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Uno de cada tres autónomos de Castilla-La Mancha está dispuesto a subir su base de cotización a la Seguridad Social. Es una de las cifras que se desprende del informe 'El trabajador autónomo ante la previsión social' realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) para Fundación MAPFRE, fruto de una encuesta realizada a más de 1.800 trabajadores autónomos.
En concreto, el 36,5% de los autónomos en la región se muestra dispuesto, aunque cerca del 29% lo supedita a la mejora de las prestaciones a las que tiene derecho. Frente a esto, el 38,5% afirma no estar dispuesto a subirse su base de cotización porque no tienen ingresos suficientes que se lo permitan.
“Este estudio tiene como objetivo analizar los sistemas de protección que hay, tanto públicos como privados, en el trabajo autónomo y persigue ver qué conocimiento y que valoración tienen los autónomos castellanomanchegos sobre ello”, señala José Luis Perea, secretario general de ATA. “En Castilla-La Mancha hay casi 150 mil autónomos, que representan un 19% del total de la masa salarial. Además es la octava comunidad en autónomos a nivel nacional y el peso de la mujer autónoma es muy importante en la región, hay casi 50 mil”.
El estudio realizado por ATA evalúa el conocimiento que los autónomos de Castilla-La Mancha creen tener sobre cuáles son los derechos que se derivan de sus cotizaciones. El resultado: más de la mitad de los autónomos encuestados en Castilla-La Mancha -el 57,2%- consideran tener ningún o algún conocimiento que no llega ni a lo básico de las prestaciones que les generan sus cotizaciones a la Seguridad Social. A ello hay que sumar que el 28,6% considera que sabe lo básico. Tan solo el 2,6% de los autónomos encuestados considera que tiene un conocimiento en profundidad de las prestaciones a las que tiene derecho por ser autónomo y cotizar a la Seguridad Social y el 11,7% responde que cree tener bastante conocimiento.
“Es decir, el 85,8% de los trabajadores por cuenta propia castellanomanchegos apenas saben que la cuota que abonan cada mes a la Seguridad Social no sólo les garantiza el acceso a una pensión en el momento de la jubilación, sino que también les cubre en caso de maternidad, paternidad, viudedad, orfandad, incapacidad temporal o permanente por enfermedad o por accidente laboral, y el cese de actividad”, apunta José Luis Perea, secretario general de ATA.
La Seguridad Social establece para 2019 la base de cotización mínima en 944,40 euros al mes y la máxima en 4.070,10 euros al mes. De entre estas dos cifras los autónomos pueden escoger la cantidad por la que desean pagar (el 30% de la base elegida es lo que se cotiza).
“Nos ha servido para captar qué es lo que piensan los autónomos. La primera conclusión del informe es que el nivel de desinformación que tienen los autónomos de los sistemas de protección social que tenemos en España es muy amplio”, señala el presidente nacional de ATA, Lorenzo Amor. “Llama también la atención que la mayoría del colectivo sientan que su nivel de protección social está por debajo de la media de la Unión Europea. Me atrevería a decir que España, junto con Luxemburgo, es el país donde más se protege a sus autónomos, de forma nominal”.
Según Lorenzo Amor hay países de la Unión Europea donde no existe el paro para los autónomos, ni la paternidad, ni la jubilación anticipada, ni la incapacidad temporal. “En los últimos años hemos ido consiguiendo un montón de derechos, pero el problema es que cuando uno va a cobrar por esos derechos si cotizas por lo mínimo te corresponden 700 euros de prestación. Depende de lo que cotizas así recibes”.
Desglosando las diferentes prestaciones sociales incluidas en la cotización, el derecho a la asistencia sanitaria es la más conocidas por los autónomos de Castilla-La Mancha; concretamente el 72,8% afirma conocer que su cotización le da derecho a la misma. Por el contrario, únicamente el 12,3% de los autónomos encuestados afirma conocer que la prestación por lactancia o riesgo en el embarazo está incluida dentro de su cotización por contingencias comunes.
A parte de las coberturas a las que tienen derecho los autónomos por parte del sistema público de la Seguridad Social, son mayoría los que afirman tener contratados servicios privados de protección social. De hecho un 59,7% de los autónomos de esta región cuentan con servicios privados para su protección social. En cuanto a las prestaciones privadas por las que apuestan los encuestados en Castilla-La Mancha es el plan de pensiones el producto que más autónomos tienen contratado, el 57,5% del total.
El cese de actividad es una de las prestaciones menos conocidas por los autónomos en la Castilla-La Mancha. Esta prestación se extendió a todo el colectivo a principios de año: desde el 1 de enero los prácticamente 150.000 afiliados al RETA en la comunidad cotizan un 0,70 % que se incluye en la cuota mensual de 283,35 euros, en el caso de los autónomos que cotizan por la base mínima a la Seguridad Social.
Y es especialmente significativa la desconfianza que el colectivo tiene en esta cobertura. Ocho de cada diez autónomos encuestados en Castilla-La Mancha - el 79%- tiene poca o ninguna confianza en percibir esta prestación en caso de que tenga que echar el cierre de su negocio. Únicamente el 3,9% de los autónomos castellanomanchegos muestra un alto grado de confianza en esta prestación.
El resto de prestaciones reciben también grados de confianza bastante bajos por parte de los trabajadores por cuenta propia de Castilla-La Mancha, destacando además del cese de actividad las prestaciones por bajas por enfermedades profesionales. Confían poco o nada en ellas el 57,9% de los encuestados en la región.
Por el contrario, los participantes castellanomanchegos confían en grados muy altos en el sistema sanitario, tanto en sus servicios públicos, como en los privados. En el primero, afirman confiar bastante o mucho el 48,7%, casi igualado al porcentaje que suman ambas categorías a nivel nacional, pero con un notable 21,1% de autónomos en esta región que dicen confiar mucho en la sanidad pública. Por su parte, confían en la sanidad privada, bastante o mucho, el 41,3% de los participantes en esta encuesta.
El estudio realizado por ATA para Fundación MAPFRE analiza igualmente cuál es la valoración del colectivo del sistema de Seguridad Social en general y cómo lo ven en comparación con la carga impositiva y los servicios del resto de países europeos. Este sentimiento de mala información y desconocimiento que tienen los autónomos en los sistemas de protección social tiene como consecuencia la baja valoración de las prestaciones de ambos sectores. Así, el 72,5% de los autónomos castellanomanchegos suspenden al sistema público y el 22,4% le da un suficiente por nota.
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