Albert Rivera se manifiesta contrario al Toro de la Vega y al 'bou embolat', aunque no quiere prohibir las corridas
El debate taurino continua presente en la precampaña electoral y, a juzgar por las declaraciones de algunos dirigentes, lo seguirá haciendo en la campaña. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, apunta en una entrevista al diario Marca su posición sobre los festejos taurinos. Rivera no se declara seguidor de las corridas de toros, aunque no cree que deberían prohibirse. Su posición es intermedia: no a las subvenciones, no a cerrar las plazas de toros. “El que quiera ir a los toros que se lo pague, no con dinero público”, señala el representante político.
Sobre los 'bous embolats', un festejo típico en la Comunitat Valenciana que incluye prender fuego a los cuernos de estos animales, el líder de Ciudadanos se distancia bastante más. “Las corridas de toros están reguladas y quiero que siga esa regulación: ni apoyo ni prohibición. Aunque no sea taurino. Luego hay cosas como el Toro de la Vega o los fuegos en los cuernos. La evolución humana también está en el trato con los animales. Creo que tenemos que respetar a los animales”, responde Rivera, marcando distancias.
El líder de Ciudadanos deja en manos de las próximas generaciones la regulación de la fiesta y vaticina que se “verá de manera distinta. ”Ni somos taurinos, ni somos antitaurinos“, afirma sobre el partido.
En Valencia, el grupo municipal de Ciudadanos se mostró aún más distante que Rivera. En el pleno del Ayuntamiento en el que se votaba la recuperación del 'bou embolat' en las pedanías del norte de la ciudad -una propuesta de la Junta Municipal de Pobles del Nord- la formación naranja se abstuvo. La medida se rechazó con los votos en contra del PSPV -salvo un concejal que se ausentó-, Compromís y València en Comú, que se manifestaron contrarios al maltrato animal.
El edil de Ciudadanos Narciso Estellés, encargado de defender la posición de su partido en esta medida, cargó contra el gobierno local, al que acusó de buscar “la confrontación y la bronca” y de “poner muros y dividir” con temas taurinos. El edil abogó por “regular” y por celebrar “consultas populares” para conocer la opinión de la ciudadanía en lugar de “prohibir” los 'bous al carrer'.
En junio de 2016 el Ayuntamiento de València prohibió los festejos taurinos y retiró las subvenciones a estos espectáculos. El veto municipal afecta a las pedanías del norte y el oeste, donde se celebraban festejos en la calle: Benimàmet, Benifaraig, Carpesa y Massarrojos, donde viven cerca de 18.000 personas de las 790.000 de la capital valenciana.