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Creando Oportunidades
El capital semilla es un tipo de financiación orientada a startups o empresas recién creadas en sus primeras fases de crecimiento, si bien no existe consenso sobre cuándo exactamente se da esta etapa. Normalmente, es una fase en la que el modelo de negocio todavía no está del todo definido por lo que el riesgo es elevado. En efecto, se trata no tanto de una apuesta por un negocio como una apuesta por un proyecto y el equipo que está detrás.
Normalmente este tipo de fondos se orienta a nuevas empresas y negocios que estén en etapa de inicio y que se refieran a temas innovadores, es decir que se trate de productos o servicios que no estén disponibles en el mercado nacional, que tengan oportunidades de crecimiento en el mercado, que cumpla con ofrecer una tecnología nueva desarrollada por quien busca los fondos, o que incorpore nuevas aplicaciones o usos de tecnologías existentes o por último, que permita abordar nuevos nichos de mercado.
La gran ventaja del capital semilla es que puede provenir de una variedad de fuentes: de los mismos fundadores o sus conocidos (friends, family and fools o FFF), de Business Angels (es decir, particulares que invierten su patrimonio a título personal) o de fondos de Venture Capital, según el estado de madurez de la empresa. Así, en primer lugar suelen entrar los FFF, después los Business Angels y, por último, los fondos de Venture Capital.
El capital semilla implica un riesgo alto ya que la financiación se va a un proyecto y no a una empresa existente. Otro dato interesante es que el capital semilla no se invierte, como podría creerse, para generar flujo de caja en un negocio determinado, a diferencia del capital riesgo, sino en el potencial de los emprendedores, su idea y la fortaleza que percibe del proyecto.