“Cuando hay 3.000 interinos e interinas que se quedaron en el paro el curso pasado y centros que cierran, no nos podemos permitir hacer vacaciones como si nada. Hay que defender la educación pública y tenemos que empezar el curso con fuerza”, dice uno de estos interinos que se han quedado sin trabajo. Para empezar un curso que anuncian movido, la Assemblea Groga (Asamblea Amarilla, el color de defensa de la educación pública en Cataluña) se vuelve a poner en marcha este sábado. Literalmente.
Una marcha en defensa de la educación pública que aglutina todos los niveles educativos, desde el parvulario hasta la universidad, saldrá el sábado de Ribes de Freser (Ripollès), donde tiene su segunda residencia la consellera de Enseñanza de la Generalitat, Irene Rigau. Durante ocho días la comitiva recorrerá el territorio hasta llegar a Barcelona el día 31 de agosto.
Durante la marcha, el día 30, los interinos sabrán si tendrán una plaza el próximo curso o deberán esperar para poder beneficiarse de una sustitución. En cualquier caso, desde la Assemblea Groga remarcan que incluso los afortunados que tengan plaza se verán afectados por los recortes y sólo cobrarán el 87% de la jornada, porque desde el curso pasado los interinos sólo cobran las horas lectivas, pero no las que dedican fuera del aula.
En el manifiesto, la Assemblea denuncia “la creciente e implacable precarización, mercantilización y privatización de la educación pública, y consecuentemente, la desintegración del sistema educativo público”. Se trata de un proceso que, según dicen, “nos condena a la ruptura social, segrega a la población, la clasifica determinando unos límites que excluyen a las clases trabajadoras, es decir, a la mayoría de la sociedad.”
Los organizadores aseguran que la respuesta a la convocatoria ya ha superado sus expectativas. Más de 400 entidades e individuos se han sumado al manifiesto y más de 200 personas se han inscrito para participar en alguno de los tramos de la Marcha. Además, esperan que a última hora se sume más gente. En el manifiesto hacen un llamamiento “a la comunidad educativa desde las guarderías hasta universidades y a todo el conjunto de la sociedad para asumir las responsabilidades que nos corresponden, para organizarnos y para caminar juntas hacia la educación que queremos”.
Una iniciativa de todos los niveles educativos
“Tenemos que ir todos juntos, porque luchamos por una misma cosa, ya que el fin de los que están en el parvulario acabarán en la universidad”, reflexiona Albert Solaní, estudiante de filología catalana en la UB. Este estudiante, que el sábado irá hacia Ribes de Freser para sumarse a la marcha, explica que cada vez le resulta más difícil pagar la matrícula con los continuos aumentos de precios de los últimos años. Desde que se implantó el plan Bolonia en 2008, un curso de sus estudios se ha encarecido un 90,7%.
Isabel Román, del AMPA de la escuela Els Aigüerols, de Santa Perpètua de Mogoda, también destaca la importancia de la coordinación de los diversos sectores en la movilización: “Afecta tanto a las guarderías, que como consecuencias de los recortes han subido mucho los precios, y hay familias que ya no las pueden pagar, como a las universidades, que con el aumento de los precios parece que tendremos que hacer como las películas americanas y abrir una libreta a los niños cuando nacen para pagarles la carrera”, dice.
Ambiente familiar
Román irá acompañada de otros 14 padres y madres de su escuela. Els Aigüerols lleva desde su apertura, hace cuatro años, en un edificio provisional y las familias luchan para conseguir que se construya la escuela. “Vemos que constantemente se están destinando fondos públicos a cosas que no son tan prioritarias como la educación de nuestros niños, que son el futuro del país”, lamenta. Se suman a la Marcha con esta reivindicación, pero también de otras más globales: “Reivindicamos el edificio de la escuela, pero también nos manifestamos contra los recortes, contra el aumento de las ratios y contra el poder que puede adquirir un director para decidir a dedo su equipo”, dice.
Esta madre trabaja de lunes a viernes pero participará en la Marcha los fines de semana. No llevará a sus hijos, de 3 y 5 años, porque, explica, encuentra que son demasiado pequeños para las jornadas, pero añade que hay padres que sí llevarán los niños y que sus “van a todas las movilizaciones, los llevamos y les explicamos que estamos luchando por sus derechos ”.
Cohesionar el territorio
Desde la Assemblea Groga explican que con la Marcha pretenden reforzar la coordinación territorial vez que potenciar las luchas locales. “Nos permitirá ir extendiendo el discurso por el territorio y preparando el próximo curso de lucha”, remarca Albert Solaní. Durante los ocho días pasará por municipios con presencia de luchas en defensa de la educación pública y núcleos locales de la Assemblea Groga o de otros colectivos que están de acuerdo con las razones de la Marcha se encargarán de la acogida de los caminantes. El camino estará plagado de charlas, mesas redondas, asambleas, actividades infantiles y conciertos.
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