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La Diputación de Valladolid sabía que en la residencia con el 98% de los ancianos infectados se incumplía el protocolo por coronavirus

Trabajadores de la Cardenal Marcelo haciéndose fotos tras recibir los monos.

Laura Cornejo

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La Diputación de Valladolid tuvo conocimiento en todo momento de que en la Residencia de personas mayores Cardenal Marcelo no se estaban cumpliendo los protocolos de seguridad marcados por la Consejería de Familia ante casos de coronavirus. La documentación a la que ha tenido acceso eldiario.es y cuya procedencia no precisa para preservar las fuentes, demuestra que la institución provincial fue informada sin que se tomasen medidas.

A últimos de marzo, con la enfermedad ya considerada pandemia, con el decreto de alarma, y casos de COVID-19 en la residencia, los empleados se cambiaban en grupos en los vestuarios sin guardar la distancia mínima de seguridad. En cuanto a los residentes, siguieron comiendo y cenando todos juntos en el comedor, ocupando totalmente mesas de cuatro personas o utilizando en grupo el ascensor, e incluso permaneciendo en multitud en los salones.

De puertas para afuera, la residencia parecía segura, con las visitas de familiares anuladas desde el 11 de marzo por orden de la Junta de Castilla y León, pero de puertas para adentro, todo siguió igual. A pesar de los reiterados avisos, nada cambió. Actualmente, 189 ancianos, el 98 por ciento de los residentes, están infectados por coronavirus.

Desde la Consejería de Familia de la Junta de Castilla y León explican que todas las residencias, públicas y privadas, recibieron un protocolo en el que se precisaba que los empleados y los ancianos debían mantener la distancia mínima de seguridad evitando aglomeraciones o que había que lavarse las manos con frecuencia para evitar el contagio. El pasado lunes, tras conocer el alcance de la enfermedad en la residencia gracias a la práctica de tests rápidos, la Diputación destituyó a la dirección. Mientras, en el centro, los enfermos evolucionan o fallecen sin que hasta el momento se hayan depurado responsabilidades o se haya indicado que existen.

Fuentes de la residencia han asegurado a eldiario.es que hay 63 trabajadores de baja en este momento y que fue el pasado domingo, después de que se realizasen los test que revelaron el contagio masivo, cuando la subdirectora - que sustituye al director por estar enfermo de coronavirus- telefónicamente dio orden a la supervisora de que se repartiesen 20 EPIs (monos) que estaban en el almacén y que por la tarde  el jefe de sección de Servicios Sociales de la Diputación, Juan José Zancada, llegó “con 50 más”. El reparto, insisten las mismas fuentes “fue sin orden”. Telefonistas y vigilantes consiguieron monos mientras que auxiliares que tenían que tener contacto con infectados se quedaron sin él. Este lunes, en el departamento de Prevención de Riesgos les aseguraron que desconocían de dónde habían salido los EPIs, que estaban “escondidos”. En la actualidad los auxiliares carecen de EPIS suficientes. Los que hay, son de un sólo uso y se lavan y pasan de un empleado a otro, según relatan ellos mismos a este diario.

Tanto el grupo provincial socialista como Toma La Palabra, han solicitado que se celebre un Pleno en la Diputación para abordar la situación en la residencia y se den las explicaciones oportunas.

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