La consellera de Agricultura, Mireia Mollà, asiste a la manifestación de este lunes en Madrid en favor del trasvase Tajo-Segura

El Gobierno valenciano estará presente en la concentración convocada por los regantes en defensa del mantenimiento del trasvase Tajo-Segura, que se celebra mañana lunes en Madrid, a través de la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, y el secretario autonómico de Agricultura, Roger Llanes.

Ambos acudirán a la protesta que tendrá lugar ante la sede del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con el objeto de dejar patente el respaldo sin fisuras del Ejecutivo valenciano a las reivindicaciones en torno al trasvase que vienen formulando tanto las entidades de regantes como el grueso de la sociedad civil de las comarcas del sur de Alicante.

La consellera Mollà traslada un mensaje claro al Gobierno: “Para la Generalitat el trasvase Tajo-Segura es irrenunciable, además es un trasvase que está técnicamente avalado, que está justificado, que está racionalizado y que cumple con los valores ambientales y socioeconómicos en un sector esencial que ha estado a la altura de las circunstancias incluso en unos momentos tan duros como los de pandemia”.

Mollà expresa un apoyo firme a las protestas de los regantes “en las calles, social, política e incluso judicialmente si hace falta para defender sus intereses, nuestros intereses”.

Por su parte, Roger Llanes, subraya que “en el Consell, con el presidente Ximo Puig a la cabeza, sostenemos que el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura en las condiciones actuales es una cuestión esencial, prioritaria y, desde luego, irrenunciable y por eso mismo, tal como estamos demostrando cada día, defendemos y vamos a seguir defendiendo el trasvase con todos los medios a nuestro alcance”.

El funcionamiento del acueducto Tajo-Segura desde hace más de cuarenta años ha contribuido de manera absolutamente decisiva a la consolidación de una realidad socioeconómica en un territorio donde viven más de dos millones y medio de personas y donde los cultivos de regadío generan un valor económico superior a los 3.000 millones de euros, al tiempo que proporcionan más de 106.000 empleos y actúan como motor insustituible de otras industrias vinculadas al ámbito agroalimentario como el transporte, la distribución y la logística.