Cinco claves para entender el esperado regreso del FIB
El Festival Internacional de Benicàssim (FIB), que se celebra entre este jueves y el domingo, ofrece varias claves y no son solo musicales:
1) La vuelta tras la pandemia. En 2020 el FIB iba a celebrar sus 25 años de vida pero llegó la pandemia, que canceló una edición donde iban a actuar Liam Gallagher, Khalid, Vampire Weekend, Foals, The Libertines, Two Door Cinema Club, Martin Garrix, Armin Van Buuren, The Kooks, Rita Ora y The Lumineers, entre otros muchos, y ya con 37.000 abonos vendidos.
La de 2021 tampoco tuvo lugar, por las restricciones, y para este año se han recuperado algunos de esos nombres en un cartel más discreto (ver punto 4). Pese a ello, apenas quedan abonos a la venta; eso sí, más baratos que antes.
2) El peso de su legado. Desde 1995, cuando el “indie” era una etiqueta desenfadada para músicas alejadas de las radiofórmulas, el FIB se fue ganando las mejores medallas del incipiente mercado de festivales veraniegos no solo españoles sino europeos gracias a un entorno privilegiado, carteles que se superaban cada año al traer lo mejor del pop-rock y la electrónica independientes, incluyendo grandes glorias, y un ambiente festivo que creó sus propios códigos de estilo en una perfecta simbiosis entre música y hedonismo. Ir a Benicàssim era un privilegio para artistas y para “fibers”.
3) La caída de los últimos años. Los vaivenes empresariales (ha ido cambiando de manos en tres ocasiones tras la marcha de sus creadores, los hermanos Morán), la creciente y ya inabarcable oferta de festivales de su estilo, más baratos y con otros atractivos, y unos carteles con poca magia, enfocados a un dominante público británico, han ido socavando el prestigio independiente del FIB, con una paulatina pérdida de asistentes, sin el impacto mediático de antaño ni el aura de estar en la élite que le hizo casi invencible.
4) Un cartel sin riesgos ni sorpresas. Para el primer FIB poscovid, The Music Republic (la promotora española que tomó sus riendas en 2019) ha programado una oferta musical de perfil medio, con cabezas de cartel sin el gancho de otros veranos.
Destacan Izal, Two Door Cinema Club, Steve Aoki, The Kooks, Justice, Love of Lesbian, Tyga, Becky Hill, Mando Diao, Kasabian, La M.O.D.A., Nathy Peluso, Lori Meyers o Tom Walker.
Algunos son ya viejos conocidos del recinto de conciertos situado junto a la N-340 (en plena montaña pero a escasos metros de la playa) aunque sobrevuela entre la prensa especializada la idea unánime de que faltan fichajes de renombre.
5) ¿Qué futuro le espera? Es la gran incógnita. Sus principales pupilos (Primavera Sound, Mad Cool o BBK Live) hace años ya que le sobrepasaron y otros festivales costeros cercanos se han hecho muy fuertes (Arenal Sound de Burriana o Medusa de Cullera).
El éxito o indiferencia de esta edición marcará su devenir y sus organizadores deberán decidir si vuelven a apostar fuerte por los grandes nombres o prefieren asentarse en una cómoda posición intermedia, visto que una gran parte del público juvenil actual antepone a la música el turismo de festivales y la experiencia de la música al aire libre.
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