Balmoral, una bodega muy “guerrera” que se propuso hacer “un espumoso que compitiese con los mejores champanes”
Los responsables de Bodegas Balmoral, situada en Alpera (Albacete), se han mostrado especialmente satisfechos por el premio a Mejor Bodega 2018. No es un premio cualquiera, es especialmente importante porque “surge de una votación abierta y en ella participan todos los consumidores de vino de Verema, la comunidad de vino más grande a nivel mundial con más de 6 millones de visitas”, según ha señalado a AgroalimentariaCLM Carlos García Gomáriz, director gerente de Balmoral.
Esta bodega castellano-manchega se alza a más de mil metros de altitud en tierras albaceteñas, casi en el límite con la Comunidad Valenciana. Precisamente esta ubicación es uno de los secretos de sus vinos. “Lo bonito de España es que somos muchas Españas diferentes, incluso, nuestra región, muy potente en el sector del vino, es muy distinta entre unas zonas y otras. La zona de Alpera es la comarca con más altitud y con un gran contraste térmico entre el día y la noche, y eso hace que la uva tenga una buena acidez. Eso es lo que necesitamos para tener productos de larga crianza. El potencial de esta zona es tremendo”, señala Carlos García.
Pero además es una bodega valiente. El primer vino que sacaron al mercado y quizá el más conocido es su espumoso. “Desde el principio teníamos claro lo que queríamos hacer. Estuvimos año buscando una finca que tuviera la máxima altitud posible y unos suelos determinados”, dice.
Cuando encontraron la actual finca ‘El Moralejo’, no lo dudaron: “El espumoso fue el primer vino que elaboramos. Somos muy guerreros por querer elaborar un espumoso que aspira a competir con los mejore champanes del mundo”. Para ello inician una colaboración con Hervé Jestin, enólogo nacido en Eperney, Francia, “que lleva trabajando más de 30 año en casas muy prestigiosas de Champagne. Teníamos el ‘know how’ de las mejores casas de champagne y un sitio como es la finca Moralejo a más de 1.000 metros de altitud que es importante para elaborar vinos de guarda”.
Buscaban un espumoso que pudiera competir con los mejores del mundo, los de la región de Champagne. De este empeño nace Edone Gran Cuvee, un espumo de la Tierra de Castilla, elaborado con un 90% Chardonnay y un 10% de Pinot Noir y un mínimo de 40 meses de crianza. “Eso en el mercado no se ve habitualmente”, recuerda el director gerente de esta bodega.
Este vino, que ha alcanzado puntuaciones destacadas en las mejores guías, es, según García, “un espumoso seco -no nos gusta añadir azúcar- y con una burbuja muy fina, lenta, muy largo en boca, cremoso con notas minerales”.
Blancos y tintos Maravides
Además, Balmoral elabora también blancos y tintos bajo el nombre de Maravides. Entre ellos un coupage de Syrah, Tempranillo, Merlot y Cabernet Sauvignon, con 12 meses de crianza en barrica; el Mediterráneo, un varietal de tempranillo con seis meses de crianza; un syrah; y un blanco de Chardonnay criado sobre lías durante tres meses.
Actualmente ponen en el mercado 500.000 botellas, la mitad de espumosos y la otra mitad de vinos ya sean blancos o tintos. Un 70 por ciento de la producción se exporta a más de 30 países de Europa, Asia y América, y el resto se queda en España.
El éxito de la bodega en este premio concedido por los usuarios entre la docena de candidatas finalistas, Carlos García lo atribuye un conjunto de actividades, por supuesto la calidad de sus vinos, pero también la labor de comunicación que llevan a cabo: “Somos muy activos, estamos todo el día con los comerciales haciendo degustaciones, catas. Al final, para conseguir llegar al consumidor, no hay sólo una acción, es un todo”.
Este concurso de Verema ha sido importante para las bodegas de Castilla-La Mancha, ya que en el segundo puesto, justo detrás de Balmoral, se ha situado Verum, de Tomelloso.
