El borrador del II Plan de Choque de Santander recoge 138 medidas para inyectar 60 millones en la economía productiva y en programas sociales

Si el Partido Popular se abonó a la austeridad como receta anticrisis durante el mandato de Mariano Rajoy el recetario de la formación al frente del Ayuntamiento de Santander es todo lo contrario para la crisis desatada actualmente por el coronavirus: generar prestaciones sociales y cebar con liquidez los sectores productivos para situar a Santander en una buena posición en la rampa de salida hacia la postpandemia. Y el equipo de gobierno lo hace en una situación de liquidez que no conocía desde los tiempos en que Gonzalo Piñeiro privatizó el Servicio de Aguas por más de 70 millones de euros. Los remanentes de 2020 no lo igualan, pero aportan a la alcaldesa Gema Igual (PP) una inyección económica de 60 millones de euros que gastar este año, junto a los 201 millones del presupuesto ordinario recientemente aprobado. La clave está en cómo los va a utilizar.

Gema Igual ha presentado este miércoles las 138 medidas de la segunda edición del Plan de Choque que se financiarán con los 50 millones de euros de remanentes del presupuesto ordinario de 2020 y los más de nueve millones de euros de remanentes del presupuesto autónomo del Instituto Municipal de Deportes (IMD).

El II Plan de Choque, que suma 59,62 millones de euros, se estructura de forma similar al anterior (medidas de apoyo social, de reactivación económica y de adaptación del nuevo espacio urbano) y recoge medidas puntuales de corte social y económico pero también grandes programas que pudieran formar perfectamente parte de un presupuesto ordinario pero que se han incluido bajo el paraguas de los remanentes de las medidas de reactivación económica.

Así, junto a medidas para incrementar fondos de emergencia se incluyen novedades como un cheque descuento Vale + para el uso de instalaciones deportivas, descuentos en paquetes turísticos a visitantes foráneos, la regeneración del hipódromo de Bellavista, la compra de fincas para construir viviendas protegidas y la ampliación de instalaciones deportivas y hasta para enjugar el déficit de la empresa municipal Palacio de la Magdalena. Como ha señalado la alcaldesa esta mañana, toda inversión productiva puede ser entendida como medida de reactivación por la crisis del coronavirus, y susceptible de entrar en el Plan de Choque.

Igual ha explicado que para elaborar el plan, Servicios Sociales ha realizado una encuesta sobre las “inquietudes” de los santanderinos y también se ha tenido en cuenta a colectivos del tercer sector y a sectores “olvidados” por otras administraciones; en general, a aquellos cuyos ingresos se han reducido hasta un 75% como consecuencia de la pandemia. Independientemente de las aportaciones de los colectivos, también las hay a título individual como la recuperación del hipódromo de Bellavista, idea cuya paternidad es del director general de Urbanismo, Antonio Bezanilla (Cs).

Asimismo, se incluyen partidas para la regeneración de calles, la construcción de vivienda protegida, la rehabilitación de centros culturales, compra de autobuses y hasta la recuperación de un refugio antiaéreo de la Guerra Civil recientemente descubierto en las obras de la Catedral.

El plan está hecho, pero es un borrador. La alcaldesa ha anunciado que los grupos municipales disponen ahora de dos semanas para proponer cambios o introducir propuestas. Se pretende desde el equipo de gobierno volver a concitar el mismo respaldo político que el I Plan de Choque, del que solo se descolgó Vox.

De aprobarse, el equipo de gobierno PP-Cs tendrá, junto con las inversiones presupuestarias aprobadas también en el presupuesto ordinario, prácticamente encarrilada la gestión de legislatura que respalde los programas electorales con que PP y Cs concurrirán a los comicios de 2023: ocho millones en obras en instalaciones deportivas, nuevas o existentes, por parte de Cs, por poner un ejemplo contemplado en el Plan de Choque.

El borrador del Plan, medida a medida