El documental se utiltza como herramienta de reflexión del mundo que nos rodea y busca respuestas a la realidad. Explica el director de DocsBarcelona, Joan González, que “a diferencia del reportaje o del periodismo, el documental es una mirada artística, creativa, es una interpretación”. Con dieciocho ediciones a sus espaldas, a punto de hacer diecinueve, el certamen se ha convertido en un referente del género audiovisual en el ámbito internacional gracias, en parte, a “un punto de vista muy concreto de la realidad”.
Esta decimonovena edición del festival, con 45 documentales de 28 países diferentes, vendrá marcada por el drama de los refugiados a las puertas de Europa. Hasta cinco títulos relataran las vidas de refugiados de países como Siria, Irak o Afganistán con documentales como The Longest Run, Bakur y Kandahar Journals. La inauguración tendrá lugar el 25 de mayo con Sonita y la conmovedora historia de una refugiada afgana en Irán que usa el rap para conquistar su libertad.
La mayoría de películas que se podrán ver en DocsBarcelona tienen este año un pronunciado acento social, tratando cuestiones como la homofobia, la transexualidad o, incluso, la pedoflia, a Call me Marianna o Inside the Chinese Closet, la fuerza de la música como herramienta de transformación social, en City of Dreams - a Musical o Esto es lo que hay, o la lucha del poder político para ocultar información a la opinión pública, en Frightened o War of lies.
La política catalana también sacará la nariz en la sección oficial del festival. Tras obtener la Biznaga de Plata al mejor director de documentales en el Festival de Málaga, el barcelonés Pau Faus llevará al DocsBarcelona, Alcaldessa, el documental que narra el paso de Ada Colau del activismo a la alcaldía. Esta pero no será la única aproximación a uno de los fenómenos sociales y políticos más rompedores de los últimos años. También se podrá ver Metamorphosis, la historia de éxito de Barcelona en Comú a través de los ojos atentos de una ciudadana anónima.
Las ocho producciones catalanas que participan en DocsBarcelona ponen de manifiesto, según el director del festival, Joan González, que “el mundo documental catalán existe, tiene fortaleza y tiene reconocimiento internacional”. Añade que las 8 películas de producción catalana que ha seleccionado el festival “sin ningún tipo de discriminación positiva” demuestran que la industria catalana lidera el sur de Europa. Así lo confirma el mercado para los profesionales que acoge DocsBarcelona y que reunirá casi 600 profesionales con un 33% de proyectos provenientes de Cataluña y España.
El documental también es experimentación y el festival intentará mostrar la realidad, muchas veces sobrecogedora, a través de las nuevas tecnologías con la exposición Seguir con vida, una experiencia de inmersión visual ideada por MSF que nos acerca a varias historias utilizando vídeos en 360º. Los espectadores deberán utilizar gafas de realidad virtual para ver las condiciones del campo de refugiados de Sudán del Sur o la realidad que se vive entrando en las costas de Grecia sobre una lancha. Una experiencia innovadora que en lugar de espectadores nos convertirá en actores. Y es que, en el fondo, este es el objetivo del cine documental, remover conciencias y pasar a la acción.
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