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ENTREVISTA

Diane Warren, la baladista que acumula nominaciones al Oscar: “La IA no sustituirá a los compositores porque no tiene alma”

Diane Warren, en el Teatro Cervantes de Málaga | N.C.

Néstor Cenizo

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Quizá a usted el nombre no le diga nada, pero Diane Warren es la responsable de buena parte de esos baladones, pegajosos como el chicle, adosados a los taquillazos de los 80 y primeros 90. ¿Aquella melodía pastelosa que cantaba todo el mundo en el instituto y Aerosmith antes del fin del mundo en Armaggedon? Sí, pregunte por Diane Warren.

Los norteamericanos lo llaman power ballad: alguien rebuscaba algún sentimiento en lo más profundo del ser, lo agarraba fuerte y lo lanzaba a los cuatro vientos a grito pelado y bien envuelto en teclados y sintetizadores. El resultado era épico y ampuloso, para gran parte de la crítica; y evocador y liberador, para gran parte del público. Canciones carne de karaoke que auparon a esta compositora estadounidense (Van Nuys, 1956) a lo más alto de las listas una y otra vez con temas que encajaban como un guante en películas de factura inequívocamente norteamericana: Con Air, Armaggedon, Pearl Harbour y otro puñado de similar pelaje.

Por si aún no se ubican, ahí van un puñado de temas que escribió Warren: Nothing's Gonna Stop Us Now, (interpretada por Starship), If I Could Turn Back Time (una de las resurrecciones de Cher), I Don't Want to Miss a Thing  (Aerosmith), Un-Break My Heart (Toni Braxton). Y luego están los récords: Warren ha escrito nueve canciones número 1 y 32 canciones que pasaron por el top 10 de la lista Billboard; es la primera compositora que tiene a la vez una canción en el número uno y el dos y la primera con siete temas al mismo tiempo en la lista de los más vendidos. Y, sin embargo, carga con el sambenito de perdedora: acumula 14 nominaciones al Oscar a Mejor Canción Original, y cero estatuillas.

Warren, que sí logró el Oscar Honorífico el año pasado (el primero concedido a un compositor de canciones), está en Málaga para recoger el Premio Maestra del MOSMA, el festival organizado por Málaga Procultura (Festival de Málaga) y el Ayuntamiento de Málaga, que este año ha celebrado su octava edición. Ha compuesto para decenas de estrellas (Cher, Celine Dion, Aerosmith, Lady Gaga, Joe Cocker), pero dice que no tiene mucho trato con ellos. “¡Ninguno quiere ser mi amigo!”, se encoge de hombros. Warren se lo toma todo (el ego, las derrotas, las caídas, la fama) con una guasa que no ahorra ni para ella misma. Al fin y al cabo, ¿quién puede reprocharse perder el Oscar contra The Time of My Life?

¿Qué siente usted cuando se le reconoce tan lejos de su país?

Me encanta. Quiere decir que mis canciones se escuchan en todo el mundo. Siempre las veo como pasaportes: escribo canciones que me llevan por todo el mundo cuando se convierten en éxitos internacionales. De hecho, puedo usarlas como pasaporte, me permiten viajar, y eso es realmente asombroso.

Ha escrito usted tantos hits que no sé si le resultará fácil elegir uno…

Mmmm. Tengo muchas canciones favoritas. Me encantan mis canciones. Tengo ahora una llamada The Journey, creo que es una de mis mejores, y están sucediendo algunas cosas geniales que se anunciarán pronto. Y tengo una llamada The Fire Inside [incluida en la banda sonora de Flaming Hot] que canta Becky G, y estoy muy entusiasmada. Siempre me entusiasmo con las nuevas canciones. Algunas de mis canciones favoritas ni siquiera son las que la gente conoce.

Vamos, que su mejor canción siempre es la que está por llegar…

¡Sí! ¡Siempre! La mejor canción es la canción que nadie ha escuchado todavía. Incluso la que aún no he escrito.

Usted compone algo que sale de su inspiración, de sus vivencias, de sus sentimientos y de su trabajo, y luego se lo entrega a otra persona. ¿Qué siente en ese momento?

Quiero que sigan la melodía, si es posible, y la letra. Pero también me doy cuenta de que es mi canción y es su disco. Así que se convierte en su interpretación. Tiene que ser de ellos. Dicho esto, espero que sigan mi puta melodía [ríe].

¿Escribe pensando en quién va a interpretarla?

Yo solo intento escribir una gran canción, no tengo a nadie en mente. Pienso en distintas personas que pueden hacerlo. La cuestión es escribir una gran canción, que podría ser interpretada por muchos artistas diferentes. A veces alguien interpreta una canción y se convierte en algo completamente diferente.

¿Ni siquiera les da indicaciones?

Yo les doy la canción. Y si la graban en mi estudio, estoy dando vueltas por allí, pero normalmente no me quedo en la sesión, porque voy a decir “esa es la melodía incorrecta, incorrecta” [ríe].

Mucha gente ni siquiera sabe que el autor de una canción muchas veces no es su intérprete.

No tienen por qué. Cuando alguien canta mi canción no deben pensar en mí, si lo hacen bien. Yo tengo el reconocimiento, mi nombre está en la canción, y ellos deben estar al frente interpretándola. Yo soy feliz en segundo plano y que ellos sean el centro de atención, porque ese es su trabajo. Se supone que la gente debe pensar que lo escribieron ellos.

