En el lado más humano del fotoperiodismo

'Patiperros' es la nueva exposición del fotoperiodista chileno radicado en Guadalajara, Nacho Izquierdo. Patiperro, palabra típica del léxico chileno, designa una característica que el escritor Antonio Skármeta ha descrito como una manera de “querer romper límites, curiosear”. Tener “patas de perro”, en otras palabras, querer caminar, curiosear, investigar. Pero no siempre de manera voluntaria.

Y eso es lo que ha hecho el fotoperidosta y lo que muestra en una exposición que se puede visitar en el bar 'Cocktail Blues' de Guadalajara hasta el 24 de septiembre, entre las 20.00 y las 02.00 horas, con entrada gratuita. “La idea surge de una serie de fotos que muestro en mi Instagram que son más lúdicas en relación a mi trabajo habitual, pero que no dejan de tener contenido social. Es la primera vez que me salgo del trabajo de fotoperiodista y hago algo más de autor, pero siempre con carácter social”, asegura el profesional.

Se trata de 35 fotografías en blanco y negro que, en resumen, cuentan lo que “pasa en la calle”. De este modo, se pueden ver imágenes que muestran desde a un hombre limpiando una tumba, hasta una señora con una cabra. “Son escenas cotidianas enfocadas al mundo del patiperro. En un principio sí que se puede elegir recorrer las calles y el mundo, pero también hay un patiperro que se ha visto obligado. Eso es a grandes rasgos lo que quiero mostrar”, asegura.

Se trata, además, de fotografías elegidas de un modo más “democrático” a través de una votación por Instagram, en un perfil más personal. “Quería mostrar esta parte de mi trabajo, porque llevo mucho tiempo haciendo fotografía informativa, y me apetecía salir un poco y experimentar con nuevas temáticas”, recalca Izquierdo.

La acogida, valora, ha sido positiva hasta ahora, según los comentarios que recibe en la capital alcarreña, redes sociales y también en el cuaderno que se ha dispuesto para los comentarios en la exposición. “Me han dicho que son escenas en las que otros fotógrafos bajarían la cámara”, reflexiona el fotógrafo, que afirma que él n otiene “ninguna vergüenza” a la hora de fotografiar este tipo de escenas. “Siempre el factor humano es el predominante”, concluye.