El PSC mantiene el pulso con sus diputados díscolos para ver si abandonan el escaño
Viernes de declaraciones cruzadas en el PSC, en plena efervescencia tras la votación ayer en el Parlament de Catalunya, que dejó la foto de tres diputados votando en contra de las órdenes del partido y un nutrido grupo de históricos socialistas del ala más soberanista apoyándoles públicamente. El portavoz parlamentario Maurici Lucena ha vuelto a decir que está “seguro” de que los díscolos -Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Núria Ventura- entregarán su acta de diputados, però el propio Elena se ha mostrado inflexible: no abandonará el escaño aunque el partido lo pida abiertamente, y aun así confía que no les expulsarán.
Pero los mensajes de la dirección, a través del portavoz, son más que evidentes: “En la vida debes aceptar que a veces puedes pensar que tienes la razón, pero que mayoritariamente el colectivo decide otra cosa. Y si después de decidir por tu cuenta no haces caso a la mayoría del colectivo, lo que me parece más noble y lo que haría yo seguro es entregar mi acta de diputado”, ha asegurado Lucena en declaraciones a TV3.
No menos duro fue ayer el líder del PSC, Pere Navarro, cuando aseguró que “cuando uno pertenece a un colectivo, debe respetar las normas”, aunque en su caso emplazó a los díscolos a pensar su decisión a lo largo del fin de semana. Y esta mañana ha recibido el apoyo de la directiva del PSOE, que por boca de la vicepresidenta Elena Valenciano ha asegurado que el PSC cuenta con “unas reglas de funcionamiento de partido democrático” que, de incumplirse, “el riesgo de expulsión está ahí”.
Pero los díscolos se mantienen firmes, y aseguran que el partido debe ser plural y admitir una discrepancia que no solo afecta a tres diputados, sinó a una amplia capa de militantes y votantes. Estos son los argumentos que Elena, Ventura y Geli han empleado en los distintos medios de comunicación en los que han aparecido a lo largo del día. “Soy diputada del PSC y espero seguir siéndolo”, ha sentenciado Geli.
Dos exconsejeros apuestan por un proyecto solamente catalán
Además del manifiesto de apoyo que recibieron los tres diputados, por parte de históricos socialistas del ala más catalanista, este viernes dos antiguos pesos pesados del partido han lanzado la idea de un proyecto socialista de estricta obediencia catalana. El exconsejero y exmilitante Ernest Maragall -que en la pasada legislatura desobedeció varias veces al partido sin entregar el escaño- ha asegurado que el socialismo catalanista debe crear una “gran fuerza de izquierdas” potente, solvente y alternativa al partido de Pere Navarro, que defienda sin fisuras la celebración de una consulta de autodeterminación en Cataluña.
Ha asegurado que no se trata de que todos los socialistas descontentos en el PSC pasen a militar en Necat, su partido, sino de lograr una “confluencia de todas las grandes fuerzas de izquierdas” en una formación que tenga una vocación mayoritaria, defienda la consulta y sea una alternativa de progreso.
Algo parecido ha manifestado Antoni Castells, exconsejero de Economia, abierto a crear un movimiento de izquierdas “mayoritario”, “progresista” y “de obediencia estrictamente catalana”, que a poder ser debería incluir también el PSC. La propuesta es a largo término, según ha matizado.