Artur Mas se compromete a agotar la legislatura pase lo que pase con la consulta
El Gobierno catalán se está quedando sin gasolina. El president de la Generalitat, Artur Mas, no ha conseguido todavía aprobar los presupuestos del 2013 y el acuerdo con ERC no es suficientemente firme como para darle la estabilidad que necesita en escenario tan intenso. Esta debilidad política, junto con una crisis económica durísima, le está pasando factura al responsable del Ejecutivo y cada vez hay más nervios. Las encuestas advierten de que si ahora se celebraran elecciones los republicanos pasarían por delante de los convergentes y esto ha inquietado a algunas voces del partido, que nunca han visto clara la deriva independentista de Artur Mas.El acuerdo entre las dos formaciones beneficia claramente a ERC, que no debe asumir el desgaste de los recortes, y que tiene un discurso mucho más claro sobre el futuro nacional de Catalunya. La sensación es que el depósito del Presidente se está quedando sin carburante, que se agota, y que la distancia que quiere recorrer Mas es demasiado larga como para que pueda llegar con esta soledad.
Para romper la sensación de que las cosas se complican y que no hay ninguna reacción, los responsables de comunicación del Gobierno anunciaron a los periodistas que, esta vez, tras la reunión que cada martes realiza el consejo ejecutivo, quien comparecería ante los medios de comunicación sería Artur Mas, y no el portavoz, como es tradicional. La excusa del cambio de cartel era la presentación del Plan de Gobierno 2013-2016, que en realidad no se puede aplicar de momento porque no hay presupuestos aprobados y que no ha despertado mucho interés entre los periodistas.
En su intervención, Artur Mas ha insistido en que la legislatura dura cuatro años y que pase lo que pase el próximo año, cuando en teoría se ha de celebrar la consulta, agotará el mandato. “El plan es para una legislatura entera, cuatro años que terminan en 2016”, ha dicho el Presidente y ha añadido: “Si la consulta se hace antes, como está previsto, la legislatura acabará en 2016 igualmente”. De esta manera, el presidente quiere enterrar otro escenario hipotético, que sería la declaración unilateral de independencia en caso de que en la supuesta consulta gane el sí. Si así fuera, según Mas, habría que sentarse a negociar con el Gobierno español para ver “cómo se llega a conclusiones concretas”. Mas ha repetido que existen los mecanismos para hacer la consulta -no vinculante-, pero ha criticado que falta la “voluntad política”. Ha asegurado que es un error que el Gobierno central no quiera ni oír hablar de la consulta pero ha dicho que también lo es querer declarar la independencia de forma unilateral en caso de que gane el sí.
Una vez más, el presidente ha defendido un Gobierno de unidad, invitando a ERC y PSC a entrar a formar parte de él, y ha asegurado que tras los últimos datos sobre el paro “parece que se ve alguna pequeña luz” y que “el escenario positivo llegará”, con lo que hay que empezar a pensar en el futuro y dejar de lado los “desequilibrios” que, según su discurso, dejó el tripartito y que los convergentes han ido corrigiendo durante estos dos años.
La sensación de inmovilismo y de soledad en que vive inmerso el presidente difícilmente podrá revertirse hasta que el Gobierno no fije el techo del déficit y, entonces, CiU y ERC sean capaces de llegar a un acuerdo para sacar adelante los presupuestos. Pero ERC no tiene ninguna prisa. Toda la gasolina que va consumiendo CiU va directamente al depósito de los republicanos.