El miedo a no cobrar, principal problema de la exportación para los vinos

La situación del vino en España no es la mejor, y en eso han coincidido los diversos exponentes que han pasado por las aulas de FENAVIN. Y la necesidad, o incluso dependencia, de verter los esfuerzos comerciales a la exportación es innegable, en cuanto el consumo interior no suple las demandas necesarias para el sector.

Sin embargo, a la hora de exportar existe un problema que sigue estando presente en las bodegas españolas, a pesar del recorrido que tiene el sector en el comercio internacional. Se trata del miedo a no llegar a cobrar cuando se exporta, tal como lo aseguró María José Olmeda, la responsable de Comercio Exterior de Globalcaja. Para evitar esto, Olmeda señaló que existen variados métodos para luchar contra este miedo y hacer frente a un comercio necesario para el vino.

María José ha señalado también que los problemas estructurales del vino están presente, ya que a pesar de ser los primeros del mundo en volumen, “no lo somos en valor”. Además, ha añadido que vinos de otros países “con mucha menos personalidad” que el español logran vender sus productos a un precio más elevado que los bodegueros nacionales.

Ante esta situación, la recomendación de la entidad es aumentar el valor añadido de sus productos y enfocarse en el trabajo para llevar a cabo una internacionalización de sus vinos. Ante esto, Olmeda coincidía con las recomendaciones de la Cámara de Comercio de Ciudad Real, de aprovechar las variedades autóctonas y diferenciadoras de los vinos regionales y tener también en cuenta las divises de los distintos países.