Gloria, artesana palestina en la Feria Internacional de Toledo: “En Belén ya no tenemos ni turistas ni ingresos”
La Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha (FARCAMA) que se celebra estos días en Toledo ofrece a los visitantes la posibilidad de llevarse a sus casas un trocito de Palestina. Y es que, entre los más de cien puestos artesanos presentes, destaca uno en cuyas estanterías se amontonan decenas de figuras de madera, todas ellas confeccionadas a mano en Belén, una ciudad de Cisjordania, el más pequeño de los dos territorios palestinos, además de la Franja de Gaza.
Son piezas de artesanía con iconografía religiosa en las que predominan claramente las tallas que representan portales de Belén, lugar icónico para el cristianismo. Entre la multitud de las piezas talladas en madera de olivo, en el expositor se atisban unos pequeños corazones. En su superficie aparecen grabadas dos palabras: paz y esperanza.
Esas palabras son precisamente las que mejor podrían resumir el mensaje que Gloria quiere trasladar en una entrevista mantenida con elDiario.es Castilla-La Mancha en su paso por esta feria internacional, donde se dan cita maestros de medio mundo. Gloria (cuyo nombre real prefiere no revelar para evitar represalias de vuelta a su tierra) es una de las dos personas que atienden el puesto de Madera Viva, la agrupación de artesanos responsable de este pedacito de Palestina en FARCAMA.
Ella afirma, con orgullo, que todo lo que está a la venta ha sido hecho a mano en Belén por “más de 47 familias”.
Salir hacia adelante y decirle al mundo: “Estamos vivos”
Gloria se defiende muy bien en español. Dice que lo estudió en Belén porque es una ciudad muy turística. Aunque ese turismo se esfumó con la invasión de Israel a la Franja de Gaza hace dos años.
Y es que, a pesar de que Belén se ubica en el centro de Cisjordania, a unos 9 kilómetros al
sur de Jerusalén y 70 al este de Gaza, su día a día también ha dado un giro radical por culpa del inicio de las operaciones israelíes en la Franja. Ese hecho vació sus calles de turistas, lo que supuso un golpe letal al principal motor económico de la ciudad.
“En los últimos dos años no hemos tenido turistas, así que no tenemos ningún ingreso para vivir normal”, lamenta Gloria, quien hasta ese momento trabajaba como fisioterapeuta. La ausencia de visitantes la hizo cambiar de profesión y se puso a trabajar para Madera Viva, con el objetivo de sacar adelante el negocio y ayudar a las familias que dependen de él, entre las que se cuenta la suya. Vender es, para ella, una forma de salir hacia adelante y decirle al mundo “estamos vivos”.
En los últimos dos años no hemos tenido turistas, así que no tenemos ningún ingreso para vivir normal
Además, Gloria explica que los productos que tiene a la venta inyectarán un dinero muy necesario en la economía palestina. “Es meter dinero de fuera para levantar Palestina. Cada persona que trabaja en Madera Viva tiene familia, amigos…”.
Más allá del frenazo al turismo, la vida cotidiana en Belén también se ha visto gravemente afectada. “Hay muchísimos controles, en cada calle hay un control”, nos cuenta, lo que hace que los desplazamientos del día a día que podrían llevar unos minutos se alarguen a horas.
Resignada a ayudar “solo con palabras”
A pesar de que Gaza queda algo lejos de Belén, Gloria también vive con preocupación los bombardeos, ya que tiene mucha familia allí y ni las comunicaciones ni enviar ayuda resulta sencillo. “A veces no podemos hablar con ellos, a veces que sí. No podemos mandar dinero. No podemos mandar nada.
Pone el ejemplo de unos familiares gazatíes que son médicos. Dice que la vida les iba bien: tenían dos casas y coches. Hasta que comenzó la invasión. En ese momento, la vida les dio un vuelco y ya ninguna posesión material es útil en ese escenario. “La gente no saben cómo sacar su dinero. Y si tenían dinero en sus casas, ahora no hay casa”, cuenta Gloria. La realidad ha obligado a sus familiares a desplazarse de sus hogares y, ahora, duermen en la calle. “En un día ya cambian todas las cosas”.
Ellos no piensan en sus futuros. Ellos viven día a día
“¿Les podéis ayudar de alguna manera?”, preguntamos. “Podemos ayudarlos con...” la artesana se queda pensativa “…solo con palabras”, añade finalmente, con resignación, ya que nos explica que ni siquiera ingresarles dinero en sus cuentas es garantía de ayuda, ya que no todos los bancos funcionan en Gaza.
Un escenario en el que hacer planes a futuro resulta ingenuo. “Ellos no piensan en sus futuros. Ellos viven día a día”.
“Vivir y punto”
Le preguntamos a Gloria por la acogida que están teniendo en este primer día de la feria de artesanía. De momento ve “más o menos bien”, y se siente feliz porque la gente le pregunta, quiere saber sobre Palestina, lo que le da la oportunidad a la artesana de explicar todo lo que hay detrás de este puesto.
Aunque espera vender todas las piezas que tienen expuestas en FARCAMA, ya que la artesana asegura que les ha costado mucho sacarlas de Palestina, tanto logísticamente como económicamente, ya que los costes de aduanas han sido elevados.
También queremos saber su opinión sobre las movilizaciones a favor de Gaza que se están produciendo estos días en España. Afirma que vio las manifestaciones en la Gran Vía de Madrid, algo que la puso “muy feliz” porque “ayuda mucho”.
Para terminar, Gloria deja un mensaje sobre lo que demandan desde Palestina: “La gente palestina no quiere nada más que vivir. Vivir y punto. Y disfrutar con la vida normal, como personas normales”.
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