Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Algo pasa con el Senado
Con los rescoldos aún humeantes de las recientes elecciones generales, en estos últimos días me pasó una cosa muy curiosa. Se me ocurrió comentar los resultados de los comicios con sendas personas que viven en dos localidades de Cantabria muy alejadas entre sí, un hombre y una mujer y, ambos, ideológicamente muy distantes.
Solo había una coincidencia entre los dos. Aunque uno de ellos había votado al Partido Popular y el otro al Partido Socialista, resulta que los dos habían dejado vacío el sobre correspondiente al Senado. Vaya por Dios. Dos personas que si se hubieran puesto a discutir en torno a los principales debates políticos y sociales, difícilmente se hubieran puesto de acuerdo, en el fondo sí tienen un pensamiento común. Puestos a organizar la educación, la sanidad, la fiscalidad o cuantos temas se nos puedan ocurrir, estas dos personas hubieran opinado de forma diametralmente opuesta. Pero sin embargo, sin conocerse entre sí, hay algo que les une: los dos consideran igualmente inútil el Senado.
Como el asunto podía no ser otra cosa que una anécdota, me lancé a analizar los datos globales y examiné las cifras oficiales que ofrece el Ministerio del Interior en su página web. Pues no era ninguna anécdota. Analizados los números, me encontré con que, mientras los españoles habían depositado 226.997 votos nulos al Congreso de los Diputados, 880.897 papeletas correspondientes al Senado eran también nulas. ¡Una diferencia de 653.900 papeletas!
Pero la cosa es aún más significativa si miramos los votos en blanco. Es decir, los ciudadanos que se molestaron en acudir a los colegios electorales pero depositaron sus sobres vacíos. El Ministerio del Interior dice que 187.771 sobres correspondientes al Congreso de los Diputados carecían de papeleta, pero nada menos que ¡978.380! sobres para el Senado habían sido introducidos en las urnas sin señalar candidato alguno.
Ya ni siquiera les pido que sumen las abstenciones, es decir, la gente que se quedó tranquilamente en casa y despreció a las dos cámaras a la vez, pero el que no quiera ver que casi dos millones de votantes le mostraron su más absoluta indiferencia al Senado, es un ciego político.
Y es que alguien ha hecho las cosas muy mal porque esto no es una cuestión de percepción, sino algo perfectamente cuantificable. Cuando los líderes políticos comentan todo serios que el pueblo ha hablado y ha dicho que hay que ponerse de acuerdo, olvidan añadir que los españoles han dicho también que hay que modificar las funciones del Senado cuando no eliminarlo por completo.
Apenas unos pocos dirigentes del PP celebraron con inusitada alegría el triunfo por mayoría absoluta de su partido en la Cámara Alta. Otro misterio del que ya ni siquiera podemos encontrar respuesta adecuada en la controvertida Ley de d’Hont.
Durante la campaña electoral, solamente Ciudadanos planteó la posibilidad de eliminar el Senado, pero ante la vaga respuesta de los demás partidos el debate terminó diluyéndose.
Por si fuera poco, una patética campaña de relaciones públicas que invita a los españoles a visitarlo porque “es algo tuyo”, se esforzaba también en buscarle algún contenido a una cámara que nos cuesta mucho dinero mantener, pero que muy pocos terminamos de comprender.
Quizá llegue el día en que nos lo expliquen y lo acabemos entendiendo. Quizá veamos el día en que elegimos con sumo rigor a nuestros senadores, quizá incluso le dotemos a la Cámara Alta de algún sentido que no sea el reparto de ipads, pero para casi dos millones de votantes… hoy no es ese día.
Sobre este blog
Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.