La diputada Covadonga Tomé pedirá en la Junta la implantación de la tasa turística en Asturias
Covadonga Tomé, diputada del Grupo Mixto y portavoz de Somos Asturies, ha celebrado que Izquierda Unida se haya sumado a una “reivindicación histórica”: la implantación de una tasa turística autonómica en el Principado. Tomé ha exigido que el Ejecutivo regional inicie la tramitación legislativa en un plazo máximo de seis meses.
“Nos alegramos de tener a un socio en el Gobierno para este tema”, afirmó la parlamentaria tras conocer la posición de IU, representada por Ovidio Zapico, quien recientemente habló de la “masificación” que sufre Asturias. Tomé prefirió referirse al fenómeno como “turistificación”, para enfatizar el impacto que tiene el turismo no regulado sobre los entornos rurales, naturales y los servicios públicos.
Moción
La iniciativa de Somos incluye la presentación de una moción al próximo Pleno de la Xunta Xeneral con los siguientes puntos clave. El primero; iniciar en un plazo de seis meses los estudios necesarios para la implantación de la tasa turística a nivel autonómico. La segunda pretensión es que dicha tasa se aplique “como mínimo” en la Red de espacios naturales protegidos y en aquellas ciudades, villas y pueblos sometidos a mayor presión turística. En tercer lugar, exigir que los ingresos generados reviertan en el territorio afectado.
Además, Tomé advierte que la tasa “no es suficiente”, si bien la considera imprescindible. También reclama otras medidas: regulación de afluencia en los enclaves más turísticos, mejora de las condiciones laborales del sector hostelero, y protección ambiental.
Otras tasas turísticas en España
Asturias no sería la primera autonomía en implantar un impuesto de este tipo. Cataluña ya lo aplica desde 2012 y lo recauda a través de pernoctaciones en hoteles, apartamentos turísticos y cruceros. La tasa varía en función de la categoría del alojamiento, con importes que oscilan entre poco más de un euro y hasta tres euros y medio por persona y noche.
En Barcelona se aplica un recargo municipal adicional. Según datos de la Generalitat, la medida ha supuesto ingresos millonarios que se destinan a promoción turística y a compensar el impacto del sector en infraestructuras y servicios locales. No obstante, también ha generado debate en torno a la capacidad de los municipios para gestionar la presión del turismo y la desigual distribución de los beneficios.
En Baleares
En Baleares, el impuesto se puso en marcha en 2016 con una lógica parecida, aunque con tarifas algo más altas, de entre uno y cuatro euros por persona y noche, dependiendo de la categoría del establecimiento y de la temporada. El Govern balear lo justificó como una herramienta para financiar la conservación ambiental y mejorar infraestructuras en las islas, muy tensionadas por la llegada masiva de visitantes cada verano. La medida ha recaudado más de 600 millones desde su puesta en marcha y se ha destinado a proyectos de sostenibilidad, pero también ha recibido críticas desde el sector hotelero, que advierte de un posible impacto negativo sobre la competitividad frente a otros destinos sin tasa.
Avanzar hacia un modelo sostenible
Tomé defiende que Asturias debe aprender de estas experiencias y avanzar hacia un modelo de turismo sostenible. “La tasa es imprescindible, pero por sí sola no basta”, insistió. Entre las medidas complementarias, Somos Asturies propone regular la afluencia en los enclaves más visitados, mejorar las condiciones laborales de la hostelería y garantizar el cuidado del entorno natural.
Con la presión turística creciendo en espacios como los Lagos de Covadonga, los Picos de Europa o las playas del Oriente, la diputada considera urgente “tomar decisiones que aseguren que el turismo no se convierta en una carga para el territorio”.
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