Por qué los expertos priorizan el confinamiento a la evacuación ante un incendio: “Da mucha seguridad”
Los incendios no dan tregua a los Bomberos de la Generalitat de Catalunya. Tanto en los grandes fuegos del Ebre y de la Segarra, los vecinos amenazados por el avance de las llamas o por el humo han recibido una alerta a través de su teléfono para quedarse en su casa o no salir de su municipio. El confinamiento ante la proximidad del incendio no es una medida nueva, pero sí es cierto que los servicios de Emergencias la han generalizado este verano.
“La medida más apropiada ante un incendio es el confinamiento, y la priorizamos porque da mucha seguridad a la persona. Lo más peligroso es encontrarte en el exterior sin nada que te defienda”, explica la subdirectora general de Coordinación y Gestión de Emergencias de la Generalitat, Imma Solé.
En su creciente apuesta por limitar la movilidad ante estos sucesos, la Generalitat ha ordenado confinamientos que han durado casi 48 horas, como el del Baix Ebre que afectó a unas 18.000 personas. En el de la Segarra, que arrasó sobre todo terrenos agrícolas a una velocidad récord, llegaron a ser 20.000. Y se da el caso que en esa misma comarca, el 21 de junio se registró un incendio de menor entidad, que quemó 473 hectáreas, pero que también llevó al confinamiento durante unas horas de toda Cervera, con sus 10.000 habitantes.
Pero no solo se ha visto esta medida en Catalunya recientemente. Justo esta semana el Ayuntamiento de Marsella pidió a vecinos de uno de sus distritos que se encerrasen en sus viviendas debido a la proximidad de un incendio forestal, aunque al final tuvieron que evacuar también a varios centenares de personas.
La evacuación de casas o núcleos de población se mantiene en los planes de Emergencias, aunque cada vez más como último recurso y siempre en función de la evolución de cada incendio. Los responsables de la seguridad en Catalunya insisten en que, aunque el primer impulso en un fuego –sobre todo si sopla un fuerte viento– puede ser salir de casa, lo más seguro es quedarse.
“Cuando la gente se marcha sin saber muy bien dónde ir, puede parecer que vas a una zona segura, pero al cabo de dos kilómetros te encuentras con otro incendio”, advierte Solé. Además, la presencia de personas o vehículos en las carreteras también puede obstaculizar el movimiento de los Bomberos y los equipos de Emergencias.
En los incendios que han azotado Catalunya desde el inicio del verano, el confinamiento (bien sea en las casas o el perimetral en un municipio) se ha acordado cuando había un riesgo inminente de que el fuego llegara a una localidad. A la hora de valorar la adopción de esta medida, es determinante la imprevisibilidad que agregan a los incendios el viento o las tormentas veraniegas cercanas, como ocurrió en el incendio de la Segarra.
Una vez decidido el confinamiento en los domicilios ante un incendio, Solé expone los pasos a seguir: cerrar bien puertas y ventanas, tapar cualquier agujero por donde pueda entrar humo y seguir los consejos de las autoridades. “Lo más efectivo es quedarte en casa porque dentro de un edificio quedas protegido del impacto del fuego”, apostilla.
El incendio, ya estabilizado, del pasado lunes en la comarca tarraconense del Baix Ebre ha demostrado los dos tipos de confinamiento que usan los Bomberos en la extinción de un incendio. Uno más laxo, el municipal, pensado para limitar la movilidad y priorizar las carreteras (en especial las secundarias de zonas montañosas) para los vehículos de Emergencias.
El más severo, el de dentro del domicilio, que se ha activado tanto en algunos municipios del Baix Ebre esta semana como en un barrio y un club deportivo de Terrassa en un pequeño incendio de vegetación de hace unos días. “En función del riesgo que perciben los operativos sobre el terreno y de si el incendio está muy próximo se pide a la gente no salir del pueblo o de casa”, explica Solé.
Las alertas, también en caso de incendio
El plan contra incendios también incluye, desde hace un par de años, las alertas a la población conocidas como ES-Alert. La mayor parte de Catalunya ya las conoce porque su uso se generalizó en los últimos episodios de lluvias del otoño, pero que la tregua que los incendios habían dado a la comunidad los dos últimos años había hecho casi innecesario usarlas en un fuego.
Por desgracia, un mal inicio de verano debido a la combinación de altas temperaturas y vientos imprevisibles ha elevado a más de 9.400 las hectáreas quemadas en Catalunya, la peor cifra de los últimos 15 años en el inicio de la campaña de verano contra los incendios (el anterior peor dato es el de 2019, con 6.500 hectáreas).
El sistema ES-Alert, que utiliza una tecnología implantada a nivel europeo, es “muy útil”, explica Solé, porque permite generalizar los avisos inmediatos sin emplear para ello brigadas municipales, mossos d'esquadra o avisos por megafonía que a veces no llegan a todos los núcleos de población de un municipio.
La inmediatez es uno de los elementos más determinantes de este tipo de alertas, y a la vez un factor clave cuando se declara un incendio. “Podemos enviar de forma masiva a un segmento de población concreto de una zona muy precisa, por ejemplo un barrio, qué ocurre, dónde y qué tienen que hacer”, destaca Solé. Aunque se han extendido con los primeros incendios del curso, la mejor señal para los servicios de Emergencia sería no tener que usarlas más en lo que queda de verano.
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