Mittal paga al MNAC un ojo de la cara
Este es un artículo publicado en el blog 'La periodista desquiciada'
La boda de la sobrina del señor Acerlor-Mittal en Barcelona ha sido la noticia del fin de semana. Decenas de curiosos se han reunido en la calle para ver este peculiar desfile de ostentación de nuevo rico hindú, las instituciones han puesto los espacios públicos de la ciudad a los pies del millonario y nuestros ilustres representantes políticos han sido invitados como muestra de agradecimiento por su servilismo. Muchas noticias frívolas en los informativos, pero poca información seria sobre el coste de la performance y el origen dudoso de la fortuna, a excepción de los dos millones de euros que mister Mittal se ha gastado sólo en el vino del banquete, según BTV.
El gran secretismo que ha rodeado la preparación de este evento durante semanas ha hecho casi imposible saber el gasto de todo, empezando por el dispositivo de seguridad y, sobre todo, en cuánto se puede valorar el beneficio económico real que el alquiler de los museos -Marítimo y MNAC- y de la Fuente Mágica de Montjuïc ha supuesto para la ciudad. Y cuando digo ciudad no hablo de las tiendas de franquicias de lujo del Paseo de Gracia o los hoteles que vulneran la ley de costas donde han hecho estancia los más de 500 invitados. Hablo de la Barcelona de la gente.
En el caso del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), sé a ciencia cierta que el alquiler de su impresionante sala oval para el convite nupcial ha costado un ojo de la cara al señor Laskshmi Mittal. Empezando por el precio astronómico que ha pagado para cerrar el museo para su familia y amigos, y acabando por el regalo en especies en forma de cuadros que ha tenido que hacer al fondo museístico como condición indispensable. La cantidad no está muy clara ni tampoco los autores, pero algunas fuentes apuntan a un lote de cuatro obras como mínimo. Supongo que no tardaremos en verlos expuestos para disfrute de todos nosotros.
Aunque no es la primera vez que el museo estrella de Montjuïc alquila la sala oval para eventos privados -de hecho lo incluye en su plan Estrategia 2017-, el aterrizaje del megamillonario Mittal dispuesto a pagar lo que fuera ha cogido la dirección del MNAC, encabezada por Pepe Serra, por sorpresa. Superado el desconcierto inicial y analizada el gasto, y también el rechazo social que la decisión podría provocar en una parte de la sociedad -lo que es de agradecer-, el museo ha optado por la decisión más inteligente. Ha hecho jornada de puertas abiertas dos días para compensar el cierre del sábado, ha incrementado su fondo artístico y ha recogido un buen puñado de dinero que compensará el brutal recorte las subvenciones públicas a la cultura.