El PP catalán vuelve a sacar a la luz sus diferencias internas sobre cómo tratar a Puigdemont

¿Puede el PP pactar con Puigdemont? ¿Sobre qué materias, con qué líneas rojas? ¿Es Junts un partido nacionalista más, como PNV o ERC, o está situado fuera de la legalidad? El PP lleva haciéndose estas preguntas desde el inicio de la legislatura y, tras un congreso en el que no han acabado de resolverlas, ahora es la sección catalana del partido quien ha dejado ver que entre sus propios dirigentes sigue habiendo diferentes formas de entenderlo.

Las posturas más alejadas en esta cuestión las han marcado hasta el momento el presidente del PP catalán y diputado autonómico, Alejandro Fernández, y Xavier García Albiol, alcalde de Badalona y presidente del congreso que el PP celebró el pasado fin de semana. El primero intentó introducir una cláusula en la ponencia ideológica que vetaba cualquier acuerdo con Junts, en la medida que incluyera entre sus objetivos “subvertir el orden constitucional”, que finalmente quedó algo más descafeinada, puesto solo veta a los de Carles Puigdemont si “actúan” fuera de la ley.

Albiol, por su parte, ha optado por desprecintar algunos de los tabús de su formación, ya que es partidario de entendimientos “puntuales” con Junts. Eso incluye, por supuesto, coincidir en propuestas fiscales que permitan bajar los impuestos estatales o autonómicos, algo que además ya ha ocurrido en los últimos años. Pero el primer edil de Badalona va más allá y cree, contra otras opiniones en su partido, que no pasaría nada si el PP y Junts llegasen a un acuerdo para una moción de censura a Pedro Sánchez que acabase con una investidura de Feijóo.

El alcalde del PP, eso sí, introduce límites: no podría firmarse con Junts un pacto de legislatura, sino circunstancial, y no puede condicionarse a que su líder vaya a reunirse con Puigdemont, como reclaman los independentistas, pues el expresident es un hombre cuya situación penal sigue en entredicho. Pero, pese a las salvedades y los requisitos, Albiol conjeturó con una negociación con Junts en unos términos que hasta ahora han sido inimaginables para el PP, precisamente lo que Fernández quería evitar a toda costa en este congreso.

“No somos una secta. Somos un partido plural, en el que cada uno puede opinar libremente, pero todos unidos en un proyecto nacional”, respondió Fernández a las palabras de Albiol tirando de fairplay. El líder del PP catalán se ha jugado varias veces la supervivencia en el partido a una estratégica que, lejos de implicar quedarse callado y pasar desapercibido, suponía lo contrario, escalar el conflicto abierto con la dirección nacional. Y la mayoría de las veces ha ocurrido a cuenta de las veleidades de Feijóo hacia Junts, partido con el que Génova ha intentado algunos acercamientos a lo largo de la legislatura.

Sin embargo, una cosa es que Alejandro Fernández haya sido capaz de sobrevivir hasta el momento y otra que tenga recorrido como figura dentro del partido. Todos los gestos de la nueva dirección del PP hacia Catalunya han obviado claramente a su líder y se han centrado en otras personas, como el propio Albiol pero, más importante aún, Daniel Sirera. El hasta ahora líder del partido en el Ayuntamiento de Barcelona ha pasado a integrar el comité ejecutivo del PP, junto al también badalonés Juan Fernández, que ejerce como portavoz en el Parlament.

Ambos, Sirera y Juan Fernández, son más cercanos a las tesis de Albiol sobre Puigdemont que a las del líder de su formación en Catalunya respecto a cómo deben alinearse en relación con Junts. Pero también son perfiles que pueden enterrar el hacha sobre la cuestión, sobre todo en un momento en el que Feijóo ya ha dejado claro que no tiene prisa para hacer caer al Gobierno de Pedro Sánchez y que, por tanto, puede seguir prescindiendo de los votos de Junts.

Más importante para el futuro inmediato del PP catalán será la posición de Génova sobre la oficialidad del catalán en Europa, una cuestión que podría volver a la mesa del Consejo Europeo el próximo 18 de julio. Por el momento, Sirera ya ha dado señales de que no habrá volantazo en la posición de su partido, que ya se movió a nivel de las cancillerías europeas para abortar la última intentona del Gobierno a favor del catalán, gallego y euskera. “Creo que no tenemos que demostrar que respetamos y valoramos nuestra propia lengua”, ha afirmado Sirera.

Albiol, un inesperado verso suelto

El alcalde de Badalona ya sorprendió en las últimas elecciones municipales adoptando un tono muy alejado del discurso xenófobo que en su momento le encumbró. El Albiol de 2023 buscaba en Badalona un mensaje transversal, con acento en la gestión, e interpelaba explícitamente a votantes tanto de izquierdas como independentistas con la excusa del “badalonismo”. Algunos pensaron que el giro era un truco de campaña, pero al alcalde debió convencerle porque hizo de la pose moderada una divisa de la que ha seguido tirando durante toda la legislatura.

Este lunes, en plena resaca del congreso que ha presidido, Albiol no se ha mordido la lengua a la hora de mostrar distancias con su propio partido. En una entrevista concedida a Rac1, el edil ha marcado distancias con José María Aznar, que llegó a hablar del encarcelamiento de Pedro Sánchez. “Hay afirmaciones con las que no estoy de acuerdo y que no comparto. Por ejemplo, dijo que quiere ver a Pedro Sánchez en prisión, y a mí lo que me gustaría es verlo fuera de la Moncloa”, ha asegurado.

También se ha referido a la amnistía en términos diferentes a lo que es habitual en el PP. Aunque Albiol ha evitado calificar directamente la ley, ha dicho que hay que “respetar al Constitucional” que acaba de avalarla. “Se debe respetar lo que dice el Constitucional. No vale aceptar las decisiones cuando nos gustan y no hacerlo cuando no”, ha asegurado Albiol, para a continuación asegurar que lo que pasó en 2017 en Catalunya fue una de las “etapas más grises” y que hay que “olvidarla”.

Para rematar, Albiol incluso ha considerado que la idea de poder utilizar el catalán en Europa es “una propuesta interesante siempre que esté bien planteada”. Unas palabras que contrastan con la línea oficial del partido, que representa Sirera y de la que, hasta ahora, solo solía desmarcarse Alejandro Fernández, a quien le ha salido competencia como verso suelto del PP catalán.