Lambán defiende una reforma constitucional que contemple a los entes locales como “el verdadero tercer pilar del Estado”

El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha reivindicado “el papel jugado por los entes locales durante 40 años de democracia en España, al tiempo que ha lamentado que pese a ser tan imprescindibles en el desarrollo de la España moderna, estos hayan estado desamparados tanto competencial como financieramente, e incluso hayan querido ser tuteladas por las comunidades autónomas. Por ello, ve oportuno que una reforma constitucional contemple en su justa medida al tercer pilar del Estado, que no depende de ninguna otra instancia”.

Lambán se ha declarado rotundamente “municipalista” durante la celebración del VIII Congreso internacional “Democracia y territorio. 40 años de ayuntamientos y autonomías en España (1979-2019)”, celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza y ha elogiado la contribución de ayuntamientos y diputaciones provinciales para el “éxito de España como país y Aragón como comunidad autónoma”. El presidente aragonés ha afirmado que el progreso se debe a los alcaldes y alcaldesas, concejales y concejalas de los territorios “que han abierto espacios de libertad y debate, así como servicios públicos de calidad”, constituyendo una institución “imprescindible” en medio de un “desamparo” institucional del Estado y de las comunidades autónomas “absolutamente imperdonable e injusto”.

También ha lamentado que no se haya respetado el papel que representan, como tercer pilar del Estado y que las comunidades hayan considerado al municipio como una competencia suya, “un puro instrumento de su acción en el territorio, en vez de tratarles como un igual. Lambán ha afirmado rotundo que ”es una institución que debe tratarse de igual a igual con las comunidades autónomas y el Estado“, y mientas no se haga, el municipio ”será el gran pagano de los 40 años de democracia y del desarrollo autonómico“.

En este sentido, ha criticado también decisiones que han penalizado e incluso “asfixiado financieramente” a los ayuntamientos, como la decisión tomada por el anterior ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, “para controlar del déficit público a costa de impedir gastar a los ayuntamientos”, a pesar de que estos son los que, a su juicio, “mejor han soportado la crisis y que más y mejor han trabajado para impedir que afectase a los ciudadanos las decisiones neoliberales de los gobiernos tras el estallido de la crisis económica”.

Por todo ello, apela a un gran pacto de Estado y a una reforma constitucional bien orientada, además de que en Aragón se dé un paso atrás en el Parlamento regional para dejar trabajar a los responsables locales sobre el modelo de financiación que más les cuadra para su labor y decidan la distribución de las competencias y la organización de la intermunicipalidad (comarcas, etc).

Dejarles trabajar sin interferencias permitiría que los entes locales “den el trabajo hecho, sobre todo a Madrid, porque la planta municipal la tiene que hacer el Estado para todo el conjunto del país”, ha defendido el presidente del Ekecutivo aragonés, quien ha insistido en que los municipios “no son subsidiarios, sino que deben tratarse de igual a igual con comunidades y el Estado”.