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Ada Colau volvería a ganar las elecciones con registros similares a los de hace un año y medio

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en una foto de archivo

Yeray S. Iborra

El tira y afloja con la oposición desde un gobierno en minoría –pese al pacto con el PSC– pasa factura a BComú, pero no tanta. Según el último Barómetro Semestral, una encuesta elaborada por el propio Ayuntamiento con preguntas a 800 vecinos de Barcelona, la formación de Ada Colau volvería a imponerse en unas hipotéticas elecciones (si se celebraran ahora) con el 15,1% de los votos, una décima menos que el resultado que la llevó a la alcaldía en mayo de 2015.

Si bien es cierto que la formación no perdería la posición en el consistorio, los números del estudio penalizan el partido de Colau en los últimos seis meses. La última encuesta municipal situó la intención de voto a BComú en los 17,9 puntos.

El primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello, ha suavizado el descenso de su formación alegando que el resto de partidos también habían visto debilitados sus resultados. Aunque el barómetro señala una tendencia generalizada de todos los partidos a perder votos, las formaciones más damnificadas son BComú y CiU (recogida en el barómetro como PDECat).

De esta manera, Convergència se quedaría con el 5,8% de los votos, perdiendo un 16,37%, respecto a los 22,17% obtenidos hace un año y medio. Por su parte, el socio de gobierno de Colau, el PSC, obtendría un 5% de los votos; ocho décimas menos que en las elecciones y cinco menos que en mayo pasado. Por abajo, las cosas seguirían más o menos igual: Ciutadans igualaría sus resultados respecto al barómetro anterior (4,4%), única formación que ni sube ni baja; la CUP se quedaría con el 2,9%, en descenso; y el PP acumularía el 1,3% de la intención de voto.

En el segundo lugar del plenario se situaría Esquerra, con un 11,9% de los votos. ERC tendría cuatro décimas menos que en mayo pero, por contra, 5,3 puntos más que en las elecciones. La amenaza de los republicanos en unas hipotéticas elecciones ha servido para que su líder, Alfred Bosch, haya sacado pecho ante los resultados este mismo miércoles. “A ojos de la ciudadanía, se confirma que somos la única alternativa a Colau”, ha dicho Bosch, que se mantiene como líder municipal mejor valorado –junto con Xavier Trias y por encima de Colau– con una puntuación de 5,3 (sobre 10).

Sin embargo, la encuesta, realizada entre el 21 de noviembre y el 9 de diciembre –inicio del proceso de estancamiento en las conversaciones con la oposición y que ha llevado a la alcaldesa a una cuestión de confianza de para aprobar los presupuestos– y con un margen de error del 3%, mantiene las buenas valoraciones en cuanto a las políticas del gobierno. Un 66,2% de los vecinos de Barcelona aprueban la gestión del gobierno de la ciudad, con una percepción en positivo muy superior en comparación a las políticas de la Generalitat o del Estado.

Más de un 40% de personas califican de buena o muy buena la gestión de Colau. Cabe destacar que la encuesta se polariza en este sentido, ya que también crece el número de personas que cree que la ciudad está peor que hace seis meses.

El turismo y la contaminación, preocupaciones

En cuanto a otros índices del Barómetro Semestral, la preocupación por el paro pierde fuerza –de 24,6 puntos pasa a 17,6– y gana el conflicto en relación al turismo como problema de ciudad. El turismo, reto primordial del gobierno de Colau, se sitúa por primera vez en los lugares destacados de la encuesta municipal, con el 11% de menciones. “En el año 2011 el paro tenía el 30% de menciones y el turismo, en cambio, sólo un 1%”, ha recalcado Pisarello.

En este barómetro se ha introducido también una pregunta –según ha explicado el consistorio– sobre la contaminación, como ya se hizo con la cuestión de los refugiados en el anterior. En este sentido, Gerardo Pisarello, ha destacado que existe un consenso “muy fuerte” en que existe un problema en la ciudad en relación la contaminación.

“Barcelona reconoce que hay una emergencia climática muy importante y que esto es visto como un problema de salud pública”, ha dicho Pisarello, que ha asegurado que este hecho preocupa a un 80% de las personas de la ciudad. Según el teniente de alcaldía, el barómetro también muestra que hay acuerdo sobre qué hacer: el 70% de ciudadanos quiere medidas para reducir la contaminación con el uso compartido de los coches o límites a determinadas zonas en la ciudad.

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