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El pesimismo vuelve a asentarse en las filas del PP-A

Moreno afirma que ya dijo "que Susana Díaz pondría rumbo a Madrid"

Olga Granado

Los resultados de los comicios del 25 de mayo, donde el PP-A ha perdido la primera posición que le habían otorgado las elecciones autonómicas de 2012, y la decisión de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, de centrarse en la región y no optar a la secretaría general de su partido han incrementado la presión sobre el presidente de la organización, Juan Manuel Moreno Bonilla, desde determinados sectores del partido, especialmente desde Granada y Sevilla. Cada vez son más los que sienten que más de tres meses han sido suficientes para que hubiera imprimido su propio sello y para que hubiese formado equipo. “No ha tomado ninguna decisión”, se queja un destacado miembro del partido.

Hechos como las imputaciones de la alcaldesa de Bormujos, Ana Hermoso, y especialmente la del secretario general de Sevilla, Eloy Carmona, por el caso Tomares son, a juicio de estos críticos, suficientemente significativos para que hubiera habido un posicionamiento claro por parte de su nuevo presidente. Sobre todo cuando, como sus antecesores, ha hecho de la lucha contra la corrupción en la Junta de Andalucía el eje de su discurso, sin que se conozca qué estrategia quiere y tiene para la comunidad autónoma. Si además se lanza a hacer pronósticos de los movimientos del PSOE-A -Susana Díaz se iba a Madrid y convocaría las elecciones autonómicas en otoño según él- y no acierta, se desinfla más su discurso.

También sienten algunos populares que Juan Manuel Moreno continúa muy dirigido desde Madrid, sin que se haya rodeado de asesores que conozcan la realidad de Andalucía y le puedan ayudar a comer el terreno al partido socialista, o por lo menos a no perder la masa de votantes que le dejó precisamente su mentor, Javier Arenas, con el mejor resultado de la historia para los populares en la comunidad autónoma. “Ese nicho de votantes no se puede perder, pero será difícil si continuamos pareciendo que no tenemos líder y que falta una estrategia”, apunta un diputado del Parlamento de Andalucía.

Se siente respaldado

Juan Manuel Moreno, por su parte, sostiene que se siente plenamente respaldado por el conjunto del partido. Respondía así a una pregunta en un encuentro informal con periodistas la pasada semana sobre este asunto. En cuanto a los resultados del 25M se queda con el siguiente análisis: “El PP-A ha aportado el 17% de los votos conseguidos por el partido para vencer en el conjunto del país. Ha sido determinante”. También recordaba que los conservadores no han ganado nunca unas elecciones europeas en Andalucía por lo que no se podía esperar que rompiera él esa tendencia.

Para esa cita con las urnas tenía una excusa: era un recién llegado y no se le puede responsabilizar de no haber podido parar el huracán Susana Díaz, cuya decisión de no marcharse a Ferraz no sólo deja a los populares sin este segundo gran eje de su discurso, sino que les complica las cosas, porque “ella está muy arriba”, como reconocen desde la dirección del PP-A. Juan Manuel Moreno sabe que en las elecciones municipales de 2015 se la juega y ya sí que será cosa suya totalmente. De momento, no quiere cambiar a ninguno de los alcaldes de las capitales de provincia si ellos quieren seguir, tal y como ya anunció tras su proclamación el pasado mes de marzo, pero sí está barajando que haya cambios en algunas direcciones provinciales. En Sevilla esto ha molestado especialmente. Cabe recordar que Sevilla apostaba por otro candidato: el anterior secretario general José Luis Sanz.

“No estamos esperando a que se estrelle para decir: '¿ves, Génova, cómo teníamos razón y no se nos escuchó?'. En el partido queremos ganar”, apunta un miembro de la ejecutiva de esta provincia, quien no obstante sí espera del líder que “tenga estrategia”. Le exigen también que “tome las riendas” para que no parezca que la federación sigue descabezada después de dos años de crisis de liderazgo en los que Juan Ignacio Zoido fue un presidente de transición y nunca quiso el cargo que le dejó la renuncia de Javier Arenas por su amarga victoria sin mayoría absoluta.

Dicho esto, el apoyo lo sigue teniendo sobre todo desde Málaga, clave en su elección, mientras que Cádiz, que también se alineó rápido con esta apuesta, tiene que dejar ver cómo respira su presidente, Antonio Sanz, después de que tuviera que ceder su puesto de senador a Juan Manuel Moreno y todavía no haya recibido la compensación que se le podía presumir. “Pero nadie se atreve a decir que no esté 100% con él”, comentan en el partido.

En este contexto, el que fuera secretario de Estado de Servicios Sociales con Ana Mato se aferra a su agenda de encuentros con todos los agentes y colectivos en cada rincón de Andalucía. “Estrecha todas las manos que puedas. Conoce a la gente cara a cara”, cuentan que le aconsejó Javier Arenas. E intenta seguir ese ejemplo, aunque no lo ha hecho, por ejemplo, a la hora de montar grupos sectoriales fuertes para abordar todos y cada uno de los asuntos clave de Andalucía.

El presidente del PP-A insiste entre los suyos en que ha venido para quedarse y que su plan es a “medio largo plazo”. Se daba seis años. Si la posibilidad de que Susana Díaz renunciara a encabezar la candidatura del PSOE-A para las próximas elecciones autonómicas les permitió alumbrar el sueño de adelantar esos plazos con un rival más fácil a batir, esa ilusión se esfumó hace unas semanas. La pelea ahora será tan dura como se auguraba al principio.

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