CNSV considera que las inundaciones en Camargo y Nueva Montaña son consecuencia de la mala gestión de la bahía de Santander

Las últimas inundaciones en los barrios de Cros, en Muriedas, y de Nueva Montaña, en Santander, son consecuencia de una deficiente gestión de la bahía de Santander en su conjunto y de la falta de preocupación por mantener vivo un ecosistema de marismas que supone no solo una gran riqueza ecológica sino una barrera frente a posibles inundaciones. De este modo se ha pronunciado Cantabria No Se Vende (CNSV), que, además, ha añadido que el área de la bahía de la capital cántabra es una de las zonas registradas como de alto riesgo de inundación a consecuencia del cambio climático, “por lo que es necesario plantearse su gestión de forma integral”.

CNSV afirma que los Objetivos de Desarrollo Sostenible reconocen que la gestión sostenible, conservación y restauración de estos ecosistemas costeros puedan ser la herramienta para reducir el riesgo y conseguir la adaptación al cambio climático, “ya que las marismas son zonas de amortiguación que permiten mitigar los efectos de riadas, fuertes mareas o la previsible subida del nivel del mar”.

Esta denuncia no solo habla del pasado, sino que CNSV critica la reciente apertura de un centro comercial en una marisma inundable. “La bahía de Santander sigue sufriendo agresiones como la construcción de un centro comercial en Camargo en una zona de gran potencial ecológico”, ha indicado. “Como ya avisó ARCA en su momento, la parcela es una antigua marisma inundable conectada con la marisma de Raos, y su relleno no podría suponer sino una mayor colmatación de la zona”.

También cuestiona las acciones del Puerto de Santander. El relleno de una parcela de marisma con flujo mareal por parte del Puerto de Santander también supone un riesgo para la bahía, ha indicado. “Su proximidad a la zona de aparcamiento de coches del puerto la convirtió en objetivo para la expansión, produciéndose un relleno que se encuentra actualmente casi finalizado pero paralizado por la justicia. Aunque no conectado directamente con la marisma de Raos, su localización era idónea para mejorar la conectividad de los flujos mareales y evitar cuellos de botella que impiden desaguar la marisma”, indica CNSV.

También ha resaltado las quejas reiterativas por los suciedad y mala conservación del canal de Raos, en el barrio de Nueva Montaña, “que sufre periódicamente vertidos que causan mortandad entre la fauna de la zona”.

CNSV pide que se aborde la gestión integral de toda la bahía como un conjunto para recuperar su valor ecológico y de protección frente a las riadas. Propone recuperar todas las antiguas zonas de marismas no ocupadas, regenerar las ya existentes eliminando las especies invasoras y mejorar la interconectividad entre ellas y la bahía para facilitar los flujos mareales.

Estudio técnico municipal

El Ayuntamiento de Santander encargará un estudio técnico para determinar “exactamente” las causas que han originado la inundación en Nueva Montaña y el estado de las infraestructuras de desagüe de la Ría de Raos al objeto de establecer las posibles soluciones para que no vuelva a suceder.

Así lo ha informado la alcaldesa Gema Igual, tras mantener esta mañana una reunión de urgencia en el Ayuntamiento, convocada por ella, con José Antonio Osorio, responsable de la Demarcación de Costas en Cantabria; Alberto Rodríguez, jefe del área de explotación y mantenimiento de la Autoridad Portuaria; Carlos Sánchez, responsable de la Fundación Naturaleza y Hombre, y Verónica Abascal, directora del servicio de Aqualia en Santander, además de la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo y la directora general de Medio Ambiente, Belén Domínguez.

“Nos hemos reunido a instancias del Ayuntamiento para dar una respuesta ágil e inmediata a los vecinos de Nueva Montaña”, ha explicado Gema Igual, indicando que “los ciudadanos del barrio Santiago el Mayor deben de saber qué es lo que ha pasado, aclararles si es muy improbable que vuelva a suceder debido a la confluencia de factores y circunstancias externas, o, si se puede poner remedio”.

La alcaldesa ha mostrado su voluntad de que se determine “con claridad y rigor” el estado de las infraestructuras que confluyen en la zona, dado que hace año y medio que no entra agua del mar en la ría, sino al contrario “es la ría la que desagua al mar”.

“Para agilizar el encargo del estudio el Ayuntamiento ha dado un paso adelante, afrontando el coste del mismo y pidiendo únicamente a Costas y a la Autoridad Portuaria su colaboración con datos y toda la información posible”, ha recalcado Igual.

Según ha indicado, además de aportar un exhaustivo análisis de las infraestructuras, el estudio debe incluir un capítulo con las posibles mejoras u obras a realizar “para que, cuanto antes, la zona se encuentre en perfecto estado de revista, dando la necesaria seguridad a los vecinos”.

Independientemente de este estudio, la alcaldesa ha avanzado que la próxima semana se revisarán las tuberías de desagüe actuales y se buscarán alternativas provisionales “para que los residentes en la zona puedan estar tranquilos”.