Dos acusados por intentar vender una granada de mortero en Facebook pactan para no entrar en prisión: “Era curiosidad”
Dos hombres que se enfrentaban a una petición de pena de seis años de cárcel por un delito de depósito de armas de guerra han alcanzado un pacto de conformidad con la Fiscalía con el que evitan ingresar en prisión.
J. M. C., un hombre de 83 años, tenía en su poder una granada de mortero (sin espoleta pero con carga explosiva en su interior) en una vivienda de la localidad valenciana de Llíria.
La granada estaba en deficiente estado de conservación, aunque la carga explosiva suponía un evidente peligro. El acusado se la entregó a J. M. S., un chatarrero sin recursos que la puso a la venta en un anuncio en Facebook.
La mujer del chatarrero avisó a la Policía Nacional, que tuvo que intervenir en el trastero de la vivienda de Burjassot donde estaba escondida el 29 de septiembre del 2021.
El Ministerio Público solicitaba inicialmente para ambos acusados una pena de seis años de cárcel por un delito de depósito de armas de guerra. Sin embargo, las defensas han logrado un pacto de conformidad que rebaja notablemente la pena y evita que ingresen en prisión.
Así, J. M. C. y J. M. S. han aceptado una pena de seis meses de prisión y una multa, además de inhabilitación especial para empleo o cargo público.
Para el anciano, sin antecedentes, la rebaja de la pena está condicionada a que no delinca durante un periodo de dos años. Mientras que para el segundo acusado, con antecedentes penales por delitos contra el patrimonio no computables en esta causa, la suspensión de su ingreso en prisión está condicionada a que no delinca por un periodo de tres años.
El hombre, según ha explicado su letrada, se encuentra en situación de pobreza. “Es una persona que vive de recoger chatarra”, ha dicho su abogada.
El fiscal ha indicado que el acusado “no es un delincuente habitual” y ha recordado que su mujer “facilitó la entrega del artefacto”, evitando así el “riesgo para la comunidad”. “La voluntad cuando la puso en venta era curiosidad y no la capacidad lesiva que tenía el mortero”, ha apostillado.
Ni siquiera los agentes de la Policía Nacional, que esperaban a la entrada de la sala de vistas de la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia, han tenido que declarar finalmente en su condición de testigos peritos.
0