Jordi Pujol, de Jekyll a Hyde

Antes de dicha fecha, si bien no todo era un oasis, el viejo político se había instalado en un exclusivo paraíso reservado a los venerables. Aunque no es nuevo el zumbido sobre la díscola vida de algunos de sus hijos y / o, incluso, la inclinación avariciosa de la esposa, Marta Ferrusola, no es menos cierto que casi todas las crónicas apartaban de toda tentación y daño al patriarca de la familia. La muerte en vida de uno de los mayores referentes políticos del país ha sumido a los catalanes en una especie de depresión colectiva, no siendo pocos los que se han sentido engañados después de haber puesto las manos en el fuego por el longevo político. Todo ello, recuerda la novela de Robert Louis Stevenson, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, en que ambos personajes son uno mismo, siendo Jekyll la parte buena y Hyde la mala.

De momento, sólo habíamos conocido a Jekyll. Un político brillante, que ha dedicado toda su vida a Cataluña. La leyenda se inicia, de manera precoz, en los primeros años universitarios, cuando estudiaba medicina en la Universitat de Barcelona y actuaba en la resistencia contra el régimen del general Franco. Sus luchas comenzaron con el caso Galinsoga, nombre del entonces director de La Vanguardia, que dijo en público “todos los catalanes son una mierda”; expresión que le merecería una campaña de repulsa encabezada por el joven Pujol. También fue el autor del folleto “Os presentamos al General Franco”, donde hacía un despiadado retrato del dictador. Poco después de esto, tuvieron lugar los Hechos del Palau, donde parte del público asistente a un homenaje al poeta Joan Margall y ante la prohibición de cantar El Cant de la Senyera, se alzaron en rebeldía y lo entonaron; aunque Pujol no estaba en el Palau aquella noche, sí fue uno de los organizadores, por lo que fue detenido y torturado. Luego fue sentenciado a siete años de prisión, de los que llegó a cumplir dos y medio.

Fue en 1974 que inició su carrera política, siendo uno de los fundadores y primer secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya. Tras ser diputado en el Congreso, consejero sin cartera del gobierno provisional de Cataluña del presidente Josep Tarradellas y de formalizar un pacto con Unió Democràtica de Catalunya, en el año 1980 se celebraron las primeras elecciones al Parlament de Catalunya y, contra todo pronóstico , ganó y al cabo de un tiempo fue elegido presidente de la Generalitat, y reelegido en las elecciones de 1984, 1988, 1992, 1995 y 1999.

Hyde entra en acción el pasado 25 de julio cuando Pujol, ya retirado de la vida política, reconoce mediante un comunicado la existencia de dinero no regularizados en cuentas en el extranjero desde el año 1980. Hasta el comunicado, el ex había negado reiteradamente, a pesar de las informaciones publicadas que indicaban justo lo contrario, la posesión de dinero en paraísos fiscales. Tras la confesión del octogenario político, se han publicado varias informaciones basadas en investigaciones policiales que apuntan a que la familia Pujol podría acumular en paraísos fiscales más fortuna que la reconocida. El revuelo generado por la confesión ha forzado la retirada de la oficina institucional, la pensión vitalicia y el tratamiento de Muy Honorable por parte de la Generalitat de Catalunya, así como la renuncia a los títulos de presidente fundador de Convergència Democràtica de Catalunya y de Convergència i Unió, que hasta ahora ostentaba Jordi Pujol.

Aunque, en caliente parece pesar más la segunda opción, la historia, que cuando se aleja suele ser más benévola, acabará escribiendo qué parte de Jordi Pujol va en letras grandes: si la de Jackyll o la de Hyde. De todos modos, nada hace pensar que se conozca con exactitud la profundidad del trozo de iceberg que esconde aún bajo el agua.