Las residencias privatizadas, ejemplo de degradación y supresión de servicios
La conclusión de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras es tajante: las residencias cuya gestión se externalizó en el curso 2012-2013 han dejado de ofrecer servicios adecuados a los estudiantes, resultado que se extrae de los propios residentes y de los trabajadores de las instituciones. El estudio denuncia el incumplimiento de los pliegos de condiciones que permitió la gestión de las residencias públicas a empresas externas, siendo las residencias de Cuenca las únicas que seguirían ofreciendo la carta de servicios completa a sus usuarios.
No sólo se ven perjudicados los alumnos de los edificios, sino también los trabajadores, quienes han visto como sus condiciones laborales se han ido degradando de forma progresiva. Desde la Federación se señala que las afirmaciones del consejero de Educación, quien afirmó que la privatización no mermaría la calidad de los servicios, se ven desmentidas por la realidad que se extrae de la experiencia de quienes viven en las instalaciones. El sindicato señala además que el incumplimiento continuo de la Orden de normas reguladoras de la red de Residencias Universitarias de Castilla-La Mancha y de los pliegos de condiciones conlleva penalizaciones que alcanzan el 1% del canon mensual o los 500€ en los casos más graves.
Los recortes han provocado que, por ejemplo, a raíz de la eliminación de los cocineros, los estudiantes gocen de manera excepcional de comida caliente, ya que los menús que se les ofrecen se constituyen de manera repetida de embutidos o de comidas de catering. En aquellos edificios donde sigue existiendo el cocinero, la jornada laboral impuesta impide que el mantenimiento y la limpieza de las cocinas sea adecuado, porque los trabajadores van y vuelven para preparar el desayuno, la comida y la cena. En muchas residencias, afirman, no se ofrece tampoco comida durante los fines de semana.
Los servicios de limpieza tampoco cumplen los estándares necesarios en este tipo de edificios, ya que, denuncia la Federación, las empresas ahorran costes lo que provoca que la limpieza se haga “rápida y por encima”, además de incrementar la jornada de algunos trabajadores por encima de lo estipulado por la ley. Esto se debe a que la plantilla de trabajadores de todos los centros de gestión externa es inferior a la que se necesita, lo que implica también que no haya vigilancia las 24 horas o que muchos ordenanzas realicen jornadas de 14 horas diarias, o, incluso de 48 horas consecutivas.
Desde Comisiones Obreras se exige que la Junta de Comunidades preste atención y compruebe los servicios y el funcionamiento de las residencias con gestión mixta, y que actúe en consecuencia para evitar que los residentes tengan que, por ejemplo, suministrar su propio papel higiénico, pasar frío durante el invierno o vivir con desperfectos sin arreglar en el mobiliario. “No vamos a tolerar que algunos empresarios hagan negocio perjudicando a los residentes y tampoco vamos a permitir que abusen de los trabajadores que contraten explotándolos para su beneficio”, han expresado los representantes Julio Dolz y Ana Delgado, representantes de Personal Laboral de la Federación de Educación.
