahora los casos sospechosos han sido todos finalmente casos de paludismo, que es la enfermedad más frecuente que produce fiebre en personas que han estado en países donde existe el paludismo, que son también esos países africanos. Los dispositivos están.
¿Cuál ha de ser el nivel de preocupación entre la ciudadanía?
El nivel de preocupación debe ser el mismo que antes del caso de la auxiliar de enfermería contagiada. Los responsables del sistema sanitario de la Comunidad de Madrid y del hospital deben estudiar y analizar concienzudamente qué ha podido ocurrir para que, en un momento determinado, haya sucedido lo que ha sucedido.
Hay que exigir una investigación exhaustiva, profesionalizada y multidisciplinar que dictamine exactamente qué le ha pasado a esta pobre señora, eso es lo más importante. Todo lo demás, que si España pierde turismo, etc. me parece absolutamente exagerado, pero también esperaría por parte del Gobierno que cuanto antes se llegue a la conclusión que sea y que se diga exactamente lo que pasó. Una vez que se sepa, si hay que entrenar más a los profesionales, pues se hace, y ya está, pero se debe mandar un mensaje de absoluta tranquilidad. Eso es lo que yo creo que hay que hacer: coger el toro por los cuernos y analizar exhaustivamente paso a paso todo lo que ha sucedido.