Creo que, si saliéramos a la calle en España, nadie o casi nadie la reconocería. Pero muchos, o casi todos, habrán tarareado alguna canción suya. Alguna vez ha tenido la tentación de decirle a alguien: “¡Eh! Esa canción que está silbando es mía. ¡No es de Aerosmith, yo la compuse!”

Sí, sí. Pero estoy bien. Es mejor que alguien conozca la canción y que el artista esté convencido. Yo nunca he tenido un gran ego. Sé dónde estoy, qué soy, qué hago y dónde está mi camino. Nunca he tratado de ser el centro de atención. Si sucede, sucede, genial. Como mañana por la noche: un concierto de mis canciones. Eso es realmente increíble.

A una compositora de canciones que otros cantan le estorba el ego…

Yo no tengo un gran ego. Todo lo contrario [mira a su equipo]. Soy más modesta. Mira, si alguien está en mi estudio y me empuja contra la pared, le voy a decir “jódete, mira la canción”. Pero eso no suele pasar. Así que sé cuál es mi lugar. Es nuestro trabajo, no somos el centro de atención. Tengo reconocimiento y eso es increíble. Pero no me propuse que mi nombre fuera, ya sabes, el nombre. Cuando la gente sabe que alguien escribió una canción, soy muy afortunada. Algunas personas me conocen y otras no, pero yo solo quiero que conozcan mis canciones.

Usted tiene una estrella en el paseo de la fama, es una compositora respetada e incluso una de las personas más nominadas al Oscar de la historia, 14, pero siempre sin premio. ¿Es una espina que tiene clavada?

Me gusta bromear con eso y decir que he perdido 14 veces, vale, pero he ganado 14 porque estar nominado lo es. Es muy, muy difícil ser nominado a un Premio de la Academia cuando solo hay cinco canciones. En los Grammy hay 30 categorías de canciones. Con los Oscar, hay una y solo hay cinco candidatas. Y eres elegida por los mejores compositores o editores de música del planeta. Escucho ahí mI canción y es como si ya hubiera ganado. Todo lo demás es accesorio, y lo que tenga que pasar, que pase.

Alguna vez le habrá molestado…

Un par de veces me decepcionó, pero prefiero no haber ganado 14 veces y tener esta longevidad. ¡Mi primera nominación fue hace 35 años! ¡Y todavía estoy en ello y me nominaron este año! Prefiero esto a ganar una vez hace 30 años y no ser nominada. Estoy muy feliz de seguir perdiendo el resto de mi vida, porque estoy ganando. Voy a la fiesta más guay del mundo. ¿A quién invitan a los Oscar? Es muy guay.

Si sigue a este ritmo (ocho nominaciones en los últimos nueve años), es probable que le queden unas cuantas oportunidades.

¡Sí! Y este año lo volveré a intentar. Tengo un par de canciones que pueden valer.

¿Pueden nominar dos canciones suyas?

Es algo que no me ha pasado, pero nunca se sabe. Aunque probablemente se restarían votos y acabasen perdiendo… Y sería como “joder, otra vez he perdido” [ríe].

Usted recibió el Oscar honorífico el año pasado [junto al director Peter Weir, la guionista Euzhan Palcy y el actor Michael J. Fox]. “Has esperado tanto puto tiempo”, le dijo Cher al entregárselo. ¿Compensa?

Recibirlo estuvo muy bien [sonríe]. ¿Sabes que nunca se lo habían dado a un compositor de canciones? En 95 años, es la primera vez que pasa y probablemente no vuelva a ocurrir pronto. Fue un poco como “esta pobre chica, ha perdido 14 veces. Sácala de su miseria y dáselo ya. Dale algo”. No, no sé qué fue. Pero es una validación de mi trabajo. Es genial. Supongo que es un premio a la trayectoria.

Su discurso se hizo viral. “Mamá, ¡por fin he encontrado a un hombre! Sé que querías un buen chico judío, pero es difícil de encontrar”

Me salió del corazón. Lo escribí y no volví a leerlo hasta esa noche. Y fue como sentir que mi madre y mi padre estaban allí conmigo. Muy emocionante. Cuando me lo dijeron no me lo creía. “¿Estás seguro de que no has llamado al número equivocado?”. Porque nunca se lo habían dado a una escritora de canciones, sólo a compositores.

¿Usted compone por inspiración o por trabajo?

Yo me siento y me pongo a trabajar. No espero a la inspiración. Intento crearla. Justo antes de venir estaba trabajando en una canción que acababa de empezar. No soy de estar en la playa esperando que venga la inspiración: yo me pongo a trabajar.

¿A qué hora?

A las 6:30. Con el piano o la guitarra. Aquí me he traído la guitarra. Voy a la oficina y ya sabes, me pongo a trabajar.

He leído que compone una canción a la semana y que no coge vacaciones. ¿Es verdad?

Sí, claro. Bueno, a veces me tomo un día libre para ir con mis amigos a un casino y a los centros comerciales. Pero lo bueno de esto es que ahora es como si estuviera de vacaciones. Es trabajo y es divertido.

¿Podrá una Inteligencia Artificial sustituir su trabajo?

No. No puede.

¿Por qué?

Porque no tiene alma. No tiene corazón ni alma. Y puedes hacer una copia al carbón de algo, pero nunca va a tener un latido. Nunca va a tener un alma. Nunca va a ser lo que un humano puede hacer. Pero sí: da miedo. No solo para la música y para los actores, sino para el mundo. Y sí, tengo compañeros preocupados, pero nada puede reemplazar a alguien escribiendo una canción. 

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