Los bomberos dan por controlado el incendio de Tarragona tras quemar 75 hectáreas

Los peores pronósticos no se han cumplido en la Terra Alta, donde este jueves al mediodía se declaró un incendio que rápidamente encendió todas las alarmas de los Bomberos de la Generalitat. Preocupaba la zona, muy boscosa, pero sobre todo las condiciones climáticas, cuando se cumplían los temidos “tres treintas”: más de 30 grados (en realidad el termómetro se enfilaba muy por encima en la zona afectada), menos de un 30% de humedad y rachas de viento por encima de los 30km/h. Sin embargo, tras trabajar toda la noche, los bomberos han dado por controlado el incendio este viernes a primera hora.

La rápida acción de los equipos contra el fuego, que a lo largo de la tarde del jueves desplazaron hasta medio centenar de efectivos entre terrestres y aéreos, ha sido clave para que las llamas no fuesen a más. En el episodio, que se inició en el término municipal de La Pobla de Massaluca, una zona fronteriza entre Catalunya y Aragón a orillas del rio Ebro, han trabajado 115 bomberos catalanes y 28 aragoneses, además de contar con tres hidroaviones del Gobierno que tienen base en Zaragoza.

Según detallaron los propios Bomberos a través de sus redes, en las inmediaciones mantendrán aún un pequeño contingente con 11 camiones de agua, seis vehículos ligeros de la Agrupación de Actuación Forestal (Graf) y una unidad sanitaria. Además, tendrán disponibles un helicóptero y dos aviones por si se requiriera su actuación en la zona.

Los equipos han trabajado toda la noche, primero cercando el incendio, que se llegó a estabilizar antes de la medianoche del jueves. Después, asegurándose de que no pasaba el rio Matarranya, según explicó el jefe de los bomberos en el área de emergencias de las Terres de l’Ebre, Ricard Expósito. El objetivo principal era mantener estables los flancos, para lo que han utilizado una cámara térmica en el izquierdo, ha indicado.

La carretera TV-7231 se mantiene cortada por tareas de limpieza a causa del incendio, que no ha causado daños materiales ni personales, aunque este jueves obligó a desalojar un camping y una finca agraria.