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El independentismo prepara sus listas al 28A con las familias exconvergentes en guerra y la incógnita de la CUP

Carles Campuzano (PDeCAT) habla con Joan Tardà (ERC) en el Congreso

Arturo Puente

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha puesto este lunes en marcha la cuenta atrás para presentar candidaturas a las elecciones generales del próximo 28 de abril. Un cronómetro que, en Catalunya, abruma de forma especial a los partidos independentistas catalanes, que no tienen decidida la forma en la que acabarán presentándose y, en el caso de la CUP, ni siquiera si concurrirán. Los sectores exconvergentes, además, llegan al final de la legislatura sumidos en una guerra que no han logrado pacificar.

Los plazos iniciados este lunes dan entre 15 y 20 días para presentar la lista completa de candidatos, pero solo 10 para registrar las posibles coaliciones o federaciones. Esto significa que antes de que acabe la semana que viene la Crida de Carles Puigdemont y el PDeCAT deberán decidir, al menos, si prerregistran una fórmula electoral conjunta y con qué nombre. Ambas fuerzas, sin embargo, se hallan en este momento en plenos procesos de debate interno que deben resolverse a lo largo de la semana. En el caso del PDeCAT, la intención es confeccionar una lista completa y ordenada para después ensartarla con la que proponga la Crida.

Los contactos entre las dos formaciones fueron constantes la semana pasada. Entre el pasado viernes y sábado, Elsa Artadi (Crida) y David Bonvehí (PDeCAT) se reunieron con el presidente de la Crida Jordi Sànchez y el máximo impulsor de la misma, Puigdemont, en la cárcel de Soto del Real y Waterloo respectivamente. El principal punto en común entre ambas familias es que deben presentarse juntas y bajo las exitosas siglas de Junts per Catalunya. Pero, a partir de aquí, divergen sobre el peso que debe tener cada una, los nombres o el control político y económico de la candidatura.

El PDeCAT reserva el Congreso y el Senado como un espacio en el que aún puede desplegar su influencia. Entre los nombres salidos de su proceso de primarias figuran dos de los capitanes de los moderados, como son Marta Pascal y Carles Campuzano, junto a otros, los menos, más cercanos a las tesis de Puigdemont, como Miriam Nogueras, que es además vicepresidenta del partido. En paralelo a esto, la Crida consulta a sus asociados si deben sumarse a una candidatura amplia en el caso que otros partidos independentistas la acepten.

Una vez se conozcan los resultados de ambos debates internos, ambas cúpulas esperan que la situación se clarifique. Entre los nombres que siguen planeando como posibles cabezas de lista están los de dos presos: Jordi Sànchez y Josep Rull, ambos cercanos a Puigdemont pero a los que el PDeCAT, en principio, no vería con disgusto. Pero, más allá de consenso sobre los presos, los de Bonvehí no se resignan a perder asientos en la Cámara baja y a algunos de sus diputados más experimentados, como el propio Campuzano. Par ello hacen valer su control de la marca JxCat o de los espacios electorales.

La CUP valora presentarse

La pugna fraticida en el espacio de la antigua Convergència no es el único fleco del independentismo ante el 28A. La CUP tiene abierto otro proceso de debate interno para decidir si presentarse por primera vez a las elecciones generales. En el seno de la formación anticapitalista, este es un debate viejo y que hasta el momento siempre han resuelto con un portazo por amplia mayoría. Pero ahora sectores de peso del partido apuestan por acudir al Congreso con el único objetivo de apuntalar la inestabilidad en las instituciones españolas.

El calendario que manejan los independentistas llega hasta el próximo fin de semana, momento en el que reunirán a las asambleas locales para posicionarse. Ese mismo domingo tienen previsto celebrar un Consejo Político, que acabará tomando una decisión sobre las generales. En el partido ya preparan los temas logísticos y la documentación necesaria por si la decisión acaba siendo la de concurrir. Fuentes de la formación destacan que, en esta ocasión, el debate asambleario está muy abierto, ya que entre los máximos líderes de la izquierda independentista hay opiniones divididas sobre la conveniencia de acudir al Congreso.

Si la CUP acaba dando el paso, la principal perjudicada podría ser ERC, que lidera las encuestas. Como el resto de los independentistas, la formación republicana tampoco tiene cerrada la fórmula con la que se piensa presentar, ya que en estos momentos se mantiene en conversaciones con tanto con Elisenda Alamany, exdiputada de los 'comuns', como con la formación Comunistes, integrada en EUiA. Estos últimos tienen asimismo un debate abierto entre sus bases, que concluirán esta semana con una decisión sobre si concurrir con En Comú Podem o con ERC. Lo único seguro en la formación de Oriol Junqueras es que no aparecerá en la lista el histórico diputado Joan Tardà, que este lunes ha comunicado su decisión de no repetir tras 15 años en el Congreso.

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