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Canarias es la segunda comunidad con mayor riesgo de pobreza: así afectó la COVID a la economía familiar

El presidente de EAPN-Canarias Juan Carlos Lorenzo y la viceconsejera de Derechos Sociales Gemma Martínez.

Jennifer Jiménez

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Canarias es la segunda comunidad autónoma con mayor tasa de población en riesgo de pobreza y exclusión social con un 36%, 10 puntos por encima de la media nacional, que es del 26%. Se trata de la segunda comunidad autónoma con mayor riesgo, después de Extremadura. Canarias tiene también unas 373.600 personas en pobreza severa, unas 126.200 más que el año pasado.  Así ha quedado reflejado en el último informe sobre la tasa Arope presentado este jueves por el presidente de la EAPN-Canarias, Juan Carlos Lorenzo y la viceconsejera de Derechos Sociales, Gemma Martínez. No obstante, hay un mayor número de personas protegidas con una prestación económica, con 9.181 recibiendo la PCI y 17.000 el Ingreso Mínimo Vital.

En concreto, 810.900 personas residentes en Canarias, unas 37.900 más que el año pasado se encuentran en riesgo de pobreza y/o exclusión social, una tasa que se ha incrementado 4,6 puntos entre los hombres con respecto al año anterior, mientras que entre las mujeres ha descendido dos puntos. El dato positivo es que desde el año 2015 la tasa de riesgo de pobreza se ha reducido en el Archipiélago. Mientras en el informe de 2016 se constaba que había 952.303 personas en riesgo de sufrir pobreza o exclusión, ahora son 141.403 personas más. La tendencia a reducirse esta tasa se vio frenada el año pasado por la crisis de la COVID.

El informe precisamente destaca que “la privación material severa incluye este año el brutal efecto de la pandemia provocada por la covid-19 y, tanto el conjunto del territorio nacional como la inmensa mayoría de las regiones sufrieron un importante aumento de las tasas”. Por este indicador se entiende la dificultad para consumir algunos productos concretos básicos que se definen a nivel europeo y supone una vulnerabilidad muy grave para las personas afectadas. Canarias es la comunidad con mayor incremento en este indicador y se sitúa en un 10,7 % de población que lo sufre.

Entre los datos más llamativos del informe destaca el incremento en un 2,3% de personas que no pueden disponer de un ordenador personal. Así mismo, el aumento del conjunto de personas que no pueden mantener la vivienda a temperatura adecuada, que se multiplica por más de tres y crece un 250 % más que el año anterior.

Por otro lado, se refleja un importante crecimiento de las personas que se ha retrasado en el pago de gastos de la vivienda principal (desde el 9 % hasta el 21,6 %, es decir, un incremento del 140 %), y entre el conjunto de canarios y canarias que no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días, que alcanza el 7,8 %, un 106,5 % más que el año anterior. Del mismo modo, se muestra que la población que experimenta alguna clase de dificultad para llegar a fin de mes ha aumentado en 6,7 puntos porcentuales respecto al año anterior hasta situarse en el 66,7 %. Los tres grados de dificultad que se agrupan en el indicador se incrementaron, pero el mayor crecimiento correspondió al grado medio de “con dificultad”.

Los antecedentes del nivel de pobreza

El informe Arope detalla que l, a lo largo del último decenio, Canarias ha soportado tasas muy elevadas de riesgo de pobreza y exclusión social, siempre muy por encima de la media nacional . Además, especifica que esta comunidad autónoma se caracteriza por tener una de las rentas medias por unidad de consumo más bajas del país, donde ocupa el cuarto lugar más bajo en el ranking nacional. 

El estudio destaca que el 15,3% de la población menor de 60 años que reside en el Archipiélago vive en hogares con baja intensidad de empleo (BITH), una cifra que este año aumentó en 0,5 puntos. Con respecto a 2015, se ha reducido en 5,5 puntos porcentuales, lo que se traduce en 87.000 personas menos. No obstante, se añade que esta mejora “no debe ocultar que Canarias mantiene una tasa de personas menores de 60 años en BITH, que es superior en 6 puntos porcentuales a la que existía en el último año anterior a la crisis económica”. Por otro lado, la renta por unidad de consumo en Canarias fue de 14.990 euros en 2020 y ha experimentado un incremento de 743 euros (5,2%) con respecto al año anterior; una subida inferior al crecimiento medio nacional (829 euros).

El informe destaca que las desigualdades se han ido acrecentando en las Islas. De hecho, la población canaria cuyos ingresos por unidad de consumo están en el tramo más bajo de renta (unos 6.000 euros anuales) aumentó desde el 14,3 % al 16,7%, mientras que también aumentó en un 6,6% la de mayores ingresos (31.500 euros al año). El informe destaca que “esta mala situación no es coyuntural pues Canarias obtuvo el porcentaje más alto de población en el decil 1 en 10 de los últimos 13 años”.

Los pensionistas, personas en mayor umbral de pobreza

Otro de los grupos que refleja el informe es el de los pensionistas ya que “en su gran mayoría, estas personas tienen a la pensión como único ingreso, por tanto, su situación de pobreza depende absolutamente de decisiones políticas y en ningún caso de su esfuerzo personal”. Un dato alarmante es que hay 146.123 personas (unas 38.000 más que el año anterior) que reciben una pensión cuyo importe es inferior al mínimo considerado para no ser pobre (688 euros al mes).

Si se tiene en cuenta, por ejemplo, las pensiones de viudedad (casi en su totalidad son mujeres), el 59,4% se encuentra en esta situación. Para el 15,3 % del total, el importe de la pensión es inferior al umbral de pobreza severa, que se encuentra establecido en 458 euros.

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