La reforma laboral no ha cumplido los objetivos para los que, tanto el Partido Popular (PP), como CiU, la votaron hace dos años. Si se escuchan las voces del ejecutivo, los cambios legales habrían ayudado a la economía española y catalana. Pero, si se miran los resultados empíricos, la conclusión no es esa.
El sindicato UGT ha hecho un balance de los dos primeros años de aplicación de la reforma laboral. Según indicó en rueda de prensa, Camil Ros, secretario de política sindical, el balance es negativo en evolución de la población activa, empleo, contratación y negociación colectiva. En cambio, ha producido un aumento de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), el paro de larga duración y de la conflictividad.
En concreto, se han destruido en Cataluña en los dos últimos años 118.000 puestos de trabajo, y los ERE han aumentado un 28,5%. Además, el 78 % de los convenios de empresa están en riesgo de desaparecer y durante el 2013 más de 775.000 trabajadores (el 35 % de los afiliados a la Seguridad Social) han tenido que pasar por el Tribunal Laboral de Cataluña.
En Barcelona, la media de espera para cobrar del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) organismo que garantiza los salarios cuando una empresa se declara insolvente, se sitúa en 18 meses. En el resto de Cataluña este lapso es de 8 a 10 meses. Antes de la reforma laboral eran 6 meses.
A escala estatal, a finales de enero de 2012, apenas unos días antes del inicio de la reforma laboral había 4.599.829 parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo. Dos años después, los registros del antiguo Inem contabilizaban 4.814.435 parados, lo que supone 214.606 parados más (+4,6 %).
Asimismo, en estos dos años, la cifra media de afiliados a la Seguridad Social se ha reducido en 769.627 personas, un 4,5%, hasta situarse 16176610 cotizantes al finalizar enero de 2014. Por su parte, el número de afiliados extranjeros se ha reducido en este periodo en 175.365 cotizantes (-,4%), lo que situó el total de inmigrantes inscritos en la Seguridad Social en 1.514.821 afiliados , la su cifra más baja en años .
Atendiendo a los datos que ofrece trimestralmente la Encuesta de Población Activa (EPA), los resultados también son negativos en paro y empleo. Cuando arrancó la reforma laboral, el número de parados EPA era de 5.273.600 personas (dato correspondiente al cuarto trimestre de 2011 ) . En el mismo trimestre de 2013, la cifra de parados ha alcanzado los 5.896.300, es decir, 622.700 parados más que dos años antes (+11,8 %) .
La tasa de paro existente al inicio de 2012 era del 22,85 %, según la EPA. Dos años después se ha situado en el 26,03%, es decir, 3,18 puntos más. Asimismo, entre el cuarto trimestre de 2011 y el mismo trimestre de 2013, la economía española destruyó 1.049.300 puestos de trabajo, un 5,9%, hasta situar el número de ocupados en 16.758.200.