La Generalitat admite ahora 660 casos de malnutrición infantil relacionados con la pobreza
En Cataluña hay al menos 660 niños que padecen deficiencias alimentarias por culpa de su situación de pobreza. Así lo ha confirmado la secretaría de Salud Pública del departamento de Salud de la Generalitat, después de que el Síndic de Greuges (defensor del pueblo) publicara un informe muy criticado por la Generalitat -y por el consejero Boi Ruiz- en el que ya alertaba de las dimensiones de este peligroso fenómeno. En total, son 751 menores de 16 años los que tienen diagnosticada malnutrición: 91 de ellos por patologías que les impiden asimilar nutrientes, y el resto -los citados 660- “por circunstancias personales y sociales de riesgo para alimentación inadecuada”.
Estos datos los ha enviado la secretaría de Salud Pública al Síndic, que las pidió a raíz de la polémica generada. Y sirven para desmentir las propias palabras del consejero Boi Ruiz, que el 3 de septiembre aseguró que “hay malnutrición por malos hábitos, por obesidad o por otras cuestiones contra las que hay que luchar”, pero no por “cuestiones económicas”. De hecho, ya antes Ruiz había ocultado estos casos. El 21 de enero, en una respuesta parlamentaria al PSC -que pedía cuántos niños y niñas sufrían de malnutrición en Cataluña- se limitó a afirmar que el año 2012 y hasta junio de 2013 se atendieron a 91 niños “con diagnósticos clínicos relacionados con la desnutrición”, pero no habló del resto, los que sufren carencias alimentarias.
Con todo, el informe precisa que de estos 660 casos atendidos por la sanidad catalana hay 10 que son “por problemas relacionados con la falta de alimentos”, 95 por “problemas relacionados con la pobreza extrema” y 555 “por problemas relacionados con ingresos bajos”.
La mayoría de estos casos, un total de 650, según el mismo documento de la secretaría de Salud Pública, no tienen “repercusión en patologías ni diagnósticos clínicos”, es decir, que no se les puede dar respuesta a través del sistema de salud. Ahora bien, si que admite el informe que estos casos deberían “derivarse a otros ámbitos de las administraciones públicas de forma coordinada”, como podría ser con los servicios sociales, para actuar “de manera preventiva en cuanto a salud” y “vigilar los factores de riesgo”.
Además, concluye que en el futuro sería “conveniente” llevar a cabo “estudios epidemiológicos de base poblacional especialmente dirigidos a valorar la situación”. En este sentido, y a raíz también de la denuncia del Síndic, el Servicio Catalán de la Salud está ultimando un protocolo para detectar y hacer un seguimiento de los casos de malnutrición infantil, que se pondrá en marcha en las próximas semanas, según las previsiones.
ICV-EUiA pide la dimisión de Boi Ruiz
ICV-EUiA pide la dimisión de Boi RuizEl portavoz adjunto de ICV-EUiA, Joan Mena, ha pedido la dimisión del consejero de Salud horas después de que se conociera el informe de la secretaría sobre los 660 casos de niños que padecen déficits alimentarios. “No puede ser que un consejero diga mentiras en sede parlamentaria”, ha denunciado Mena, que ha añadido que “Ruiz ha demostrado que no está a la altura de las necesidades sociales y sanitarias que tiene Cataluña”. ICV-EUiA, junto con el PSC, fueron los grupos que más presionaron al Gobierno para que respondiera al informe del Síndic, que apuntaba la existencia de 750 casos de malnutrición y el riesgo de 50.000 niños en Cataluña de sufrirla.
En este sentido, Mena ha recordado también que están a la espera de que la Generalitat cumpla el compromiso que adquirió el Parlamento de “garantizar todas las becas comedor”, algo que por ahora no se da.